23 de agosto de 2012

El inefable atleta de la gorrita

Los Juegos Olímpicos celebrados en Múnich en el verano de 1972 fueron los primeros que seguí con cierta atención; fue un certamen marcado por el drama del asalto a la Villa Olímpica que terminó con la muerte de más de la mitad de los atletas israelíes, un suceso que causó, como era lógico, una enorme conmoción en todo el mundo. Las siete medallas de oro de Mark Spitz en natación, el triunfo en 5.000 y 10.000 metros lisos del policía finlandés Lasse Viren y la polémica victoria sobre la bocina de la URSS sobre Estados Unidos en balón-cesto con una canasta discutidísima del gran Alexander Belov fueron los acontecimientos deportivos que recuerdo con más fuerza. Ya dije no hace mucho que disfruto con el medio fondo, por esta razón estuve bien atento a las pruebas eliminatorias y finales de los 800 y 1500 metros masculinos y femeninos; en concreto, la prueba de 800 tuvo un final sorprendente e inesperado: el gran favorito era el ucraniano Yevgeni Arzhanov, que entonces corría lógicamente con bandera soviética, y sus dos outsiders más relevantes los keniatas Mike Boit y Robert Ouko. Otro de los finalistas era el estadounidense Dave Wottle, un tipo con aspecto de universitario despistado que corría con una gorrita más bien cutre, unos calzones propios de solterón en apartamento de playa y unos calcetines altos que "cantaban" bastante; a priori nadie pensaba en el "yankee" como un corredor que pudiera hacer sombra a los favoritos y no entraba en posición de fuerza en las apuestas.

El inicio de la carrera confirmó las predicciones y Wottle quedó descolgado desde el principio, marchando rezagado y a un ritmo que hacía temer un ridículo notable; dos tercios de la carrera se desarrollaron con el americano a la cola y los dos africanos disputándo a Arzhanov el triunfo final. En los últimos cien metros pareció que el de la URSS se imponía claramente, tanto que incluso daba la impresión de que bajaba el acelerador y se veía ya ganador, sin darse cuenta que el rival del otro lado del Atlántico había salido de su letargo e iniciado un sprint sorprendente, casi milagroso ... tanto que adelantó a todos sus rivales y terminó batiendo sobre la propia cinta a Arzhanov, quien sin dar crédito a lo que veía terminó tirándose sobre la linea de meta en un último e inútil intento de evitar una derrota tan enormemente frustrante. Dave Wottle se llevó la medalla de oro, y en la ceremonia de entrega de trofeos se presentó con la misma gorra arrugada con la que había corrido, que ni siquiera se quitó cuando sonó el himno de su país: se ve que para el era un auténtico fetiche.

En su eliminatoria de 1500 Dave Wottle volvió a iniciar la carrera en la cola del pelotón, si bien en esta ocasión parece que no midió bien las distancias, y la misma táctica que le había llevado a la victoria en 800 le jugó aquí una mala pasada y le impidió llegar a la final que terminó ganando el finlandés Pekka Vasala.





6 comentarios:

veronicia dijo...

Existe un nombre técnico para definir la estrategia de carrera en la que mantienes una velocidad durante un tiempo y a partir de un punto la incremetan progresivamente síendo su punto máximo de velocidad al final; parece que este tipo de estrategia la utilizan los fondistas y requiere mucha técnica y conocimiento de los rivales.

(me ha sorprendido un detalle al finalizar la prueba; D. Wotlle se dirige a uno de los keniatas para darle la mano pero éste lo ignora dejándolo con la mano en el aire y solo veo que recibe la elicitación de otro corredor, el alemán.)

Modestino dijo...

A mí me pareció más elocuente la negativa a devolver el saludo de Arzhanov; incluso recuerdo que en una colección de fascículos sobre las Olimpiadas se hablaba del ucraniano como un personaje perdido por su soberbia y se achacaba a haberse creido ganador anticipadamente su fracaso en la carrera.

Por lo demás, cuánto sabes de ésto, Veronicia!!!

veronicia dijo...

Muchas reuniones familiares escuchando fondistas :))))
cuando te explican sus velocidades medias, los programas de entrenamiento al principio no entiendes nada pero con el tiempo vas cogiendo conceptos.

Modestino dijo...

A veces no dejan de ser algo plastas ... o qué?

Brunetti dijo...

Grandísimo documento el que incorporas, Modestino.

Había olvidado por completo este hito en la historia de las Olimpiadas.

Maldito calor...

Modestino dijo...

Pues parece que el calor amaina a partir de mañana.