14 de junio de 2018

Terremoto en la selección de fútbol


Hace ocho años vivíamos tiempos de gloria con nuestra selección de fútbol, "la roja" como comenzaron a denominarla los "gurus" de siempre. Queda claro que las rachas felices en eldeporte del balón redondo suelen durar poco, ya que cuarenta y ocho meses después el mismo grupo que maravillara en Sudáfrica, caía estrepitosamente en Brasil ante Holanda y Chile y era eliminado a las primeras de cambio del torneo que había ganado en su anterior edición. Desde entonces el equipo nacional ha ganado casi siempre, aunque la mayoría de las veces en partidos amistosos, mientras que  en la última competición oficial disputada, el Europeo de 2016, sucimbiera en cuartos de final ante la selección italiana.

Acudíamos a Rusia con ilusiones nuevas, un "mister" que parecía saber lo que llevaba entre manos y una mezcla de veteranos y novatos que, a pesar de unos últimos amistosos poco brillantes, practican un fútbol vistoso. Pero parece que no puede haber paz en la selección nacional y cuando todo parecía una balsa de aceite saltó como una bomba la noticia del fichaje de  Julen Lopetegui por el Real Madrid. El adelanto de la noticia, la reacción del nuevo presidente de la FEF,  Luis Manuel Rubiales, dando el finiquito al entrenador, el fichaje de un técnico sin apenas currículum como Fernando Hierro, ... son cuestiones dignas de debate y cada cual tendrá su opinión. Lo que parece claro es que lo sucedido descoloca al conjunto español, que llega a la fase final desconcertado y con grave riesgo de no dar, ni de lejos, el rendimiento esperado.

Yo, al menos, llego a una conclusión clara: ha faltado ética, honestidad, elegancia ... Por parte del equipo blanco, cuyo presidente ha actuado, en mi opinión, con altanería, como quien hace y deshace considerándose impune, con una audacia chulesca que mira por encima del hombro. Y por parte de Lopetegui, a quien ha faltado elegancia no sólo al anunciar su contrato pocos días antes del inicio del Mundial, sino al negociar su incorporación al Real Madrid y no esperar a que la selección concluyera su participación y regresara de Rusia. Ya se que es muy difícil poner en riesgo un contrato de las dimensiones del que ha debido firmar el vasco, pero a lo mejor hubiera acreditado una mayor categoría humana dejando la cosa para después, aún asumiendo el riesgo citado.

Hoy Julen Lopetegui tiene el futuro mejor cubierto, pero también  el prestigio más dañado. Por su parte, al Real Madrid, ... a su directiva, ya lesempieza s sobrar ese latiguillo de "equipo señor", esas ínfulas que cual pavo real suelen utilizar algunos, empezando por D. Florentino.

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