Desde ayer el tiempo mejora. Han desaparecido las nieblas, las nubes, ... hasta el frío es menor. Los árboles andan aún vacíos de colorido, todavía se intuye timidez en los cantos de los pájaros, ... mientras los humanos parece que nos resistimos a borrar de nuestra cabeza las contrariedades que tienden a menudear en los primeros meses del año. No seamos ciegos a esas pequeñas pìnceladas de color, de frescura, que Dios nos regala. Que los árboles no nos impidan ver el bosque.
El verde de los campos, las flores aromáticas, los brotes de cada marzo no andan tan lejos. Seguro que en la tierra, en nuestras vidas llegaran los soplos de aire fresco, el horizonte asomará cada mañana más despejado, nos ayudará a enfrentarnos con más garbo con cada obstáculo.
Queda tiempo, todavía nos visitarán días oscuros, jornadas de esconderse tras los visillos, pero ¡cuántas sorpresas nos deparará esa primavera que ya casi se deja ver!.
2 comentarios:
Parece que ya la estoy oliendo.nun beso.
Los primeros almendros empiezan a florecer.
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