25 de noviembre de 2013

¿Respiro o ruleta rusa?



Histórico acuerdo entre Irán y las potencias mundiales por el arsenal nuclear

Tras más de cuatro días de intensas negociaciones, el gobierno iraní aceptó limitar su programa nuclear a cambio de que se suavicen parcialmente las sanciones económicas impuestas al país islámico.


Las bombas atómicas siempre me han puesto los pelos de punta; ya sabemos lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki como para andar con bromitas sobre el asunto. Desde entonces parece que hemos estado  de equilibrios constantes en la cuerda floja y en diferentes momentos de la historia que comenzó con el final de la 2ª guerra mundial dio la impresión de que todo podía irse en cualquier momento, y literalmente, al garete. Con el fin de la guerra fría, la posterior caída del Muro de Berlín y la disolución cual azucarillo de una Unión Soviética vetusta, oxidada y decadente todos soñamos con un "mundo nuevo y feliz", pero entonces aparecieron nuevos peligros con los países islámicos, el terrorismo yihadista y esa sensación de descontrol que convertía la amenaza en más temible ... y probable.

Irán anduvo siempre a la cabeza de los rincones del mapa más temibles al respecto; la presencia como primera autoridad del país de un hombre como Mahmud Ahmadineyad, radical y fanático como pocos, convertía en preocupante la situación y no resultaba extraño que pasasen por la cabeza todo tipo de posibilidades a cual más tremenda. Con la llegada al poder de un hombre más moderado, Hasán Rouhaní, da la impresión de que todo se ha calmado más y tras complicadas negociaciones los iraníes han admitido restricciones a su programa nuclear, algo que ha provocado que en el resto del mundo -al menos en parte de él- se haya escuchado un simbólico respiro. Vamos a celebrar el pacto y a desear que no quede en papel mojado.

Basta una pequeño viaje por la historia y un muestreo de los periódicos más significados de los últimos decenios para comprobar como este tipo de acuerdos positivos e ilusionantes no son más que el prólogo de nuevas disensiones, tristes incumplimientos y hasta agravamientos indeseables de la situación. Ojalá estemos ante el principio de tiempos de paz y tranquilidad, pero no puedo evitar cierto escepticismo, y no lo digo por la negativa reacción de Israel, que ya sabemos como se las gastan los hermanos judíos, sino porque con los años soy cada vez más consciente de la condición humana y ya he visto como con más frecuencia de la deseada las palabras se las lleva el viento ... y quien lo dude que se de una vuelta por los libros de historia y vea como andaba el mundo a finales de los años 30.

6 comentarios:

Susana dijo...

A mí también me preocupa mucho Irán, pero casi me preocupa más Corea del Norte de quien nadie habla y es una bomba en potencia. Un beso.

Modestino dijo...

A Corea del Norte tendemos a no tomarles en serio ... y tanto va el cántaro a la fuente ...

interbar dijo...

No sé como pero se las van a arreglar para que haya una guerra nuclear limitada. Ojalá me equivoque.

Modestino dijo...

Pues habrá que ver dónde situan los límites ...

Hereje dijo...

A mí personalmente me quita poco el sueño Irán y puestos a ello incluso Corea del Norte. Me parece altamente improbable que las élites políticas y económicas que manejan con mano férrea el destino de ambos países decidan auto-inmolarse de una forma absurda (serían borrados del mapa en minutos) sin que medie ataque externo. Viven muy bien así y dotarse de armas nucleares es una manera de proteger la perpetuación de su poder. Lógicamente el mensaje de cara a su ciudadanía de que el enemigo acecha desde el exterior y que por ello y para defenderse es por lo que el gobierno tiene todo el control y ejerce tanta coerción sobre su población, así como que cualquier cosa que vaya mal siempre será culpa del imperialismo occidental es la propaganda típica. Irán está haciendo bien su labor de combinar amenaza y negociación. No hay más que ver la cantidad de inversiones que estarán al caer si acaban las sanciones lo cual tampoco es mal negocio para Europa y USA. Y por cierto, habría que recordar a los despistados que si Irán es lo que es hoy hay que agradecérselo en buena medida a los occidentales, USA en cabeza (quizá alguien se acuerde de Mosaddeq) que trajeron al Sha, del cual derivaron Jomeini y estos lodos de hoy día.

Personalmente como posibilidad de conflicto me parece más peligroso el contencioso añejo Pakistán-India (ambos con armas nucleares) y sobre todo por parte del primero, un estado semi-fallido con múltiples facciones y un gobierno de facto en manos de los servicios secretos (ISI). Algo como Cachemira podría salirse de madre y acabar de muy mala manera. Y lo que sí me quita el sueño es ver cómo una central nuclear (Fukushima-Daiichi) lleva más de dos años contaminando el Pacífico y parece que a muy poca gente le importa. Al menos si acabamos no pudiendo consumir atún de esa zona nos conformaremos con los pistachos iraníes. Cómo se nota que las noticias van y vienen en función de quien ordena y manda..

Un saludo

Modestino dijo...

En definitiva, la amenaza nuclear existe y sólo se trata de valorar en qué parte del mundo es más seria y real.