23 de marzo de 2013

El equipo del papa Francisco


Desde el primer día se supo que el nuevo papa, Francisco, era hincha del San Lorenzo de Almagro. Siempre he sentido una especial debilidad por la liga argentina de fútbol y he seguido los avatares de los grandes equipos como River Plate, Boca Juniors, Vélez Sarfield, Newells Olds Boys o Independiente; el San Lorenzo de Almagro es uno de los clásicos, y entre los años 1968 y 1974 ganó cuatro de los torneos en que se dividía por entonces la liga: Nacional y Metropolitano -hoy Apertura y Clausura-. Nunca regresó al nivel de éxitos y buen juego de la época, aunque siempre ha estado allí, entre los mejores de la Argentina y dando al equipo nacional jugadores tan importantes como el "Pipo" Gorosito, "Beto" Acosta, Larrosa, Olguin, Oscar Ruggeri, Leo Rodríguez, Chilabert, Diego Placente, Fabricio Coloccini, Romagnoli, Pablo Zabaleta y tantos otros más. No obstante, es esa época de finales de los 60 y principios de los 70 la que quedó marcada como el momento estelar de los de Almagro, un equipo que disputa sus encuentros en el estadio "Pedro Bidegain", conocido también como "El Gasómetro" y a cuyos jugadores y seguidores se les conoce como "los cuervos".

Precisamente en esa época citada el entrenador que más éxitos logró con los "cuervos" fue Juan Carlos Lorenzo, un hombre que había debutado como mister en 1959 llevando al Mallorca de 3ª a 1ª división, que ya había dirigido a los de Almagro en 1961 y cuya experiencia europea la había completado en la Roma y el Lazio, los dos grandes de la capital italiana; Lorenzo que con los años acumularía logros entrenado, entre otros, a River, Boca, Racing, Independiente, Vélez y Argentinos Juniors, obtuvo en 1972-73 el "doblete" al imponerse en "Nacional" y "Metropolitano". Tales triunfos le valió ser llamado de nuevo a España por el Atlético de Madrid, con quien perdió la final de la Copa de Europa frente al Bayern de Múnich tras la dramática prórroga en la que Schwazenberg le marcó un gol imposible a Reina y Muller, Hoenness y compañía les apabullaron en el desempate. Lorenzo, que falleció en 2001 a los 79 años, era el clásico entrenador argentino: exigente, apasionado, "gritón" y amante del fútbol por encima de todo.
 
Me ha llamado la atención la alineación, perteneciente a esa época de Juan Carlos Lorenzo, que aparece en la foto, pues en ella figuran unos cuantos jugadores que con los años militarían en equipos de la liga española. El "Ratón" Ayala, inconfundible por su bigote y "Cacho" Heredia llegarían al Atlético de Madrid en 1973, justo cuando se abrieron en nuestro país las fronteras para jugadores extranjeros. Ayala era un delantero rapidísimo, que veía puerta y andaba dotado de buena técnica, mientras Heredia podía jugar de central y volante defensivo, tenía buen toque de balón, era duro y algo lento: ambos triunfaron plenamente en el Calderón. El rubio de la fila de pié es Ricardo Rezza, un defensa libre excepcional, con salida de balón, dominio del juego aéreo y poderío físico que militó en el Salamanca de la mejor época y en el Sporting de Gijón de Quini, Mesa, Ferrero, ... También jugó con los "charros" Ameijenda, que en la foto aparece como delantero centro, aunque en "El Helmántico" lo hacía de interior izquierda, un futbolista dotado técnicamente y muy hábil que, sin embargo, tenía poco cuerpo y era en exceso "blandito". El gran "cañonero" del San Lorenzo era Héctor Scotta, máximo goleador del equipo en aquellos años que se hizo famoso al llegar a un Sevilla recién ascendido a la 1ª división en el verano de 1975, Scotta permaneció en el equipo de Nervión cinco temporadas, logrando un total de 51 goles y mostrándose como un delantero fortísimo, que jugaba curiosamente de extremo derecha y poseía un disparo de una potencia excepcional, posiblemente uno de los más duros que han pasado por la liga española. La alineación la completaban el meta Irusta, un portero que pasó casi toda su vida profesional en Almagro, Rubén Glaría, un lateral derecho que formaba parte de la selección que ganó el Mundial de 1978 y destacó como político peronista, el lateral zurdo Rosi, el volante Roberto Telch -con el balón en las manos-, a quien apodaban "el oveja" y jugó con Argentina el Mundial de 1974 y el ala izquierda de la foto: Enrique Chazarreta, también mundialista en el 74 y que jugó algún año en Francia y Expósito, un trabajador nato del fútbol.

Si preguntáramos al nuevo Pontífice, seguro que nos daría muchos nombres más; él mismo debió de vivir en persona esos éxitos gloriosos del equipo que viste camiseta azulgrana y pantalón blanco, así como muchos otros y algún disgusto más. No puedo evitar recordar cómo al Real Zaragoza le eliminó un nefasto día de septiembre del año 2000 el Wisla de Cracovia, en aquél momento, cuando los polacos nos remotaron un 4-1 del partido de ida, pensé que había sido una temeridad pretender eliminar al equipo de la ciudad de Juan Pablo II, entonces Obispo de Roma, por la misma regla de tres habrá que empezar a pensar que el San Lorenzo de Almagro va a reverdecer laureles a partir de ahora mismo.

5 comentarios:

Brunetti dijo...

Los apodos o apelativos de los seguidores de los equipos argentinos es un tema curioso, cuando menos.

Ya has mencionado que a los de San Lorenzo se les llama "cuervos".

A los de River, "gallinas"; a los de Boca "bosteros" (algo así como 'mierdosos', con perdón); a los de Estudiantes, "pincharratas"; a los de Rosario Central, "canallas"; y a los de Newell's, "leprosos".

Y en este plan.

Anónimo dijo...


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Modestino dijo...

Caramba Brunetti, si el Papa fuera de Rosario Central ... ¿cómo le llamaríamos?

Brunetti dijo...

Ja, ja.

Tampoco es que el hombre salga muy bien parado con lo de "cuervo", teniendo en cuenta que siempre va de blanco.

Por estos lares, los apodos son mucho menos agresivos: periquitos, culés, colchoneros, merengues, leones, boquerones, granotas, pimentoneros, chicharreros, pucelanos, rojillos....

Los seguidores del Betis llaman a sus vecinos sevillistas, de forma despectiva, "palanganas", por aquello de que van vestidos de blanco; pero no sé cómo les llaman éstos a aquéllos (de alguna manera tendrán que apodarles: no se van a estar callados, con lo poco que se quieren....).

Salud y buen Domingo de Ramos.

Modestino dijo...

También hay que recordar a los arlequinados de la U. S. Sabadell, los "amarullos" del Las Palmas, los "charros" de la U. D. Salamanca y los "pecholatas" del Mérida.