5 de septiembre de 2012

Libros bajo el imperio del sol


En agosto he optado por libros de bastantes páginas,a lo que cabe añadir que, en general, no son de los sencillos de leer: tal vez aquí haya que encontrar la razón de que no he terminado demasiados. Si a ésto añadimos que los calores tienen el peligro de que la lectura sea agredida por el sueño y que la semana de San Lorenzo no suele tener huecos para dedicarse a la literatura en exceso podemos dar una visión conjunta adecuada al panorama literario-personal del mes recién terminado.

Ya he comentado en otras ocasiones que lo que publica "Libros del Asteroide" difícilmente decepciona; en esta ocasión "Telex desde Cuba", escrita por la norteamericana Rachel Kushner, es un magnífico cuadro de la Cuba prerrevolucionaria, una descripción del ambiente y la sociedad de la isla desde el golpe de estado que encumbró a Batista en 1952 hasta la revolución que llevó a Castro al poder en 1959. Recientemente leí una crítica que comparto plenamente y resumía en tres los grandes aciertos de esta novela: una ambientación magnífica, realmente extraordinaria, una tarea de documentación por parte de la autora de aporta credibilidad y seriedad a su relato y una historia que te coge, tres elementos que convierten el libro en algo que enriquece y entretiene. Hay un buen número de personajes excelentes, agrupados en tres mundos: el de las familias norteamericanas, que viven casi colonialmente, con diversos grados de poder y riqueza, el de los cubanos, con unos personajes mucho más diluidos y dos protagonistas interesantísmos: el súbdito francés que trafica con armas y la cabaretera de origen europea que es a la vez amante de Batista y espía de los rebeldes. El centro de la trama gira en torno al dominio norteamericano de la isla, con las empresas que controlan las dos grandes productos que ofrecía entonces Cuba: el azúcar y el níquel. Un libro que hay que leer con atención, pues la autora no da puntada sin hilo, a la vez que va intercalando las historias paralelas de los personajes que a su vez forman una única historia central. Eso sí, absténgase radicales de uno y otro signo, pues me parece que ni Batista ni Fidel salen demasiado bien parados.

Hacía tiempo que tenía en mi poder "Caballeros", de Klas Östergren, un autor sueco; se trataba de una reciente edición de "Mondadori", una editorial que ofrece ciertas garantías de calidad. Lo había adquirido pensando que se trataba de un ejemplar más de la novela de intriga escandinava que tanto ha abundado en los últimos años, pero cuando me decidí a leerlo -sus cerca de 500 páginas frenaban algo el momento de empezar a hacerlo- comprobé que no es propiamente literatura policíaca, por mucho que a lo largo del libro va apareciendo su intriga, sino una especie de novela de época que, en torno a la vida de una serie de personas se nos cuenta cómo era la vida en Estocolmo entre la 2ª Guerra Mundial y los finales de los años 70. Queda dicho que la edición es de hace un par de años, pero el libro se remonta a 1980 y según cuentan constituyó en su día una auténtica novela "de culto" en la literatura sueca. Si tuviera que dar una primera impresión de la novela, afirmaría que estamos ante un libro sorprendente, de género casi incalificable y no excesivamente sencillo de leer. El autor tiene la imaginación de dar su propio nombre al protagonista y narrador de los hechos, si bien el núcleo de la novela tiene como personajes principales a los hermanos suecos Henry y Leo Morgan, bon vivant, emprendedor y extrovertido el primero, poeta, bohemio y enloquecido el segundo, prototipos ambos de la filosofía de la vida que imperó entre finales de los 60 y principios de los 70: así vemos como se nos va hablando del París de 1968, de la música moderna, la rebelión social, ... todo un panorama político social que se refleja en el libro. Eso sí, la novela es irregular, no es difícil perder el hilo y creo que al final resulta demasiado extensa.

De Hillary Mantell había leído "A la sombra de la guillotina", un buen retrato de la revolución francesa en la que la autora inglesa nos muestra un magnífico desfile de personajes: Dantón, Marat, Robespierre, Desmoulins, ...; por esta razón no desaproveché la oportunidad de hacerme, vía Biblioteca oscense, con su última obra, "En la corte del lobo", publicada recientemente y en la que, en torno a la figura de Thomas Cronwell, nos relata toda la crisis de la Corte británica a raíz del encaprichamiento de Enrique VIII sobre Ana Bolena que le llevo a repudiar a Catalina de Aragón, separarse de la Iglesia católica y ponerse a la cabeza de una nueva iglesia anglicana. Se trata de un libro donde vuelve a destacar una grandiosa galería de personajes: el propio Cronwell, Enrique VIII, la familia Bolena, el Cardenal Wolsey, los duques de Norfolk y Suffolk, ... aunque es el primero el auténtico protagonista alrededor del cual giran todos los demás. Pienso que Mantell nos muestra en toda su crudeza una Corte realmente convulsa y, en ocasiones, hasta siniestra, y en este sentido el libro, que forzosamente has de leer despacio y con plena atención, se convierte en algo que va más allá de la novela histórica, en un auténtico objeto de valor histórico. Eso sí, se trata de un libro difícil de leer, en el que en ocasiones te pierdes y eres consciente de que no te enteras de todo, como ya me ocurriera con el otro antes citado y en parejo con otra magnífica obra con fondo histórico coincidente: "La quinta reina", de Ford Madox Ford, que tiene como personaje central a la quinta esposa de Enrique Tudor: Catalina Howard, con un final tan triste y trágico como el de Ana Bolena.

Todos tenemos zonas oscuras, y puede que una de las mías se que haya ido exhibiendo mi afición a la novela negra sin haber leído más que una de las escritas por Raymond Chandler, posiblemente junto a Dashell Hammett y Ross MacDonald, el más legendario autor del género; efectivamente tan sólo había pasado por mis manos "El sueño eterno", una obra maestra que llevó al cine Howard Hawks con un cartel de lujo: Humphrey Bogart y Lauren Bacall ... nada menos. Para remediar estas carencias escogí "La dama del lago", una de las más famosas novelas de Chandler, y he de admitir que me quedé cautivado desde el inicio de la lectura: el escitor de Chicago escirbe como un auténtico maestro, a la vez que plantea tesis interesantes con un acentuado tono crítico hacia el establishment judicial, policial y social. Junto a ello, hay que destacar un protagonista espectacular, el detective Philip Marlowe, un personaje que en si mismo vale por todo el libro. Junto a él van desfilando una serie de hombres y mujeres que crean un auténtico panorama "negro" y una intriga que el detective vas desenredando a lo largo de la novela haciendo al lector testigo y cómplice a la vez.



6 comentarios:

Brunetti dijo...

No hace mucho, leí "El largo adiós", del maestro Raymond Chandler, y también me divertí de lo lindo con las peripecias del intrépido Marlowe.

Salud, y feliz lectura.

Modestino dijo...

Dicen que "El largo adiós" es con "El sueño eterno", lo mejor de Chandler. De momento ya lo tengo en mi mesilla.

veronicia dijo...

El sueño eterno la he visto otra vez estos días... el Philip Marlow más conocido para mi es H. Bogart.
Del Largo adiós hay una versión también, pero al detective no lo interpreta H Bogart.

Modestino dijo...

Humphrey no puede tener rival en el género.

Jorge Orús dijo...

Dejé sin terminar "En la corte del lobo". Sí, se me hizo difícil mantener el hilo de la narración. Venía "empollado" de la serie Los Tudor con los personajes, pero no le cogí el aire.

Modestino dijo...

Yo lo tuve que acabar casi "por narices", yo creo que da por supuesto que el lector conoce a fondo la historia de Inglaterra.