26 de diciembre de 2011

¿Hay amistades desinteresadas?



En mis últimos años en Tarragona conocí a un individuo a quien intuyo no haberle caído precisamente en gracia; no se si serían mis defectos, que los tenía -y sigo teniendo- en abundancia, o mi manera de ser pero tengo bien claro que mi persona le producía urticaria. Lo más sencillo para todos hubiera sido que nuestra relación viniera a equivaler al "conjunto vacío", pero las circunstancias de la vida nos llevaron a tratarnos con frecuencia, algo que casi me cuesta una úlcera ... y a él, me temo, posiblemente también.

Recuerdo un caluroso día de agosto en el que me acusó de no haber entendido lo que era la amistad, no con relación a él -nunca me consideré su amigo- sino respecto del resto del mundo. Afirmaba en concreto que me había convertido en un tipo interesado, y aunque casi nunca acababa sabiendo qué es lo que quería decir cuando me tachaba de ésto o de lo otro, interpreté que insinuaba que tendía a buscar cariño y diversión en mis relaciones con el prójimo. No cabe duda de que la generosidad, el estar por los demás, el pensar en los otros y no en ti son atributos indudables de un buen amigo, pero tras aquella apreciación sospecho que se escondía una notable ignorancia de la condición humana. Las personas tendemos a ser individuos necesitados de afecto, algo que buscamos de una manera u otra y sin lo que correríamos el peligro de acabar considerando la amistad cual operación matemática. Me parece, además, que lo malo no es buscar cariño sino, en todo caso, no empezar por darlo sin cálculo ni medida.

Y es que hay quien todavía no sabe que no somos perfectos, quien aspira a vivir entre "espíritus puros". La amistad es un tema interesante, una cuestión sobre la que podríamos discutir, divagar, intercambiar opiniones ... aunque creo que también es algo que aprendemos con la experiencia, con lo que nos enseñan el tiempo y las propias vivencias. Además la amistad es algo personal entre dos individuos y cada vez tengo más claro que eso de que "los amigos de mis amigos son mis amigos" tiene unas cuantas goteras y bastante de inexactitud. Las amistades las fomentamos, conservamos y regamos cada cual, sin controles externos ni vigilancias aduaneras. Y es que los amigos los elegimos nosotros, muchas veces no se sabe porqué; la amistad es a la vez compleja y sencilla: porque ¡cualquiera recuerda las razones por las que escogimos a fulano, a mengano o a zutana! y porque en el fondo hay una reciprocidad, de afectos y de necesidades.

21 comentarios:

Pilar Lachén dijo...

Lo comparto absolutamente todo.

Modestino dijo...

Un tema para darle muchas vueltas, Pilar.

Susana dijo...

En esto desde luego no soy experta. No consigo mantener apenas amistades. Supongo que el fallo es mío. Un beso.

lupe dijo...

Creo que habitualmente concedemos el título de amistad con demasiada ligereza. La amistad es un sentimiento recíproco por su propia naturaleza y que debe estar desligado de cualquier interes en su principio. Que quizá, el mayor interes que tenemos es que nos quieran, y que al contrario que la familia la amistad la encuentras tú, es cierto, pero fuera de esto no debe haber otro interés.
Los amigos se cuentan con una mano y sobra. Los "conocimentos" pueden ser gratificantes pero no hay que confundir los términos.
He manifestado con habitualidad, y habrá quién se reconozca, que mis amigos gozan del dudoso privilegio de que les abronque, puesto que sólo lo que viene de ellos puede vulnerarme y así se lo hago saber.
También ellos saben que son mi mayor patrimonio.

Maireen dijo...

Dos de los rasgos de mi carácter (no sé hasta qué punto virtudes o defectos) son no vincularme excesivamente a nadie y no tener grandes expectativas acerca de nadie. He terminado por no tener gran apego a personas, lugares o cosas, aunque nunca me propuse ésto de una forma consciente. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Nadie me ha desilusionado gravemente y tampoco he penado por las inevitables separaciones que te trae la vida.

Creo que no exagero ni me equivoco si digo que no tengo amigos. Pero no lo percibo como una desgracia, ni es algo que me quite el sueño.

Modestino dijo...

No es bueno idealizar a nadie en esta vida, pues necesariamente alguna vez nos va a fallar.
La amistad es algo bien bonito, por eso.me fastidia que hay quien le ponga apelllidos y quien la utilice para medrar, trepar, arrimar el ascua a su sardina, ... como cleenex de usar y tirar.

Modestino dijo...

Que se lo digan a lis agraciados con el gordo, la de amigos que de repente se han acordado de ellos.

ana dijo...

La amistad es desinteresada, siempre, de lo contrario, si hubiera un interés por ambas partes, sería otra cosa. Yo lo llamaría más bien "contrato amistoso", no en sentido peyorativo, pues los valoro también. Con ellos sales de copas, a cenar, preparas una fiesta, discutes, te ríes, organizas excursiones. Te acompañan pero no con la intensidad que toda amistad es.

Los "amigos contractuales" siempre te regalan compañía, pero un amigo de verdad, además de compañía, hace que te sientas sostenido en los momentos de absoluta derrota. Un amigo de verdad está por tí.

La única reciprocidad que se da en la amistad es el cariño. No se contabiliza como un tú haces esto, yo hago lo otro. La amistad no precisa de balances... dejaría de serlo, si existiera tal balance.

Ante un amigo sabes que sientes, que lo quieres, y comprendes, aceptas y justificas cada una de sus limitaciones. Querer a alguien perfecto no tiene mérito.

Cuando piensas en tus amigos, no piensas en cómo son, sólo sabes que si no están cerca, los echas de menos. No analizas su vida al igual que ellos no analizan la tuya. Están.

El amigo es ese que aunque pase el tiempo, si te lo encuentras, es como si lo hubieras visto ayer. Nada tiene que volver a empezar a su lado.

Son muy pocos, es cierto, pero los suficientes para que sólo pensar en ellos, tu alma se alegre.

Enorme disertación es plantear un discurso sobre la amistad, Modestino.

Yo me considero una persona afortunada, tengo muy pocos amigos contractuales, mi limitación en tiempo libre los ha ido alejando, es normal. Pero me considero afortunada en amigos. Me siento querida por ellos. Rozo su reconocimiento en la mirada en cada encuentro. Lo de menos es quiénes son, cómo son, qué hacen o dónde están... o cuántos son. Me basta con sentir su cariño y saber cómo les echo de menos cuando no están!!!!

Modestino dijo...

Me ha encantado tu disertación, y me quedo con una frase: "la única reciprocidad es el cariño", qué sencillo y cuanto cuesta a algunos comprenderlo.

Driver dijo...

Te deseo una Feliz Navidad y un felicísimo 2.012

Modestino dijo...

Feliz Navidad y año nuevo, Driver.

tomae desde Tarraco dijo...

...puede que no sea del todo cierto aquello de los amigos de mis amigos...
De todas formas cuando encontramos aquel amigo común me parece que se le debe un voto de confianza. Incluso yo puedo notar cierta alegría cuando de repente descubro que aquél también es un buen amigo de los míos...

Y si quieres (evidentemente a otro nivel) yo he notado ciertas "empatías" con tus amigos que aparecen por aquí.

Un fuerte abrazo Modestion en esta 2ª Navidad que hoy celebro en el "terruño" ;)

Modestino dijo...

Existe la empatía, sin ninguna duda. El pasado miércoles estuve cenando con 22 compañeros de colegio, hay algunos que no nos veíamos hace 36 años, hay amistad? no se, pero estuvimos super a gusto y el buen rollo era sincero.

veronicia dijo...

No soy capaz de definir la amistad, de las pocas personas a quien considero AMIGOS con mayusculas lo saben (lo sienten en su corazón) y me conocen los quiero y me quieren; y ese es el interés.

ana dijo...

Mira que estaba pensando en esto de la amistad y vuelvo a comentar de nuevo.

Se me ocurrió que cuando esta persona te dijo que te habías convertido en un tipo interesado en cuestión de amistades, pienso yo que... ¿no estaría adjudicándote algo suyo?

¿No estaría en verdad proyectando lo que él es en tu persona? ¿Y que el más interesados de todos fuera el?

Porque se necesita tener cara para ir a alguien que no es tu amigo y echarle en la chepa tremenda ponzoña.

Fíjate, a raíz de esto he pensado que la amistad es muchas cosas, que tienes mil caras, mil sentimientos, mil facetas y un millón de versiones... pero lo que no es tiene nunca es el reproche, jamás es reprochona.

¡Qué cara el tipo ese, me digo!

(Ya me he quedado agusto... )

Modestino dijo...

:), algo de eso debía de haber, Ana ... Algún día te explicaré la historia completa.

tomae dijo...

...ya que mencionas mi ciudad de origen, en Tarragona existe el concepto de "murri". No lo sabría definir muy bien, pero se aplica a aquel individuo serio, sin ganas de hablar que siempre va a la suya incluso que te esquiva si te encuentra; puede incluso intuirse una cierta amargura en su semblante. Aún así es capaz de manifestar una cierto afecto o saludo si es de su interés...

Modestino dijo...

De "murris" conozco unos cuantos; ignoraba el término.

JJ dijo...

Modestino, el que te dio una lección sobre la AMISTAD, más que un amigo... no sería alguien con el que estabas "más unido que los lazos de la sangre"?

JJ

Modestino dijo...

JJ, a buen entendedor ...

meloenvuelvepararegalo dijo...

Interesante tema sobre el que debatir y más aún con gente a la que puedas no considerar muy amiga (espero que no se me malinterprete) ya que sino, se pueden herir sensibilidades...
En mi caso pienso que todas las relaciones son interesadas y la amistad es una de ellas. Que lo que saquemos en provecho son buenos momentos de diversión, de cariño o de lo que sea, de acuerdo, pero que obtenemos algo a cambio también. No son cuestiones materiales, sino ese deseo que tú has comentado de cariño, de compañía, etc. En ese sentido sí que creo que te "interesa" tener a esa persona como amiga porque es quien te lo da, y no a otra.
Pero que el tema tiene mucha más miga que estas cuatro o cinco líneas.
Modestino, que el 2012 te siga inspirando apasionantes temas como este!