8 de noviembre de 2011

Poco más que un bufón

Al parecer José Miguel Monzón, conocido popularmente como el Gran Wyoming, es un personaje de grandes capacidades; quienes tienen conocimientos del mundo del espectáculo y de la comunicación aseguran que posee condiciones de gran comunicador e inteligencia para sacar adelante su trabajo, y yo no lo dudo. Programas como "Caiga Quien Caiga" demuestran que el hombre sabe hacer las cosas, tiene imaginación y bastante chispa; pero al hablar del personaje no puedo evitar afirmar que, además de todo ello, me parece sectario, grosero y carente del más absoluto respeto hacia el resto del mundo. No veo los programas de este tipo, y es que cuando algo me desagrada procuro evitarlo, pero por las polémicas que con frecuencia han dado lugar los mismos, he llegado a la conclusión de que el hombre se lo pasa en grande haciendo escarnio de los curas, las monjas y todo lo que tenga que ver con la Iglesia. Ante semejante actitud se me ocurren varias posibles reacciones, desde el castizo "con su pan se lo coman", hasta la consideración de que "no se hizo la miel para boca de asno", pero fundamentalmente la conclusión a la que llego es que el tal Wyoming es un demagogo y un cobarde.

No se si hay que definir a José Miguel Monzón como un presentador, un cómico o un showman, lo que tengo bien claro es que se trata de un auténtico bufón, y como todo bufón tiene un señor al que sirve, un público anestesiado que le ríe las gracias y una posición cómoda a la vista de la protección recibida; Wyoming critica desde la tranquilidad que da sentirse respaldado y navegar a favor de la corriente. Si uno se mete con la Iglesia, con los curas o con los cristianos es fácil que se limite a recibir la otra mejilla, además de que hoy en día la masa refugiada en el anonimato tiene una gran facilidad por seguir la corriente a los "graciosos de turno", máxime si ponen en solfa lo que antes parecía intocable. El personaje en cuestión es propenso a la gracia fácil y a criticar desde la barrera, y no parece tener claro -¿o sí?- que por mucho que la broma sea ingeniosa y la mofa divertida, no por ello se acerca ni de refilón a la verdad: no se tiene razón por ser más imaginativo e hiriente.

Y queda dicho que el hombre me parece un cobarde; hay temas tabú que no se atreverá a poner en entredicho, porque Wyoming es incapaz de enfrentarse a quien le puede pagar con la misma o peor moneda. Ya sabemos como se las gastan los musulmanes ante la crítica, por mucho que se haga en clave de humor, y cómo una bomba incendiaria destruyó el otro día la sede de la revista satírica francesa 'Charlie Hebdo' en París por haber ironizado sobre los avances islamistas en Túnez y Egipto. Todavía estamos esperando que el Gran Wyoming nos obsequie con alguna de esas "sanas parodias" en las que se ría un poquillo de los vecinos del Islam, pero no lo hará, porque el hombre sólo de pensar en lo que le podría ocurrir me temo que se lo hace en los pantalones.


15 comentarios:

paterfamilias dijo...

Lo has clavado, es un sectario y un cobarde.

veronicia dijo...

Yo estoy harta de que hagan burla de mi fe la cristiana y nadie la defienda.
Ese payaso, su cadena, la de alado la otra y la de más allá todo el día dale que te pego... sencillamente un día que dejé de ver la TV y disgustos que me ahorro.

Modestino dijo...

Sí, Veronicia, hay insultos que salen gratis.

Susana dijo...

En cuanto lo veo en televisión, cambio el canal. Tienes toda la razón, pero yo quiero creer que siempre se acaba recogiendo lo que se siembra. Un beso.

ana dijo...

Yo tampoco soporto su sorna demagógica. Qué fácil es que te rían las gracias en tu propia casa, sobretodo si en esas gracias va implícita un comentario dañino y cobarde.

Lo cierto es que en mi casa no hay televisión, así de simple, y lo curioso es que nadie la echa de menos cuando viene. Es tan vacua que cualquier cosa sencilla puede hacer realidad su olvido... probarlo tan sólo durante una semana.

Un abrazo Modestino.

Modestino dijo...

Ana, siempre es una alegría verte aparecer. Vivir sin tele nos puede hacer mucho bien, al fin y al cabo las personas en vivo y en directo damos más juego.

Sí, Susana, cada cual recoge lo que siembra, aunque algunos van haciendo daño por el camino.

Maireen dijo...

Como todo bufón, tiene un amo cruel e insensible que disfruta más si el bufón es feo y deforme. De ahí que mantenga siempre en la cara esa expresión grotesca y como de caricatura, de estreñimiento perpetuo, de persona amargada. Hasta cuando sonríe parece que está saboreando vinagre.

damitor dijo...

A mi sinceramente me parece igual de sectario que los humoristas que hay en Intereconomía por poner un ejemplo, los siento pero no recuerdo su nombre, eso si con bastante mas gracia que estos.
Vamos que no creo que engañe a nadie ni lo intente.

Modestino dijo...

No veo Intereconomia -este verano vi dos telediarios y me parecieron tendenciosos-, y supongo que también tendrán su cuota de sectarismo, pero lo de que no engaña a nadie ... yo creo que hay demasiado tío subsumido por la tele que se traga lo que sea: hoy día crean más opinión "La noria", "Salvame" o Ana Rosa que los telediarios.

Driver dijo...

Conocí al personaje en la época universitaria.
Era una especie de "chouman" que cantaba con su guitarra en locales públicos, y tenía mucho ingenio.
Actuaba en pequeños locales y recuerdo que su ingenio era digno de admiración, pues en aquella primera época juvenil tanto sus juegos de palabras como sus canciones eran muy divertidas, no se metía expresamente con nadie, y los textos estaban muy estudiados y gozaban de la chispa del genio juvenil.
...
En cambio, en su etapa adulta me resulta insoportable.

Es como haber conocido a Tip y Coll de jovencitos, partirte con ellos, y encontrártelos de nuevo como comerciales de una empresa de basuras.

No es fácil mantener el genio hasta el final.
No es sencillo no caer en el mimetismo del poder.

No es fácil tener clase.

Driver dijo...

Conocí al personaje en la época universitaria.
Era una especie de "chouman" que cantaba con su guitarra en locales públicos, y tenía mucho ingenio.
Actuaba en pequeños locales y recuerdo que su ingenio era digno de admiración, pues en aquella primera época juvenil tanto sus juegos de palabras como sus canciones eran muy divertidas, no se metía expresamente con nadie, y los textos estaban muy estudiados y gozaban de la chispa del genio juvenil.
...
En cambio, en su etapa adulta me resulta insoportable.

Es como haber conocido a Tip y Coll de jovencitos, partirte con ellos, y encontrártelos de nuevo como comerciales de una empresa de basuras.

No es fácil mantener el genio hasta el final.
No es sencillo no caer en el mimetismo del poder.

No es fácil tener clase.

Modestino dijo...

No se qué te pasa últimamente Driver que te salen los comentarios de dos en dos.

Driver dijo...

O en tu blog hay eco, o tengo que cambiar mi viejo ratón de los Picapiedra.

Modestino dijo...

Un poco de todo debe haber ;). Buenas noches.

interbar dijo...

¿Tal vez Tartufo?