26 de noviembre de 2011

Más recorta



Una vez concluido el periodo electoral y comprobado el apoyo de los electores a su partido el Presidente de la Generalitat de Cataluña Artur Mas se ha descolgado con el anuncio de importantes recortes económicos que incluyen, por ejemplo, una notable rebaja del sueldo a los funcionarios. Los resultados electorales de Cataluña parecen acreditar que allí no les parece tan mal eso de reducir gastos, establecer el copago o aminorar nóminas. Soy de los que piensan que la situación económica actual exige este tipo de medidas y que todos nos debemos acostumbrar a vivir con menos, a asumir que vuelven tiempos que posiblemente creíamos sepultados para siempre, pero a quién decide actuar de esta manera hay que exigirle coherencia, racionalidad y predicar con el ejemplo.

Para asumir este tipo de decisiones es preciso referir una serie de matices; en primer lugar el de la proporcionalidad: no sería de recibo que se hicieran las cosas de tal manera que los más perjudicados fueran los que tienen menos; si el ciudadano se siente discriminado, si comprueba que le atacan un bolsillo que posiblemente ya se encuentre escaso y desolado, y continúa viendo a individuos viviendo a todo plan dificilmente asumirá tales recortes, se rebelará y tendrá razón. Vamos, que ya puede poner D. Arturo cara de chico responsable, porque aún así los ciudadanos no van a entender que se cambie de coche mejorando la gama del modelo, frecuente comidas y cenas cinco estrellas o triplique el presupuesto de decoración del Palau de la Generalitat.

Y es que me parece que alguien debería hacer ver a algunos políticos -da la impresión de que no pocos- ese manido refrán de que "el primer predicador es Fray Ejemplo", pues las frecuentes llamadas a la austeridad chocan con incomprensibles aumentos de sueldo, injustificables mantenimientos de privilegios y determinadas obsesiones por los lujos y las obras faraónicas. No puede haber ciudadanos de distintas velocidades y quienes están más arriba son los primeros que han de asumir que hay que acostumbrarse a un nuevo ritmo.

Por eso llama la atención de que mientras el gobierno de Artur Mas inicia una etapa de restricciones en los gastos por las vías anunciadas, sigan ejercitando una "generosidad" para algunos incomprensible a la hora de invertir en embajadas en el extranjero, destinar ingentes cantidades en la potenciación ilimitada del catalán y en campañas publicitarias "monotemáticas". Si es la hora de no estirar más el brazo que la maga tal vez toque también ser coherente, dejar para más tarde lo que puede esperar, establecer prioridades y, por supuesto, poner a la persona por encima de la pasión.


10 comentarios:

Maireen dijo...

No sólo Más, todos han encontrado en los funcionarios un filón inmenso: se les puede convertir en el enemigo común de todos los españoles sin trabajo o con trabajo precario, apelando a esa envidia que surge a la mínima; se puede manipular la ignorancia de los demás sobre el trabajo ajeno presentándolo como algo casi supérfluo en muchas ocasiones, por una supuesta vagancia endémica del gremio y por una supuesta sobreabundancia de trabajadores inútiles; se les puede maltratar impunemente por la pasividad de los sindicatos, al menos los grandes.

El País Vasco también ha anunciado esta semana la disminución del sueldo de sus funcionarios. Y seguirán más comunidades, seguro. Es una medida que jamás va a se impopular y que da la impresión de que los políticos están reduciendo gastos del estado.

veronicia dijo...

Mairen ésto no sólo va con los funcionarios va con todos. Todos los ciudadanos, del primero al último estamos implicados porque si quiebra el estado no habrá quien pague ni a funcionarios ni quien proporcione sanidad, educacion, pensiones... jamás.

Y ahora que empiecen a discernir gastos superfluos de lo necesario porque si todas las familias de éste país sabemos en que dejar de gastar y en que ahorrar igual tenemos que mandar una madre de familia a pasarles las cuentas.

Modestino dijo...

No pretendía crear un debate en torno a los funcionarios, aunque suscribo buena parte de las ideas de Maireen. Hay que distinguir, además, entre funcionarios y enchufados; antes que entrar a saco con aquellos habría que hablar de cribar asesores innecesarios, suprimir duplicidades, ....

interbar dijo...

Sin olvidar que, en vez de aguantar su vela, echa la culpa al resto de España por la balanza fiscal. Se le olvida la política proteccionista que, desde Cánovas a Franco, protegió a la industria catalana.

Modestino dijo...

Amigo, ya sabes que los nacionalistas tienen marcada tendencia a manipular la historia y a ignorar aquello que entienden no les favorece.

tomae dijo...

...Al margen de embajadas y cadenas de televisión (dicen que suprimirán 2 de las 6 que tiene la CCMA) , todo ello no dejan de ser signos "estéticos" que se se verán de una forma sea el color político/nacionalista con el que se mire.

De todas formas en el presupuesto de una Administración, eso no dejan de ser partidas "poco" significativas en comparación al pago de la "nómina" de los que administran, incluyendo funcionarios, y profesionales del ámbito de la Administración (incluidos los profesores de escuelas concertadas)...

El tema que me preocupa, es que si esos recortes en las "nóminas" se recuperarán algún día "que todo vuelva a la normalidad". Quizá el problema está en que se pierda esa noción en volver a lo que teníamos o habíamos conseguido.

Mariapi dijo...

Modestino, cruzo varias veces por semana la plaza sant Jaume. Dilapidan.
Esto de los recortes, precisamente en ámbitos que afectan tan de lleno al ciudadano es algo muy bien calculado para jalear a los votantes con el estribillo"La culpa la tiene "Madrit", que nos expolia". Si lo hacen en subvenciones a "embajadas", en coches oficiales, en asesores y demás zarandajas, la gente no se enteraría, y entonces no les sirve de excusa para el pacto fiscal.

Modestino dijo...

La autocrítica es defecto del nacionalismo catalán, aunque no es exclusivo suyo, desde mi puntyo de vista.

sunsi dijo...

Estoy dispuesta a que me transformen en una muñeca recortable. Siempre y cuando no se "dilapide", como dice Mariapi, y estas medidas no sean arbitrarias sino que funcionen como un medio necesario para un fin.

Pero me da que vamos a tener que cambiar el "chip", el concepto de "modus vivendis"... Me parece que vamos a tener que preguntar a los abuelos cómo se hace para entender la existencia con menos tener y más dosis de felicidad que no se deba comprar.

El tema Mas es otro asunto. Esa manita y la cantinela "Escolteu...". Me gustaba más "escoltar" a Pujol...¡para que yo diga esto...!

En fin, Modestino, que pintan bastos y si nos ponemos de espaldas nos cogerá tortícolis.

Modestino dijo...

Completamente de acuerdo con lo que dices: no somos capaces de asumir que hay que modificar el nivel de vida, y no hacia arriba precisamente.