7 de julio de 2010

Don Ramón María del Valle Inclán



La vida de Valle Inclán, el autor de obras tan importantes como "Luces de bohemia", las cuatro "Sonatas", "Tirano Banderás" o "Divinas palabras" fue, en sí mismo, un auténtico personaje de novela, un individuo original, atrevido, genial e irrepetible. La simple lectura del modo en que se quedó manco nos dan a entender la categoría de este individuo que no parece se ganara bien la vida escribiendo, pero que lo hizo mucho mejor que tantos que sí engordaron abundantemente su patrimonio con sus libros. Si hacemos caso a la wikipedia, Don Ramón perdió el brazo de una manera y con unas circunstancias realmente sorprendentes:

"En el mes de julio de 1899, en una discusión en el Café de la Montaña de la Puerta del Sol, el periodista Manuel Bueno le causa una herida en el brazo que termina gangrenándose y haciendo necesaria su amputación. Valle-Inclán y su amigo Manuel Bueno discutían sobre la legalidad de un duelo que debía celebrarse. Llegaron a las manos y a los bastones, con tan mala fortuna que al gallego se le clavó un gemelo en la muñeca; la herida se infectó y hubo que amputarle el brazo izquierdo.[12] Luis Calvo explica el episodio con todo lujo de detalles. El hecho ocurrió el 24 de julio de 1899. Javier y Joaquín del Valle-Inclán han demostrado que los bastonazos de Bueno le produjeron, además de una herida en la cabeza que sangraba aparatosamente, la fractura conminuta de los huesos del antebrazo izquierdo, es decir fragmentados en trozos muy pequeños, que le hicieron numerosas heridas internas. Por tanto, era una lesión muy seria y no un simple rasguño del gemelo de la camisa, como tantas veces se ha dicho».

Según cuentan la entereza de Ramón fue tal que durante la operación del doctor Barragán, Ramón despierto se desmayó sólo una vez, siendo conocido que casi al final de la operación sugiere a los asistentes deseos de fumar, y durante los últimos instantes se fuma un habano, haciendo ascender al techo grandes volutas de humo. Ramón tiene treinta y tres años. A partir de ahora la imagen de manco se hace mítica. Algunos amigos deciden organizar un festival y conseguir fondos para comprarle un brazo ortopédico. La primera vez que se encuentra con Manuel Bueno le estrecha la mano."


Hoy en día hubiera habido juicios, reclamaciones, defenestración pública del tal Manuel Bueno y un debate tremendo sobre la conveniencia de prohibir las tertulias de los cafés. Pero Valle-Inclán fue capaz de desdramatizar incluso la pérdida de un miembro importante. ¿Qué era este escritor nacido en Villanueva de Aros?, ¿un irresponsable?, ¿u ácrata?, ¿un loco? ... ¿o tal vez un genio capaz hasta de perdonar una agresión tan notable?.

Valle-Inclán se dedicaba a las tertulias madrileñas y a la vida bohemia; uno disfruta imaginándose los viejos cafés de la Puerta del Sol, la Gran Vía o la Calle de Alcalá con Valle-Inclán y unos cuantos de su estilo dialogando, al parecer con frecuencia en tono bien elevado, sobre lo divino y lo humano, lejos del mundo pragmático y rutinario y, por supuesto, absolutamente distantes de esa tendencia a lo políticamente correcto a que estamos habituados. Yo no me imagino a Don Ramón calculando si conviene o no conviene soltar su última ocurrencia. Personajes tan llamativos de la época como Gómez Carrillo, Pío y Ricardo Baroja, Azorín, Benavente, González Blanco, Mariano Miguel de Val, ... compartieron mesa y café con el gallego, y recorrieron con él los más célebres cafés madrileños de la época: el de Fornos, el Suizo, el del Príncipe, el Madrid, el Gato Negro, la terraza del Gijón, la del Lhardy en la carrera de los Jerónimos, y el de la Montaña.

Valle-Inclán es un bohemio en toda su extensión, con un atuendo peculiar, que no renueva porque el bolsillo no se lo permite, una barba inacabable, viviendo en situaciones que rozan la miseria en un cuartucho del Barrio de Argúelles, donde llega a pasar hambre, siendo su café diario su único alimento en algunas ocasiones. Eran tiempos en los que estas situaciones los escritores las sabían vivir con elegancia y estilo, lejos de las ansias de subvenciones y sin sentir la necesidad de agarrar su brazo al del poder político, más bien al contrario.

Forma parte de la Generación del 98, tal vez la más brillante que ha dado España, junto a Antonio Machado, Azorín, Unamuno y Pío Baroja, entre otros; precisamente el escritor gallego mantenía una rivalidad sangrante con los dos últimos e incluso se cuenta que cuando se encontraban por Madrid acababan insultándose a voces por la calle.

También se hizo famoso en las célebres noches del "Kursaal", un viejo frontón en declive instalado en el local del antiguo Cine Madrid que por las noches, con el objeto de salvar la situación económica, se convertía en un music-hall. Toda su vida fue así, un viaje anárquico y cultural a la vez, desordenado y apasionado, pero siempre tamizado por la genialidad y la capacidad de crear continuamente obras que no pasarán nunca de moda.

Me pregunto si en la actual farándula, en el mundo literario, en las artes, existen en la actualidad personajes equiparables ... yo en la vida misma alguno he conocido, y me da cierta envidia.


9 comentarios:

veronicia dijo...

Recuerdo cuando leí Luces de Bohemia, era lectura obligatoria. Sin embargo para mi fue otra cosa porque descubrí el esperpento, me conmocionó.

De Valle Inclan recuerdo una frase suya "Soy carlista por estética" era muy dado a frases grandilocuentes, y yo pensé; lo es y lo dice... qué raro... ¿se puede tener una ideología por estética? la vida me ha enseñado que mucha gente practica todo tipo de estéticas ideológicas pero no lo dicen.

Tommy dijo...

Allá va una de mis características salidas de tono, aunque esta vez no vaya patrocinada por ninguna marca de mantequilla (ni de quina). Cuenta la leyenda urbana que Don Ramón estaba reunido con unos amigos cuando le dijeron que Antonio Zozaya, conocido escritor y periodista de la época, quería hablar con él, a lo cual rehusó Don Ramón haciendo los siguientes versos: "¿Quién? ¿Zozaya? / ¿El de los ojos saltones? / Que me toque los cojones / y se vaya". Todo un carácter.

Modestino dijo...

El esperpento es un estilo literario que se lo debe todo a Valle-Inclán y es un goce leerlo. Vaya personaje Bradomín¡¡¡.
En cuanto a eso de las estéticas ideológicas, veronicia, vivimos en un mundo de lo políticamente correcto ... hay temas intocables y temas destrozables.

Genial tu anécodta, Tommy, benditas salidas de tono¡¡¡

Mariapi dijo...

No conozco mucho su obra, pero las anécdotas del personaje son deliciosas, agudas, y como no podia ser menos...esperpénticas...como lo de su brazo.
Gracias Modestino, he disfrutado mucho con tu entrada.

annemarie dijo...

Yo también conozco a algunos, pero envidia, lo que se llama envidia... (Tiene muchísima gracia eso que escribes sobre V Inclán no sentir la necesidad de agarrar su brazo al del poder político :))

Modestino dijo...

Annemarie: a veces no envidias a una persona en sí, pero sí determinadas aptitudes o actitudes ... y a mí la soltura, el reirse del mundo de los bohemios me produce cierta envidia, tal vez porque son cualidades que a mí me faltan.

Hoy hay bastante literato, artista y similar que se agarra fuerte al brazo del poder, que practica un arte subvencionado.

tomae dijo...

...en el colegio con 2 compañeros recitamos un pasaje de Romance de Lobos, tendría unos 12 ó 13 años, fue increible descubrir a temprana edad al genial Dramaturgo!

...no fueron los limones Modestino, fue la cerveza!

sunsi dijo...

Modestino...¡¡¡Valle Inclán!!! Todo un curso de la carrera estudiando "Luces". Ya incluso abreviábamos. El esperpento... la caricatura de toda una sociedad que él decía que se había ido a pasear al callejón del gato, frente a los epejos cóncavos que la deformaban. En cuanto te adentras el el Esperpento descubres al verdadero Valle.

Gracias por este recuerdo de tertulias literarias el la cafetería de la central, con sillas rotas y tanto humo que no veías más allá de un metro de distancia...
Tiempos...
Un saludo, Modestino.

Alondra dijo...

HOla!! Qué grotesca y hermosa literatura la de Valle Inclán, experimentando nuevas maneras de leer el mundo, jeje
Cráneo privilegiado el de Ramón...