
La afición zaragocista esperaba el partido de Anoeta con temor, desazón y escepticismo; temor porque el rival estaba en fase ascendente, desazón porque una derrota nos podía alejar demasiado de los tres puestos de cabeza, algo que a estas alturas y con una plantilla tocada podía ser fatal y esceptisimo porque los malos partidos que acostumbra a realizar el equipo blanquillo fuera de casa no podían hacer presumir otra cosa que la derrota. Por eso da gozo comentar que hoy por la tarde el Real Zaragoza ha jugado su mejor partido fuera La Romareda en esta triste campaña en el purgatorio.

El Zaragoza no se amilanó y siguió intentándolo; la buena actuación del actual Zamora de la categoría, el meta donostiarra Bravo, la falta de tino de los delanteros y la mala suerte que no abandona este año a nuestro equipo impidieron que el tanto de la igualada llegara antes, haciéndolo con un penalti bastante dudoso al delantero Braulio.
En el encuentro de hoy caben destacar diversas decisiones de Marcelino: dos de ellas antes de comenzar el partido y otras en el transcurso del mismo. En la alineación destacaron, además del regreso de Chus Herrero que devolvió a Zapater al doble pivote por la obligada ausencia de Gabi, dos novedades llamativas: el regreso de Pulido al centro de la defensa en lugar de Ayala, bastante desacertado en los últimos partidos y la titularidad de Songo'o, que ocupó el puesto de Caffa, un hombre cuyo buen rendimiento inicial se ha ido deshaciendo como un azucarillo.
A lo largo del partido el mister zaragocista ha sido valiente; en primer lugar se ha atrevido a sacar a Ander Herrera al poco de iniciarse la segunda parte, quitando a Chus Herrero, bajando a Zapater al lateral y a Jorge López al pivote, en una demostración de que tiene flexibilidad y de que la apuesta por la nueva joya de la cantera va má allá del mero detalle para la galería. Por otra parte y a la vista de que el empate no llegaba, Marcelino se ha jugado el todo por el todo y ha sacado del campo a un lateral, Javier Paredes, para meter un nuevo atacante: Caffa. Pienso que el asturiano necesitaba una demostración de clarividencia de esta naturaleza para reforzar una autoestima que en las últimas semanas parecía resquebrajarse.


El sábado próximo llega el Las Palmas, un equipo irregular y frágil que no debería ser obstáculo para seguir progresando, pero el partido hay que jugarlo y el Zaragoza ya acumula demasiadas malas experiencias como para fiarse y bajar el pie del acelerador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario