28 de enero de 2010

Tomarse un Gin tonic



Hay unas cuantas cosas más elevadas que tomarse un Gin tonic, pero no se trata de despreciar la ocasión de hacerlo; la verdad es que no me conviene en exceso un combinado de esta naturaleza, pero de vez en cuando, si la ginebra es mínimamente buena y el que lo hace tiene habilidad para ello, es un complemento imponente para cualquier velada, incluso es capaz de convertir en grato un encuentro que iba para aburrido.

En estos temas no se puede dogmatizar -en realidad en casi ninguno- y por lo tanto no afirmaré que mis criterios son los mejores al respecto, eso sí, a mí me gusta tomármelo en copa de balón y con mucho hielo y no demasiada ginebra. Como soy un ansioso y tiendo a comer y beber con los ojos, me cuesta calmar los instintos y tomarlo como se debe, es decir, poquito a poco, saboreando, disfrutando su buen gusto durante tiempo prolongado.

No sabría decir qué ginebra es la mejor, pues no voy de entendido, fundamentalmente porque no lo soy y podría acabar haciendo el ridículo; al principio corrían "Larios", "Gordons" o "Beefeather", aunque más adelante entré en la dinámica del "Tanqueray" para acabar pasando al "Bombay Sapphire", el de la botella azul, por mucho que la ginebra siga siendo transparente. Ahora la gente habla de marcas más sofisticadas ("London", "Citadelle" "Hendrick's", "Seagrams", "Raffles", ...) pero yo soy incapaz de entrar en valoraciones, porque no me muevo en demasiadas exquisiteces al respecto. En cuanto a la tónica, muchos han descubierto ahora la célebre "Fever tree", que al parecer viene de la India, aunque yo me conformo con la "Schweppes" de siempre.

Otro tema es lo del limón exprimido, a partir de un momento -no sabría decir cuando- se puso de moda y a mí me hacía gracia, aunque ahora prefiero el Gin tonic con la peladura del limón en la parte superior de la copa, o incluso con lima; hace unos días estuve en casa de un amigo que me lo puso con pétalos de rosa, y he de reconocer que no se si era por las rosas, pero el gin tonic estaba de miedo. Y es que hay quienes son auténticos artistas en el tema.

Vuelvo al principio, no pretendo moverme en epicureísmos, pero no se trata, me parece, de ser un aburrido y un estoico y de vez en cuando uno se puede regalar con un capricho de esta naturaleza, es bueno para el cuerpo y puede que también para el alma.


12 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Un gin tonic... es una cosa muuy rica, me ha encantado esto, Modestino, echo de menos a Rocío con lo de la ginebra Citadelle que decía ella que era estupenda.

Un abrazo (helado hoy... brrrrf frío en Madrid)

Modestino dijo...

Rocío hace semanas que anda desaparecida, esperemos volver a verla por estos pagos de los "locos blogeros". Esta mañana caía precisamente en la cuenta de que ella ya había sacado un post sobre el tema y me he sentido algo "copión".

Otro abrazo, en Huesca -4º.

ana dijo...

Pues yo pienso que esos pequeños placeres han de ser exprimidos hasta el final. Disfrutados placenteramente, sin prisas. No dejan de ser un estupendo regalo.

Ayer hablabas de la capacidad de dar, de compartir.

Hoy toca sacar brillo al otro lado de la misma moneda. Capacidad para recibir; para disfrutar de esas pequeñas cosas que día a día nos acompañan, las que a pasitos nos va colocando la vida. Disfrutar serenamente y sin culpa cada cosilla que vayamos encontrando. Son un regalo.

Así que... que sea un estupendo día...
... y también un deseo: que hoy puedas saborear un gin-tonic de los que te gustan... tranquilamente.

Modestino dijo...

Gracias Ana, pero me parece que hoy no toca gin-tonic :).

ana dijo...

... ainssssssssssssssss

sunsi dijo...

El lado epicúreo de cada uno. Qué bueno saber disfrutarlo, Modestino... Cada cual tiene ese lado y es variadísimo. El mío ... un buen cava brut nature catalán. Y en buena compañía.

Un saludo

annemarie dijo...

Buenísimo, eso de que un gin tonico puede convertir en gratos los encuentros aburridos! :)) Pero pide calor tropical si se puede, mucho calor, la noche, y buenos amigos. Uau! :))

FRANK dijo...

Ten cuidado con ese amigo que te pone pétalos de rosas en el gin tonic.

Je, je, je ... Es broma. Me encanta el artículo, describes de maravilla lo que significa para ti tomarte este estupendo combinado.

Brunetti dijo...

¿Pétalos de rosa en el gin-tonic? Desde luego, la gente se lo inventa todo. Trataré de probarlo, aunque sólo sea para poder opinar.

A mí, últimamente, la que más gusta es una que se llama G'Vine, fabricada en Francia, como la Citadelle, e igual de prohibitiva que ésta.

¿Por qué será que en el país vecino se fabrican productos tan exquisitos?.

Tintin dijo...

Perfecto artículo, hasta me salpica el burbujeo de la tónica en ese inigualable contrapunto amargo mezclado con el lingotazo.
La vida merece estas pequeñas concesiones al rito y la magia de la droga controlada cuando el momento lo merece.
Personalmente soy más de bebidas no destiladas - especialmente vino, todos - pero en cualquier caso, compartimos el ritual que conlleva el tomarlo.

Cuando quieras, hay aquí un sitio con gin-tonics increíbles, vete pensando una escapada....

Modestino dijo...

Tintín, por allí casi todo lo que se bebe y se come es bueno, intentaré buscar el hueco.

María dijo...

Ay Dios mío!!! Malo cuando se oye la palabra gin-tonic y la relacionan con tu nombre, jajajaja.

Bueno, vale... lo reconozco. Es mi combinado favorito. No se puede negar la evidencia.

Y de copión nada, Modestino, somos muchos los aficionados al gin-tonic!!!

Besos