3 de enero de 2010

"La noria",Luis Romero











"La noria"
Luis Romero
Barcelona, 1951




Hasta ahora solía abrir un hilo con los libros que iba leyendo, amen de algunas entradas dedicadas en exclusiva a determinados escritores; con la intención de seguir en esta línea, se me ha ocurrido incorporar también aquellos libros que leí hace muchos años y que han dejado, por una u otra razón, una huella positiva en mi recuerdo.

Voy a comenzar con "La noria", la novela con la que el escritor barcelonés Luis Romero ganó el Premio Nadal en 1951; el motivo principal es el gratísimo recuerdo que conservo de la lectura de un libro que me pareció excelente, de lo mejor que he leído en novela española contemporánea, pero también me mueve a empezar por "La noria" el hecho de que su autor nos dejara el mes de febrero del año que ayer terminó y el que el Premio Nadal, un certamen que desde mi punto de vista ha aportado a la literatura española bastante más que el Planeta ("Nada", de Carmen Laforet, "La sombra del ciprés es alargada", de Delibes, "El Jarama" de Sanchez Ferlosio, "Entre visillos" de Carmen Martín Gaite, "Primera memoria", de Ana María Matute, "Las hermanas coloradas" de García Pavón, "Libro de las memorias de las cosas", de Fernández Santos, ...), se debate y entrega la víspera de Reyes.

Efectivamente, Luis Romero es, desde mi punto de vista, uno de los mejores autores de esa irrepetible generación española de posguerra que ha aportado escritores de primerísimo nivel y novelas que son hoy día auténticas joyas literarias. Romero también ganó el Planeta en 1963 con "El cacique", el "Espejo de España" en 1982 por "Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo" y el "Ramon Llull" de novela por "Castell de cartes" en 1992. Tampoco cabe olvidar una novela excelente como "Los otros" (1956)y sus "Tres días de julio" (1967), reeditada hace pocos años, y que resulta una de las más completas e imparciales novelas sobre el 18 de julio de 1936.

"La noria" es la primera novela de su autor, y ésta describe un día en la vida de Barcelona, su ciudad natal, a través de 37 personajes; a lo largo de toda la obra está latente la preocupación por la sociedad y los más desfavorecidos, algo que nos sitúa en los orígenes del realismo social. El libro es un muestrario excepcional de personajes y Romero sabe unir habilmente cada uno de ellos, de manera que va engarzando historias sin interrupción: por ejemplo, una persona cuya vida está narrando toma un taxi, cuando llega a su destino la narración se queda en las cuitas y preocupaciones del taxista, engarzando su historia con la del siguiente pasajero. De esta manera Luis Romero consigue llegar al final con coherencia y sin que se pierda ni un momento el interés. Como queda dicho, a ese autor hay que incardinarlo en el realismo social tan frecuente en la época y en el que destacaron escritores de la talla de Luis Martín Santos o Ignacio Aldecoa. El libro está, además, maravillosamente escrito y lo considero una de las joyas de la literatura española de la segunda mitad del siglo pasado, considerando que alguna vez le llegará a Luis Romero la ocasión de que se haga con el un acto de justicia y se le coloque en el lugar privilegiado que merece.


He encontrado un artículo de Hilari Raguer escrito en "El País" con motivo del fallecimiento de Luis Romero de cuyo enlace dejo constancia porque me ha parecido muy atinado, gustándome en especial la referencia a los "personajes de la tercera España, los que no cabían ni en la azul ni en la roja". También dejo la publicada en "La Vanguardia", donde tras leerla me he enterado de que "la noria" la escribió cuando vivía en Buenos Aires, reflejando sus recuerdos de Barcelona.

http://www.elpais.com/articulo/Necrologicas/Luis/Romero/novelista/elpepinec/20090208elpepinec_2/Tes/
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2009/02/05/pagina-27/76614575/pdf.html?search=Luis Romero

12 comentarios:

annemarie dijo...

Interesantísimo tu artículo, y también él de H Raguer. A mí me interesan mucho los comportamientos durante las guerras. (Mira el link a la derecha del artículo que citas de El País, “Supervivientes de trinchera extranjera” - es siempre sorprendente). No sé en España, pero aquí se nos inculcaba con mucha fuerza a los niños que las personas se conocen verdaderamente en la mesa, en la iglesia y en el juego – las tres (para nosotros :)) famosas mesas, “de comer”, del altar, del juego. (El orden no debía ser esto :)) Pero en la guerra también, no te parece? Quizá sobretodo en la guerra. Esa frase de los novios de la muerte me parece a mí un crimen. Yo he escuchado en la tele Chaim Herzog, que fue presidente de Israel en los ochenta, y parecía muy mayor, preguntar en directo a propósito de los entusiasmos patriotico-religiosos de sus conterráneos, muy exaltados con el ultimo episodio del día, y que estaban diciendo las porquerías habituales que suelen decirse sobre la guerra – el “valor”, el “coraje”, “Gott mit uns”, etc :“Ha estado Ud. alguna vez en el frente de batalla? Pues no sabe de que habla”. Silencio.

Hay una cosa que me encantaría que comentaras un día, :)) de Amos Oz, “Como curar a un fanático”, una conferencia fenomenal en Princeton. He buscado la versión española del texto, pero no la he encontrado online. Está publicada en español en papel y, mira, es texto de estudio en las escuelas elementales de Suecia, idea fenomenal, en mi opinión. La solución está como dices en el tercero pueblo, siempre en el tercero pueblo. Me quedo con la referencia de la colección “Mosaico de la historia”, gran post, un abrazo! (Perdona la extensión, es que es un asunto que me apasiona totalmente :))

http://www.princeton.edu/WebMedia/lectures/20031110ozVN300K.asx

http://www.fundacionprincipedeasturias.org/premios/2007/amos-oz/speech/

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/7908/Contra_el_fanatismo

http://herutx.blogspot.com/2007/10/cmo-curar-un-fantico-libro-de-obligada.html (mira los comentarios, bueníííísimo como conclusión :)))

Modestino dijo...

Muy interesante y atinado lo que cuentas, Annemarie, y muy sugerentes los enlaces: los leeré con atención.
¿Nunca has pensado en abrir un blog?...:).

annemarie dijo...

Tienes razón, los comentarios demasiado largos son insoportables. :)) (Nunca pensé en un blog, porque me falta el sosiego necesario. Es decir, si pensé, y llegué a la conclusión de que me falta el sosiego necesario. :))

Modestino dijo...

Que conste que yo no he dicho, ni expresa ni tácitamente, que los comentarios largos son insoportables..:). Generalmente son enriquecedores.

annemarie dijo...

:)))))))

Suso dijo...

Aunque ya lo sabes, para mi la Noria y el Cacique,¡de lo mejor!

En la misma época descubrí "El malvado Carabel", que también me pareció excelente!

Modestino dijo...

"El malvado Carabel" lo leí hace años y también me encanto, al igual que "El bosque animado" y "Volvoreta", otras dos novelas de Wenceslao Fernández Florez, un hombre al que pienso no se le ha reconocido su importancia en la literatura española del siglo XX, al igual que pasa con Jardíel Poncela, quién no sólo hizo teatro, sino que escribió también unas novelas excelentes.

FRANK dijo...

Hola, Modestino! Has visto el partido? Hacía tiempo que no veía al nuestro Zaragoza con una defensa tan seria. No es que haya sido un buen partido, pero hemos puesto contra laas cuerdas a un equipo de zona uefa (o como se llame ahora)creo que si seguimos así nos mantendremos en Primera.

Un saludo

Modestino dijo...

No, Frank, no he visto el partido, aunque te agradezco el comentario positivo, aunque sea en un post literario.
No obstante no todas las opiniones son tan optimistas; y, de cualquier forma, sí queremos remontar será necesario fichar un par de delanteros. Se habla del brasileño Keirrison, un asidue cedido por el Barcelona al Benfica que sólo ha jugado 7 partidos y no ha marcado goles y de Adrián Colunga, del Recre, que tampoco es el no va más.

Asier dijo...

Me has dejado con ganas de leer este libro. Mucho me temo que se anuncia un nuevo periodo de bulimia literaria y lo que comentas aqui tiene muy buena pinta, por lo de la coralidad y demas.
Por cierto, Anne Marie: coincides en esto con lo que decia mi padre. Le toco pegar tiros y siempre decia que a los hombres se les conocia en la guerra, no por su ardor belicoso, sino precisamente por su capacidad de intentar mantener la nobleza cuando dar de comer a la bestia no parecia pecado.
La conferencia del señor Oz tal vez debiera ser obligatoria por estos lares también. Lo peor es que todos los dias en que uno se asoma a la ventana de los blogs ve fanaticos, de estos con cuatro ideas, pero aferradas como clavos. Y lo peor es que nunca se daran cuenta de que sus estructuras mentales cson las de fanaticos. En fin...
La frase del señor Herzog se parece mucho a una que salia en una pelicula cuyo nombre no me viene ahora a las mientes.
En fin, Modestino, me alegro de que me hayas resultado util.
Ah! Y a mi no me molesta hacer comentarios largos. Se nota, eh? Se nota?
Excelente año a tutti cuanti paseen por este blog (bueno, no; mejor a todos los que se lo merezcan;-))

Anónimo dijo...

Tu post en el blog sobre "La noria" de Romero, es casi lo más provechoso y orientador que se puede encontrar en la red sobre su lectura. Gracias y enhorabuena.

Anónimo dijo...

Por azar, y cosas de la vida, me he encontrado con dos ejemplares de este libro durante la msma semana. Tras leer lo de aquí arriba, también habré de leer este libro que aparto a la cola, y meto en cadena de lectura. A su lado tengo el "Por quién doblan las campanas?" de Hemingway, que sí he leído.