29 de marzo de 2014

El positivo de Dani Benítez

Dani Benítez, jugador del Granada, da positivo por cocaína

Fue descubierto en un control antidopaje el pasado 16 de febrero tras el Granada-Betis

"Dani Benítez, jugador del Granada CF, dio positivo por cocaína en un control antidopaje el pasado 16 de febrero, precisamente el día en que fue expulsado durante la disputa del Granada-Betis apenas a los quince minutos de saltar al campo sustituyendo a otro compañero. Tras hacerse pública la noticia, el Granada ya le ha comunicado al futbolista que va a rescindirle su contrato."

Dani Benítez es un atacante zurdo del Granada que según cuentan tiene arte en los pies; por lo visto fue un jugador clave para que el equipo nazarí retornara a 1ª división hace tres años, después de un peregrinaje por las divisiones inferiores que había durado 35 años. El jugador nació en la localidad balear de Lloseta y tras destacar en los equipos filiales del Mallorca jugó en el Pontevedra y el Elche antes de recalar en el Granada. Parecía que en la máxima categoría el jugador se podía consagrar como una figura emergente de nuestro fútbol, pero ya en su primer año en primera dio muestras de su carácter al arrojar una botella a Clos Gómez, árbitro del partido que enfrentaba a su equipo con el Real Madrid y quien consideraba les había perjudicado seriamente. El Comité correspondiente impuso al extremo una sanción de seis meses, lo que unido a una posterior lesión grave ha tenido a Dani Benítez en la despensa demasiado tiempo.

El positivo de cocaína que por lo visto va a suponer su despido del club y una sanción tremenda puede ser el final de una carrera que en su día prometía desarrollarse de una manera más tranquila y positiva. No voy a elucubrar sobre el tema concreto, simplemente me gustaría hacer una reflexión sobre un problema concreto: cómo los jóvenes deportistas, y muy especialmente los que le dan al balón con el pié, adolecen frecuentemente de determinadas virtudes que deberían acompañar a las cualidades esterictamente deportivas: humildad para estar en su sitio, respeto al resto de personas que corretean por el estadio, ejemplaridad de su vida fuera de los horarios de competición y entrenamiento, ... no es infrecuente observar como futbolistas de élite andan endiosados, a la vez que se dejan llevar por una vida privada que pone en evidencia que no han asimilado ni la fama ni el dinero. Le deseo lo mejor a Dani Benítez, en concreto que sea capaz de enderezar su errática trayectoria, pero su caso debería servir de ejemplo y escarmiento.

2 comentarios:

Carmen J. dijo...

No tienen cabeza, pero además están muy mal aconsejados. Eso y el dinero rápido, y la mezcla es explosiva. Y como él hay otros. Y siempre los habrá, en el fútbol, el espectáculo y hasta el andamio.

Modestino dijo...

Pues sí ... hasta en el andamio ....