19 de octubre de 2013

El imperio de la bici


Hace ya bastantes años que los ciclistas han impuesto su hegemonía y sus criterios; por supuesto que no me parece mal y bienvenido sea un medio que ahorra gasolina y polución atmosférica. En Huesca con eso de la peatonalización, una decisión municipal que posiblemente haya ido demasiado lejos pero ante la cual se ha impuesto desde algunos ámbitos una contestación que me suena a cierto populismo y algo de obsesión por reivindicar lo que sea, se ven cada vez más bicis por la calle y montados en ella a personajes ilustres y respetables a quienes hasta ahora nunca te hubieras imaginado de esa guisa.

Bienvenidas sean las bicicletas, larga vida al carril-bici y mis felicitaciones a quienes ponen todo su espíritu deportivo en la práctica, forzosa o voluntaria, del ejercicio de pedalear. Yo mismo que en pocos meses veré como mi traslado al puesto de trabajo va a duplicar la distancia, me planteo reciclarme en el tema y volver a poner mi trasero encima de un sillín, cosa que no hago desde hace casi 40 años. Incluso esa combinación de vehículos de motor semidesaparecidos y bicicletas a "tutiplén" consigue que nuestras ciudades ofrezcan una apariencia más moderna y europea que puede ser reconfortante y hasta consolarnos algo de esas desdichas económicas que padecemos.

Eso sí, hace ya tiempo, no es cosa de hoy, que vengo observando que entre los ciclistas hay unos cuantos que, al menos en apariencia -hay quien dice, con relación a este tema y a otros, que soy demasiado suspicaz- parecen haber asumido la condición de reyes de aceras y calzadas y aparecen, en ocasiones inesperadamente, "cabalgando" su bicicleta con pose segura y, cuando menos, aires de ser los amos de la via, de hacerse respetar y considerarse por encima del bien y del mal si de deambular por la calle estamos hablando. Recuerdo mi experiencia de hace unos cuantos años en Sevilla, donde había avenidas en las que el carril bici tenía una anchura superior a la de la acera contigua, de manera que el pobre peatón tenía que caminar por su sitio entre medroso y acomplejado.

Los peatones, por supuesto, tendremos que acostumbrarnos a compartir espacio con los usuarios de las bicis, pero no estaría de más que éstos tuvieran en cuenta que la del peatón es la posición más débil y que éste solamente quiere pasear con paz y tranquilidad, sin sobresaltos. La de peatón es una condición sana y estimulante, pero empiezo a pensar que últimamente es actividad menos segura que antes.
 
 

8 comentarios:

Nacho dijo...

Como siempre, gran entrada.

Siempre he pensado y defendido que Huesca es una ciudad ideal para trasladarse andando o en bicicleta. Evidentemente hay muchos aspectos mejorables en el modelo de movilidad que acaba de estrenar la ciudad pero estoy convencido de que el 95% de los problemas se podrían resolver con sentido común pero sobre todo con respeto.

Por desgracia, algunos no saben lo que es eso. Ni al volante, ni en bicicleta y seguramente ni a pie.

Un saludo :-)

tomae dijo...

Yo los llamo "peatoclistas" porque de alguna mantienen una comportamiento similar y me atrevería a decir que asentada en particulares ideas fundamentalistas en torno a las denominadas leyes urbanas...

Ahora bien, si analizamos uno a uno de los individuos de ese subgrupo urbano, a mi modo de ver tienen todos aspecto de "cicloatón" que se les ve en la cara.

Buen Finde! :)

Susana dijo...

A la hora de cruzar la carretera se supone que deberían pararse y mirar, como cualquier peatón, pero no, ellos creen tener derecho de paso en cualquier momento y resulta muy peligroso. Un beso.

Modestino dijo...

Todos tenemos que aprender eso del sentido comun y el respeto. En lo de la famosa y polemica movilidad veo demasiada extension por un lado y cierta cerrazon critica por otro.
Y gracias y bienvenido, Nacho.

Modestino dijo...

Siempre creativo, Tomae ... yo tambien tengo a veces la tentacion de pensar que hay fundamentalismo en algunos ciclopeatones ...

Modestino dijo...

Yo soy peaton 100% Susana, y tambien nosotros deberiamos hacer examen de conciencia ...

Brunetti dijo...

Modestino, verte a ti subido en una bicicleta yendo al trabajo es un espectáculo que, si llegara a producirse algún día, no pienso perdérmelo.

Feliz finde,

Modestino dijo...

Tranquilo Brunetti, te reservaré palco ;););)