24 de septiembre de 2012

¿También en el resto de la Unión Europea?


La zaragozana Estación de Delicias no tiene demasiados años, si no recuerdo mal la de trenes fue inaugurada en 2003 y tres o cuatro años después se completó el "lote" con el estreno de la de autobuses. Hay distintas opiniones en torno al estilo de la misma, aunque parece claro que se trata de una estación moderna, bien acabada y útil para el servicio que debe prestar, por mucho que haya quien la vea fría y poco acogedora. Pero no abro la entrada para discutir sobre la estación zaragozana, sino para hablar de algo sobre lo que quienes están más "viajados" es posible tengan más datos: ¿la costumbre de escribir "simplezas" en paredes y puertas de los servicios de las estaciones, está generalizada?, ¿En Londres, París, Berlín, Amsterdam, ... también uno se ve casi obligado a leer "guarradas" si tiene la desgracia de sufrir un "apretón" o similar a la espera de un tren o un bus?.

En esos pequeños recintos, generalmente poco gratos, fuente de olores nauseabundos y de los que uno desea salir cuanto antes, es donde con mayor frecuencia me he sentido avergonzado de ser español; y mira que uno tiene bastante capacidad de comprender y disculpar a sus paisanos y que unos cuantos de nuestros defectos dominantes tiendo a mirarlos con bastante indulgencia, pero no puedo evitar que me parezca penosa esa capacidad de idear obscenidades y plasmarlas por escrito. Y es que hay miserias que se pueden medio justificar por un mal momento, una debilidad, ... hasta por el calor o el frío, pero el tomarse la "molestia" de sacar boli o rotulador y poner por escrito en lugar público frases incalificables, exabruptos repelentes y repugnantes solamente se le puede ocurrir a una mente enferma, y por lo que uno ha comprobado, de éstas hay bastantes por estos andurriales.

No se trata tanto de consideraciones morales, como de decoro y de respeto; quien "enriquece" la cutrez de una pared asaeteada de letras pone de manifiesto, en primer lugar, que le importa un bledo la sensibilidad ajena, que para él todo aquel que llegue a leer sus lindezas es alguien al que se puede faltar impunemente al respeto, mientras que al mismo tiempo, refleja una absoluta ausencia de delicadeza por la pulcritud y la buena conservación de los espacios públicos, es decir, considera que puede hacer lo que le venga en gana donde él quiera, ... como los perros, que levantan su pata en el primer árbol que pillan. Y seguramente, el mismo ciudadano que escribe procacidades y palabras sátiras en la puerta de la "toilette" reclamará indignado cuando las torpezas de otro afecten a lo que le pertenece o agrada. Y es que por aquí somos muy conscientes de los impuestos que pagamos y lo que por ello podemos exigir, pero a veces da la impresión de que todo esto es un poco de boquilla.

6 comentarios:

Susana dijo...

Creo que el problema es el anonimato. Todos somos muy educados en público, pero cuando se cierra la puerta sale a relucir lo peor de cada cual. Un beso.

Modestino dijo...

Es verdad que el anonimato puede sacar lo peor de cada uno, pero cuando comienzas a analizar el contenido de esas pintadas contemplas lo que puede haber dentro de alguien, y el bajísimo nivel moral y cultural de unos cuantos.
Esta mañana un oadre llevaba a sus hijos -entre 3 y 6 años, más o menos, al colegio y como a uno de ellos se le ha caído la bolsa que llevaba ha comenzado a gritar: "hostia, Ivá, hostia Ivan..." ... si comenzamos así.

Brunetti dijo...

Este verano me vi en la obligación de ir una tarde a Port Aventura, después de más de diez años sin visitar ese llamado 'parque temático'.

La frase que, con diferencia, más escuchamos durante las cinco o seis horas que allí pasamos estaba verdaderamente cargada de originalidad y poesía, e invitaba a volver cada día:

"Tía, esto mola que te cagas".

En fin....

Modestino dijo...

Toda una muestra de riqueza de vocabulario ;)

Carmen J. dijo...

¡Hola! Creo que este tipo de cosas se leen en todos los países, o en muchos al menos, y no solo en las estaciones de tren, sino en la mayoría de los bares. Con rotulador, pero también "grabados" en la madera.

Sí, es un poco raro que alguien se entretenga, precisamente en ese sitio a donde siempre se va por obligación y para estar el menor tiempo posible, en escribir chorradas que no tienen mucha gracia. Pero tampoco creo que sea algo muy leído. Lo mejor es no fijarse :-)

Modestino dijo...

Consuela algo que por otros lugares sean igual de brutos. Sí, mejor no leer. Un saludo!