El otro día me pareció leer en el Heraldo de Aragón que había algún conflicto con la "Sala Oasis"; no se en concreto qué pasaba y no he encontrado por internet ninguna noticia que me diera pistas. Pero la cita de este rincón, ubicado en el casco viejo de Zaragoza, ha puesto en mi cabeza la idea de hablar de él ... y mira que no va a ser fácil, pues he de confesar que nunca he estado en este teatro tan especial y legendario, algo que para unos constituirá muestra de decencia y para otros manifestación de que no he tenido juventud. Cuando era pequeño mi única referencia del "Oasis" venía de algún anuncio del periódico y de alguna entrada suelta que aparecía por el suelo de la calle, pero ni se me ocurría pensar que fuera algo distinto del Teatro Principal, donde se representaban los grandes éxitos de Casona, Jaime Salom o Buero Vallejo o el Argensola, donde en las fiestas del Pilar solían actuar Paco Martínez Soria, Juanito Navarro y Lina Morgan, entre otros, y es que me encontraba en el que entonces era notorio pelotón de niños metidos en burbuja ... me temo que hoy cualquier chaval que supere el uso de razón anda mucho más enterado de todos y cada uno de los aspectos de la vida ... cosa que no tengo nada claro que sea buena.
Con los años fui enterándome que el "Oasis" era un lugar donde se celebraban espectáculos atrevidos, una especie de cabarette donde lucían vedettes con poca ropa y delanteras que ni Amancio y Santillana que venían anunciadas en cartelones expuestos, conforme pasaban los años con menor discreción, en las calles zaragozanas; así tuve conocimiento de nombres como Carmen de Lirio, Vicky Lusson o Lita Claver "La Maña". El día que celebramos el término del bachillerato, tras la recatada fiesta colegial, un grupo de alumnos se marchó a la referida Sala, donde cuentan que algún espectador llego a preguntarles donde paraba el biberón, ... yo opté por una cena cerca de la Plaza San Francisco. El "Oasis", como el "Plata", eran considerados lugares poco recomendables, y no parece que efectivamente fueran focos de buen estilo y moralidad, pero no por ello dejaron de tener su hueco en la pequeña historia de los locales frecuentados, de los usos y costumbres zaragozanas de una época. Hoy en día la diversidad es tanta que no son más que viejos reductos de un pasado distinto. Incluso he encontrado folletos relativos al barrio de "El gancho", donde está ubicada la Sala, en las que se incluye a la misma entre los lugares históricos a visitar, junto a la iglesia de San Pablo y el palacio renacentista de la Escuela de Música.
El "Oasis" se halla en la calle Boggiero, detrás del Palacio de los Luna, sede del Tribunal de Justicia de Aragón; y Basilio Boggiero Spotorno fue, nada más y nada menos, que un monje italiano que murió heroicamente en los sitios de Zaragoza, lo que no deja de tener su miga ... ¿quién le iba a decir al buen religioso que su nombre y apellidos iban a dar lustre a una calle en la que se ubicaría un local de semejante naturaleza? ... estas cosas tiene la vida. Si las paredes hablaran, las del "Oasis" nos podrían contar de todo, historias chuscas, otras poco edificantes, alguna para no dormir y más de dos y de tres bastante divertidas.
6 comentarios:
No creo que te hayas perdido nada importante por no frecuentar ese local. Un beso.
Por lo que he visto en la web de Oasis Club Teatro desde el año 1996 algo debió cambiar porque he visto que han actuado en ella Amaral, Enrique Bumburi, Alejandro Sanz, Andres Calamaro, Melendi, Loquillo...
Hace unos días paseaba con mis hijos por el centro de Zaragoza y quería transmitirles dos recuerdos: el sabor de las "madejas", y la sensación de "peligro pecador" que nos quedaba al asomarnos por las rendijas del Oasis.
Gracias por esos recuerdos Modestino.
Seguro que no, pero no deja de formar parte de la pequeña historia de la ciudad.
No me los imagino ... pero ...
Tampoco son moco de pavo las madejas.
Publicar un comentario