La primera vez que fui al fútbol ya había cumplido los ocho años. Si alguien piensa que fui uno de esos niños casi de teta que salen al campo vestidos con el uniforme del equipo de la mano o en brazos de uno de los ídolos locales se equivoca: a mí de pequeño lo que me gustaba era disfrazarme de torero y esa fiebre zaragocista fue calando en mi persona ya iniciada la enseñanza primaria. Corría la temporada 1966-67 y mi padre, imagino que tras haberle dado algo la tabarra, decidió llevarme a ver el primer partido en vivo y en directo de mi vida. El rival era el Athlétic de Bilbao, con lo que no era ni mucho menos un encuentro cualquiera. No recuerdo con quien formó el equipo del Bocho, pero sí que eran los tiempos de Iribar, Larrauri, Aguirre, Argoitia, Arieta, Rojo I, ... Por parte del Zaragoza saltaron al campo la mayoría de los jugadores que habían ganado hacía menos de un año su segunda Copa del Generalísimo, precisamente a los bilbaínos, si bien el lugar del extremo brasileño Canario, el número 7, lo ocupó esa tarde un canterano poco "placeado" llamado Encontra. Del encuentro recuerdo poco, tan sólo que no fue muy brillante, que se adelantaron los leones con un tanto de Fidel Uriarte, que ese año ganaría el "Pichichi", que empató Eleuterio Santos, que el árbitro expulsó a otro "magnífico", Juan Manuel Villa y que el jugador que más me gusto fue el lateral zurdo Severino Reija.
Pero, vete a saber porque extraño misterio de la vida -y de la memoria humana- el principal recuerdo que tengo de esa tarde dominical fue el del enorme impactó que al entrar por vez primera en mi vida en un estadio de fútbol, me causó la imagen del verde del césped. Aunque por entonces la televisión en color se planteaba como una utopía similar a la de la llegada del hombre a la luna, estoy seguro de que alguna fotografía de un campo de fútbol la habría visto anteriormente, además de que la imaginación infantil suele ser rica y detallista, pero aún así cuando vi ese verde vivo que se extendía a lo largo de algo más de 100 metros me quedé parado, admirado ante una realidad que superaba con creces lo que me hubiera podido pasar por la cabeza. Creo que en ese momento mágico tuve bien claro que la realidad supera muchas veces a lo imaginado, que para quien comienza a ejercitar una afición, elevada habitualmente a la condición de pasión, los partidos televisados, los reportajes del lunes, las crónicas periodísticas, los goles narrados en la radio o las colecciones de cromos de principios de temporada acaban siendo muy poca cosa ante la imagen vivida directamente, ante lo que un estadio de fútbol es capaz de ofrecerte cuando lo pisas. Aquél domingo de 1967 en mis ojos de niño quedó reflejada la belleza en forma de césped deportivo y a partir de entonces es posible que ese verde impoluto, cuidado y brillante quedara grabado como imagen permanente para toda una vida.
Aunque el Estadio de La Romareda se ha ido convirtiendo en una mole vetusta y desvencijada, en un lugar que el paso del tiempo y el descuido de las personas ha dejado caduco y extemporáneo, su césped ha sido siempre una joya bien conservada, un lugar donde desarrollar el buen fútbol con facilidad. Allí han lucido su saber hacer domingo tras domingo jugadores tan insignes como Lapetra, Violeta, García Castany, Arrúa, Antic, Pichi Alonso, Señor, Barbas, Rubén Sosa, Pardeza, Riijkaard, Cafú, Santi Aragón, Belsué, Cáceres, Gustavo Poyet, Milósevic, Gabi y Diego Milito, David Villa, ... y lo han visitado buena parte de los mejores jugadores de la historia, desde Pelé, Cruyff y Maradona, hasta Van Basten, Zidane, Ronaldinho, Ronaldo y Ancelotti, pasando por Amancio, Pirri, Rexach, Xavi, Casillas e Iniesta. Pero en ocasiones no solamente son capaces de impactar los regates, las fintas, las paradas increíbles o los cambios de juego, ... en ocasiones la impresión también se produce con el estadio vacío.
10 comentarios:
El primer partido de primera que yo vi fue un Barcelona Real Madrid el cesped era bonito pero no lo veia como en la tele formando esos cuadros, lo que si me llamó la atención fue que al entrar al estadio y empezar a ver el partido era de día, y cuando terminó y me acerque mas al césped vi el cielo y se había hecho de noche sin que hubiera podido notar la diferencia.
Tiempo después me acostumbre a ver los partidos sobre césped rojo (la tele estaba estropeada y no había color verde) así cuando los veía en una tele normal me parecía extraño el color verde.
Por cierto si seguimos jugando así nos salvamos; estoy segura. Al Mallorca le tenemos que sacar por lo menos un puntito porque de local es bueno ... y quién sabe tal vez tres.
Seguimos prolongando la agonía ... esperemos que no sea nadar para mortir en la orilla, que tiene toda la pinta.
Está bien lo del cesped rojo ... Y debutar con una Barça-Madrid, es sin duda, todo un privilegio.
Si el Zaragoza saca por lo menos 4 puntitos en las dos próximas jornadas tiene muchas opciones de quedarse en primera, pues las dos últimas jornadas son muy difíciles para Granada (Vs. Real Madrid y Rayo en vallecas) y Villarreal (Vs. Valencia en mestalla y Atlético). El Zaragoza se la tendría que jugar contra el Racing (quizá ya sin opciones en la jornada 37) y Getafe (seguramente ya no se jugará nada). Creo que nuevamente tendremos última jornada de infarto.
En las últimas jornadas pasan cosas muy raras, entre otras cosas porque muchos equipos rinden en función de lo que se juegan.
Si cuando el Granada reciba al Madrid este ya es campeón, es muy factible que éste pierda ... y en Vallecas, dudo que el Rayo se juegue ya nada.
Yo veo la cosa muy difícil ... ya veremos.
Pues ya sabes, a hacerle fuerza al Barça en el clásico para que todo se decida en los últimos partidos XD
No albergo excesivas dudas de la victoria de los azulgrana en el derby.
El color verde es precioso.
Pero añado que el OLOR que desprende el césped recién cortado y regado es también sublime.
Lástima que solo se pueda gozar de ese aroma cuando te sientas muy cerca del terreno de juego.
O cuando saltas a disputar el partido, claro (no es nuestro caso).
Salud y suerte en este tramo final.
Ya puestos...
El Madrid gana la liga.
El Barsa el derby.
El Zaragoza se salva.
...
No suelo equivocarme.
Recuerdo que una vez jugué en el campo del Nastic, en uno de esos torneos que organizaba el ICAT, efectivamente el olor es especial.
Dios te oiga.
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