19 de diciembre de 2013

La última cabeza cortada

Hace ya tiempo que se veía venir, pero hasta esta semana no se ha hecho realidad el cese del serbio Miroslav Djukic como entrenador del Valencia; los "ches" andan por el noveno puesto de la tabla, pero se ve que para la directiva levantina no es suficiente como para justificar un trabajo, y ocho derrotas han terminado siendo una carga excesiva para un club que tal vez aún no haya asumido que los tiempos han cambiado, que se terminaron los días de vino y rosas cuando en el Valencia brillaban Rep, Kempes, Solsona, Mendieta, Piojo López o más recientemente Silva, Villa, Morientes, Joaquín o Mata. La situación económica del club es penosa y a lo mejor sus rectores no están tocando en demasía con los pies en el suelo y no asumen que posiblemente sean momentos de travesía del desierto y procede resignarse con metas mas modestas. Para ocupar la plaza vacante del banquillo de momento han optado por buscar dentro de casa y se ha hecho cargo del primer equipo, por lo visto provisionalmente, Nico Estévez, técnico del filial, con el que será deseable tengan más paciencia que con el balcánico, No obstante parece que los deseos del club se centran en traer a Juan Antonio Pizzi, aquel ariete goleador de Tenerife, Barcelona y Valencia que está triunfando por todo lo alto con San Lorenzo de Almagro ... ya veremos si consiguen ficharlo y, de ser así, el precio que han de pagar por ello y el resultado que da a corto plazo.

No he seguido la trayectoria de Djukic en Mestalla, pero su trabajo anterior en Valladolid me pareció impecable; el serbio sacó petróleo de una plantilla modesta y llena de "retales", supo sacar partido de jugadores que hasta entonces no habían dado el do de pecho, como Oscar González, Omar o Manucho, así como obtener lo mejor de hombres como Ebert, Rukavina o Marc Valiente; de esta manera, consiguió devolver a la máxima categoría a un equipo que andaba atrofiado en la división de plata y mantenerlo en primera no sólo con dignidad, sino practicando un fútbol moderno y bonito. Me temo que en Valencia lo que ha faltado es paciencia; no hay más que dar un vistazo a la actual plantilla valencianista para comprobar que se ha bajado cuando menos un peldaño en calidad y competitividad con respecto a años anteriores y que lo recomendable ahora no eran las urgencias ni las ambiciones excesivas, sino el trabajo diario y el saber esperar resultados del mismo. Han optado por cortar por el lado más débil y ya veremos si el equipo de la capital del Turia mejora algo su situación.

Djukic fue un jugador excelente, de su época en el Depor de Arsenio Iglesias todos recuerdan ese penalty que falló precisamente ante el Valencia y que le quitó la Liga a su equipo en beneficio del "Dream-team", pero por encima de eso está una trayectoria impecable en ese añorado puesto de defensa libre que desempeñaba con autoridad, colocación, una seguridad imponente y una técnica y salida de balón reservada a nombres ilustres como Beckenbauer, Scirea o Luiz Pereira; con el Depor consiguió una Copa del Rey y una Super-copa. De Coruña se fue precisamente a Valencia, donde volvió a ser importante, dirigiendo la defensa de un equipo que a las órdenes de Rafa Benitez volvió a ganar Ligas, además de una Copa del Rey, llegando a disputar dos finales de la Liga de Campeones. En la historia del fútbol español del cambio de siglo el nombre de Djukic ocupa un lugar importante, estoy seguro de que como "mister" aún no ha dicho la última palabra.

4 comentarios:

Dolega dijo...

Recibe mis deseos de que pases unas felices fiestas.
Besazo

Modestino dijo...

Vaya, y yo que pensaba que a alguien le interesaba Djukic ... ;), feliz Navidad y otro besazo para ti Dolega.

Ricardo dijo...

Me gusta tu blog por los temas y la redacción. A ver si logro suscribirme a tus entradas. Un abrazo

Modestino dijo...

Gracias Ricardo, pero me temo que tengo pillados unos cuantos vicios de redacción.