El pasado lunes los portales digitales de todos los medios de comunicación se hacían llamativo eco de la detención de Gerardo Díaz Ferrán, quien fuera fundador de "Viajes Marsans" y hasta hace bien poco presidente de la CEOE; lógicamente la presunción de inocencia anda por delante, pero además de la fiabilidad de una actuación policial de este calibre, los datos que aparecen en prensa son llamativos y elocuentes: más de un kilo de oro y 150.000 € en metálico ocupados, dinero en el extranjero, pisos de lujo en Nueva York, casas vendidas a inversores rusos, ... toda una lista de imputaciones que empieza a poner los pelos de punta. A Díaz Ferrán se le acusa de alzamiento de bienes, es decir de poner su capital y patrimonio a buen recaudo y "protegerlo" de sus acreedores, de defraudar las expectativas de éstos y esconder lo que tiene para que no cobren: todo un comportamiento que, de confirmarse, solamente cabe ser calificado como de canalla. Lo más triste de todo es que esta forma de actuar la realiza quien ha ocupado cargos de gran responsabilidad y, en consecuencia, debería ser el primero en dar ejemplo de transparencia y ejemplaridad. Dificilmente se podrá contentar -y contener- a unos ciudadanos si se les exigen esfuerzos notables mientras los que más tienen actúan como depredadores implacables.
Díaz Ferrán ya llevaba a cuestas una larga ristra de fracasos, como la intervención judicial de "Seguros Mercurio" y la quiebra de "Marsans", todo bajo un aura de sospechas y oscuridades que han terminado en los calabozos y, no sería de extrañar, en la situación de prisión provisional. El hombre encendió la polémica hace unos años cuando afirmó, sin encomendarse a Dios ni al diablo, que los españoles tenían que ganar menos y trabajar más, toda una declaración de principios que indignó, con toda la razón del mundo a muchos. Y no es que no debamos tener conciencia de la situación que atravesamos y de la necesidad de atarnos los "machos", sino que para lanzar semejante aseveración hay que tener una autoridad moral y un prestigio del que carece el tal Díaz Ferrán. Y, desgraciadamente, no nos debería extrañar ésto, pues son valores que se echan en falta entre nuestros políticos, pues todos andamos buscando -me parece- un líder sólido, algo que hacía Diógenes de Sinope, quien de noche vivía en una tinaja y de día caminaba por las calles con una linterna encendida diciendo que “buscaba hombres honestos”: no se si al final logró su objetivo, en España, desde luego y a ciertos niveles, o no existen o se esconden.
16 comentarios:
Está claro que la famisa crisis de valores lo es a todos los niveles
Hoy estoy con la moral por los suelos y por eso pienso que definitivamente,hombres honestos en España no es que se escondan es que no existen.
Un abrazo
Casilda: haberlos "haylos", pero tal vez prefieran trabajar calladamente y no les gusta publicitarse, pero los necesitamos.
Y es que a veces tengo la impresión de que los políticos no se enteran, que siguen viviendo en sus mundos de yuppie ... estoy convencido de que no todos son corruptos y mentirosos, pero insisto en que no se enteran.
Pater: sí, la crisis económica, tarde o temprano, de una manera u otra, terminará, pero la otra va para largo, paciencia.
Es increíble que este hombre haya sido el presidente de la Patronal. En ese cargo tiene que haber gente fuera de toda sospecha.
Me temo que a muchos cargos se llega a base de influencias, presiones, repartos de poder, componendas, equilibrios, ...
Morales de triple cara.
Personalidades bipolares.
Ayuntamientos tripartitos.
Comunidades Autónomas bípedas.
Confederaciones hidrográficas multicomunitarias.
Ministerios refundidos, aglutinados o renombrados.
Partidos políticos multifamiliares.
Medios de comunición unidireccionales.
Prensa escrita tetradscrita (creo que esta palabra es nueva).
Educación multidisciplinaria.
Universidades monocoloristas.
Tribunales heteropolitizados.
Ley de Costas con variedad de linderos movibles.
1.400 nuevas leyes anuales.
Reglamentos que desarrollan las leyes y las ilustran de diversos colores.
Jurisprudencia que matiza los anteriores colores.
Matrimonios multiasexuados.
Lengua materna de primera, segunda y tercera opción.
Estadísticas multivariables.
...
¡ Vivan las matemáticas !
Demoledor, amigo Driver.
Lo peor es que era Presidente de los empresarios cuando ya había fracasado en varios negocios. No se entiende. Un beso.
Hay demasiadas cosas que no se entienden, Susana.
Luego dicen los empresarios que están estigmatizados y es cierto, pero en que pensaban los empresarios al poner a semejante pájaro.
Besazo
Mala gente que camina y va apestando la tierra...
De todo hay en la viña del Señor, además de que el concepto de empresario es muy amplio. Yo pienso que en la CEOE, como en muchos colegios profesionales, en algunas APAS, en las Cámaras de Comercio, en tantas instituciones -Tribunal Constitucional, CGPJ, ...- se ha producido un fenómeno de lucha por el poder -en algunos casos de politización- que ha trascendido de su función natural y los ha desvirtuado.
Buenos dias Modestino. Creo que ser honesto es patrimonio del alma, de la educación, no del dinero. A salvo de casos en los que un negocio o un proyecto han resultado realmente fructiferos, hacerse multimillonario tiene un alto precio, que es repudiar todo principio o valor. Ellos mismos. No les arriendo el beneficio. Un saludo.
Es todo un debate: la compatibilidad entre ser rico y ser honesto; una interpretación literal del Evangelio no deja muchos resquicios. ¿Se puede uno hacer rico sin hacer trampas, sin faltar a la moral y la ética?, antes pensaba que sí, ahora empiezo a tener muchas dudas.
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