"Altas esferas"
D.W. Buffa
Umbriel. Barcelona (2006)
410 páginas
Resumen:
Antonelli nunca imaginó que regresaría, tantos años después, al mismo hotel donde todo había sucedido. El mismo hotel donde una vez se reunieron los jóvenes estudiantes de Derecho que formarían la élite del país, el mismo lugar en el que una muchacha encontró la muerte de forma trágica e inesperada. ahora, tantos años después, uno de aquellos antiguos compañeros le pide ayuda en un caso, y Antonelly no puede negarse, ya que aquella muerte que marcó su juventud se ha convertido en un arma política...
Me habían recomendado a este autor hace ya un tiempo; de hecho tenía esta novela en mi poder desde hacía meses e incluso la había prestado a alguno de esos amigos con los que mercadeo lecturas, quienes por cierto ya me habían comentado que la cosa no era para tanto. Entre otros atractivos el libro de D.W. Buffa tenía el de reencontrarme con las novelas de intriga judicial, un tema que frecuenté en la época más dorada de John Grisham ("Legítima defensa", "Causa justa", "Tiempo de matar", "El Jurado") y una temporada en la que me hice con varias de las obras escritas por Steve Martini ("El Juramento", "El Juez", "El testigo", ...) y protagonizadas por el inolvidable abogado Paul Madriani.
Aunque la lectura de "Altas esferas" fue de menos a más, el balance final de la misma no es excesivamente positivo, al menos queda muy lejos de las expectativas planteadas. Buffa tiene un personaje protagonista, el letrado Joseph Antonelli, un clásico triunfador, aunque dotado de ciertos valores que le impiden haberse convertido en un auténtico tiburón. Pero el autor no consigue darle fuerza a su personaje y éste carece de la fuerza que tienen los grandes abogados de ficción. Por otra parte, no sabría decir si mi cierta decepción se debió a que se trata, especialmente en su primera parte, más de una novela centrada en la psicología de los personajes que en un thriller judicial, que era lo que probablemente esperaba o en el hecho de que el argumento no anda exento de cierta artificialidad.
No obstante, la novela tiene sus aspectos positivos, como es el hecho de que el autor te mete en los entresijos del poder en USA, pues entre los protagonistas del libro se encuentra el mismísimo vicepresidente de los Estados Unidos, quien aspira por cierto a la nominación como candidato a ocupar el despacho oval, sin que se ahorren incluso referencias a políticos reales de carne y hueso. Para que nos entendamos, la trama tiene un aire que recuerda a la célebre serie de TV "El ala oeste de la Casa Blanca". Por otra parte, pasado el ecuador de la novela y cuando ya el autor se mete en el juicio oral decisivo, aquélla adquiere la agilidad que hasta entonces se echaba de menos y comienza a ser lo que uno espera cuando estamos hablando de un libro que no es una joya literaria, una lectura que coge, que no se puede dejar.
De momento voy a dejar a D.W. Buffa en el congelador, para lecturas de mis ratos de relax -viajes en tren, playa, momentos de stress, ...- ya tengo autores que me aportan más, como Donna León, Camilleri o Mary Higgins Clark.
8 comentarios:
Muchas gracias por la nota bibliográfica. Lo que más desencanta son las expectativas frustradas, y si leo el libro, recordaré que hay que esperar al juicio oral...
Ayer tuve una experiencia de "falsas expectativas", pero justamente al revés, no esperaba gran cosa del libro, y me ha enganchado con fuerza, espero no perder el interés a medida que avance. Es un libro de Jhon Boyne, "La casa del propósito especial".
Gracias, buen fin de semana, Modestino.
Yo leí hace tiempo "La Defensa", y no me gustó demasiado. Pero me quedo con la recomendación de Steve Martini, me gustó lo que dices y los resumos. (Mary Higgins Clark ya vió mejores días, no sé. Sigue siendo agradable, entretenido, pero de repente algo ya no está, y no sé lo que es: pero los leo todos... :))
Y lo vas a terminar... Muy propio de ti, Modestino, lector empedernido. Yo los abandono. He empezado reconciliarme con la lectura. Pifia de filóloga...Me duermo.
¿Sabes cómo lo estoy consiguiendo? Releyendo lo que un día me tragué de corrido porque superó lo que esperaba. Vuelvo a las raíces. Ahora con "Cinco horas con Mario"...
Un saludo desde Tarraco.
Me había olvidado colocar el resumen del argumento, queda añadido.
El problema de John Boyne, Mariapi,l me parece que radica en que "El niño del pijama a rayas" tuvo un éxito tal que cualquier libro posterior lo tiene muy difícil para triunfar. "La casa del propósito especial" me gustó y por ahí anda mi reseña.
A mí, Annemarie, me pasa lo mismo con Mary Higgins, al igual que con Grisham, pero cuando necesito un libro "fácil", que me coja, nunca falla.
Sunsi, los libros buenos guastan más cada nueva lectura, yo lo quiero hacer con "El Gatopardo", "Guerra y Paz", "El fulgor y la sangre", ... "Cinco horas con Mario" es una pasada, me hubiera encantrado haber podido ver también el trabajo en el teatro de Lola Herrera.
Modestino, Sunsi: a mí me pasó una cosa desagradable con las relecturas. He vuelto a leer la obra de un autor del siglo XIX, Julio Dinis, que me gustaba especialmente. Está en la transición del romantismo para el realismo y es un encanto de bucolismo, etc. pero también de critica social: una conciencia tipica del tiempo. Se lee en clase de Literatura a los 12 años, es facil, grafico, y mis memorias eran perfectas. En esta segunda lectura las imagenes que yo tenía, sobretodo de sitios, quedaron completamente alteradas, son mucho más feas ahora, :)) y no consigo recuperar las que tenía antes. Tengo miedo de releer más cosas. :))
No hay que tener miedo ... tal vez si eran lecturas de épocas infantiles la cuestión radica en que los años y la madurez dan otra perspectiva.
Me desencantan los libros con protagonistas abogados; es leer ciencia ficción.
Los de Grihsam son especiales porque la lejanía no golpea tan duro. A "Legítima defensa" le tengo un cariño especial.
Para mi una duda es como puede ser que Perry Mason siempre defienda inocentes, lo pueda demostrar y además encontrar al culpable...(estas frivolidades intento leer...)
*Y a ver si alguien escribe sobre las tribulaciones de un abogado en el turno de oficio...
Ese libro, qyuerida Veronicia, casi podría acabar convirtiéndose en novela de terror.
Publicar un comentario