La banda terrorista ETA ha anunciado una nueva tregua; ni es la primera ni hay razones especiales para presumir que va a ser la definitiva; es más, uno tiene la intuición, sino el convencimiento, que estas decisiones no son más que tácticas estudiadas, cuestiones de conveniencia que las cabezas pensantes -si es que piensan mucho- del grupo plantean como estratagema, sin renunciar a nada y sin que en su actitud asome ni el más leve signo de rectificación: ETA cambia de estrategia, pero no reconoce ni un error. De cualquier manera, la noticia es buena y los españoles de buena voluntad -el resto, los que no somos ETA, vamos- tenemos el derecho a tener esperanza y el deber de poner de nuestra parte lo que corresponda.
He de confesar que me duelen ciertos planteamientos de quienes ahora anuncian el alto el fuego; porque parece que nos están perdonando la vida, que estuviéramos ante una lucha entre iguales, como idénticas armas y, muy especialmente, porque, aunque salta a la vista que en estos temas todos han de ceder, me rebela el que se plantee la cuestión como una negociación entre iguales y no se vislumbre en los planteamientos de quienes ahora hacen descansar las armas ni el más mínimo indicio de arrepentimiento ni una sola palabra de disculpa o de perdón. Podremos tener unos y otros opiniones tan lícitas como divergentes del problema vasco, pero ´cuando menos yo no tengo dudas de que ni una sola de las víctimas de los atentados de ETA tiene la más mínima culpa de nada.
Ante la nueva tregua, y a pesar de que no es tema para bromas, no dejan de tener gracia las cautelas y los silencios de los dos principales partidos del país; da la impresión que su más inmediata preocupación es el rédito electoral que les puede suponer la nueva situación creada, es decir, en que medida les pueden beneficiar o perjudicar sus reacciones ante lo que ETA plantea. Echo en falta grandeza en unos y en otros; y es que a uno le gustaría que quienes gobiernan vieran una ocasión para poner punto final y definitivo a una barbarie que dura muchos años y no la oportunidad de maquillar sus errores políticos, a la vez que la oposición se muestra generosa y se pone a disposición sincera del Gobierno, para que todos juntos seamos capaces de que ésto acabe bien, olvidándose de utilizar el asunto como arma indiscriminadamente arrojadiza.
7 comentarios:
Me sigue asqueando la postura de los políticos, cuya única medida para actuar es la utilidad electoral, pero no me sorprende...desgraciadamente. Me ha gustado tu análisis, aún sin esperar mucho de la noticia, no es mala.
Gracias, Modestino.
¿Sabes? No tengo la suerte de conocerte, salvo por este curioso medio de los blogs, pero siempre asocio tu blog y comentarios a la preciosa película"Un hombre tranquilo".
De esa película hablé hace poco menos de un año. Pero te aseguro que en la vida real no soy en exceso tranquilo.
Lo curioso de los partidos -ambos dos principales- es que salta a la vista que sus posturas cara al exterior son estudiadas, es decir, cara a la galería, falsas.
Una nueva tregua, Modestino. Me pregunto con inquietud ¿Para qué? Porque el mismo interrogante (con respuesta incluida) se formuló el Sr. Jaime Mayor Oreja en la anterior y lo tildaron de derrotista. Efectivamente. Sólo sirvió para que se rearmaran y consolidaran de nuevo una estructura que se empezaba a debilitar. Querría evitar la segunda pregunta ¿Hasta cuándo? Y si es definitivo-¡¡¡ojalá!!!- no creo que salga gratis. Creo que será a costa de la unidad del Estado español.
Un saludo, Jurisconsulto.
Gratis estos tíos no hacen nada. Y en cuanto a la cuestión unitaria ... hace tiempo que los derroteros van por otro lado, aunque a algunos no nosn haga gracia.
ETA es una banda terrorista y que se les aplique la ley, como al resto, sería un detalle.
ETA debe pensar que somos tontos y que despues de las veces que viene con el cuento de sus treguas, que resultan no ser mas que una necesidad de tiempo para rearmarse, reagruparse y seguir matando... aún nos creemos sus historias...
Y conste que me encuentro entre las personas de buena voluntad.
Esta tregua sólo tiene un objetivo: que Batasuna pueda presentarse a las próximas elecciones municipales. Están sin blanca, no les llega el dinero de las concejalías, diputaciones forales, alcaldías y demás, y lo necesitan como el comer.
Las demás explicaciones son zarandajas sin interés alguno, salvo por los "bienpensantes de siempre, nacionalistas cercanos, izquierdistas trasnochados, etc.
para mí está claro que no son precisamente hombres -y mujeres- de buena voluntad.
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