Para quienes no sean de Huesca seguramente les dirá bien poco; incluso quienes no llevamos excesivo tiempo viviendo aquí es posible que no tengamos toda la perspectiva de lo que ha significado "la Tijera de Oro" para la capital del Altoaragón: solamente hemos conocido su época final, cuando ya se había convertido en un establecimiento trasnochado y en decadencia, completamente fuera del tiempo actual. Cuando pasaba por la tienda -buenos recuerdos nos trae, ¿verdad Brunetti?- a uno le venía a los ojos la imagen de un escaparate descuidado, de camisas cuyo plazo de caducidad venció hace mucho, batas de guatiné, pantalones de faena y ropa interior anteconstitucional.
Pero "La Tijera de Oro" representa mucho más y mucho mejor, es una muestra de ese comercio que ya no existe pero en su época fue boyante y brillante; era tienda de confianza, lugar donde proveerse de equipamiento para cada estación del año, centro neurálgico no sólo de compras y ventas, sino también de noticias, comentarios y valoraciones, ... un auténtico termómetro social de la Huesca de siempre. Uno de esos comercios donde el cliente es llamado por su nombre, con respeto, con esa distinción que ahora parece trasnochada, pero que rezumaba elegancia y abolengo. No era ni una franquicia, ni la empresa de un advenedizo ni un establecimiento para snobs y derrochadores, era una tienda seria, para toda la familia, para los de siempre.
La prensa de Huesca, por mano de quienes lo saben todo de las entretelas oscenses, nos habla de la bondad de su dueño, recientemente fallecido, de los servicios prestados, de la seriedad y solvencia de la empresa. Ahora es tiempo para otros, vete a saber que crecerá en el solar donde a lo largo de decenios "La Tijera" facilitaba a buen precio sus mercancías, tal vez un bar de copas, quien sabe si una tienda donde venden y reparan ordenadores, quizá una zapatería más bien impersonal ... incluso -¡¡horror!!- una inmobiliaria ... sea lo que sea, esa esquina del Coso Bajo siempre será la de nuestra "Tijera de Oro".
5 comentarios:
Yo he comprado en "La Tijera". Hace bastantes años... Me sorprendió que te atendieran sin esas prisas que gastan en las tiendas de mi tierra. Un escaparate vetusto. No sabías exactamente qué podías adquirir en su interior.
Supongo que te das cuenta de que forma parte del paisaje del Coso cuando desaparece... Un ejemplo del paso del tiempo.
Saludos, Modestino
Ya han ido desapareciendo puntos del paisaje: la cafetería "Luces de Bohemia", alguna zapatería, ...
Cambian los tiempos, los estilos, las ideas.
Se fueron los bocadillos de tortilla de patata del bar de Salesianos, se fueron las trenzas de una panaderia que había junto a Santa Ana, se fueron los internados, se fue la estación de autobuses la Oscense...
Es ley de vida, y la nostalgia nos ayuda a recordar mientras seguimos valorando lo nuevo.
Ah ... y se fueron el "Rikokú", el Cine "Avenida", ...
Pues imagínate qué añoranza me entra a mi cuando paso por Huesca...la recuerdo de la mano de mi abuelo, en los años 70...la pastelería Ascaso y las castañas de mazapán, los Ultramarinos y la panadería de Ramiro el Monje...pero necesariamente, los establecimientos tienen que ir cambiando, lástima que también suelen empeorar las formas...Gracias por los recuerdos.
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