El 19 de mayo de 1968 el torero Miguel Mateo "Miguelín" salto de espontáneo al ruedo de la castiza Plaza de Las Ventas de Madrid durante la lidia del toro que correspondía al ídolo taurino del momento, Manuel Benítez "El Cordobés". "Miguelín" quiso manifestar así su protesta por el trato de favor que consideraba se tenía hacia el torero de Palma del Río y demostrar que los astados que toreaba éste no ofrecían peligro alguno. Efectivamente, el vídeo nos muestra como el torero nacido en Murcia y criado en Algeciras hace lo que quiere con el burel, que mira como atontado lo que ocurre en la arena.
"Miguelín" fue siempre un torero especial; había nacido en la provincia de Murcia, aunque casi toda su vida la desarrolló en Algeciras, donde era considerado hijo adoptivo. En la década de los 60 fue uno de los toreros punteros del escalafón, en una época donde era difícil destacar con maestros de la talla de Antonio Ordóñez, "El Viti", Diego Puerta, Julio Aparicio, Paco Camino, Curro Romero, Antonio Bienvenida, ... Tomó l alternativa en Murcia de manos de otra figura insigne, Luis Miguel Dominguín, en presencia del venezolano más ilustre que ha pasado por nuestros ruedos, César Girón. "Miguelín" dominaba todos los tercios, pues lucía en el capote y era dominador con la muleta, a la vez que banderilleaba primorosamente debido a su arte y, por encima de todo, a unas enormes facultades.
Su inesperada presencia de paisano en el ruedo de "Las Ventas" fue una demostración de la decisión y el carácter vindicativo del diestro, en una época en la que había saltado la polémica por el afeitado de los astados y en la que "El Cordobés" era el indiscutible número uno del escalafón y sus mentores ejercían tal poder sobre la fiesta que conseguían que el diestro andaluz evitara torear los toros más difíciles. "Miguelín" fue detenido y fuertemente sancionado, pero dio mucho que hablar y a la larga consiguió su objetivo de hacerse notar. A partir de entonces fueran varias las ocasiones en las que diversos espontáneos se arrojaron al ruedo cuando toreaba Miguel Mateo, asegurándose que eran personas que financiaba "El Cordobés" para vengarse del diestro murciano.
Miguel Mateo "Miguelín" falleció el Algeciras el 21 de julio de 2003 a los 64 años tras una larga enfermedad; años antes había protagonizado un triste suceso al intentar suicidarse clavándose unas tijeras en el vientre, episodio derivado del stress que le había producido el entrenamiento previo a un intento de reaparecer y que, afortunadamente, no se consumó.
El torero hizo sus pinitos como actor y protagonizó las películas "El Momento de la Verdad" y "El Relicario", esta última con Carmen Sevilla en 1969.
4 comentarios:
¡Buena entrada!. No la conocía, y el tal Miguelín me parece un fenómeno.
En su época fue uno de los toreros con más personalidad dentro y fuera de la plaza. A veces se le iba algo la olla, pero estas cosas tienen los genios.
Una simple precisión sin importancia, maestro: Manuel Benítez nació en Palma del Río y no en Coria del Río.
Ambas localidades tienen en común que están regadas por el Guadalquivir de las estrellas, pero Coria pertenece a Sevilla y Palma a Córdoba. De no ser así, lógicamente, ese famoso y siempre discutido diestro se habría hecho llamar "El Sevillano", y no "El Cordobés".
Mi padre, que en realidad no era muy aficionado, siempre se enfadaba mucho cuando, en aquellos tiempos que narras, la gente o los medios comentaban que los toros que le tocaba lidiar a Manuel Benítez estaban "afeitados", o no daban el peso o eran simples burras, lo cual, posiblemente era cierto. Él se enfadaba o se ofendía, simplemente, porque siendo el torero paisano suyo y llamándose "El Córdobés", ninguna mácula podía tener su toreo.
Una vez me llevó con él a Antequera a ver una corrida en la que toreaba "El Cordobés", y de ella sólo recuerdo que éste montó un escándalo de no te menees porque quería torear a toda costa "el sobrero" para tratar de resarcirse de su fracaso con los dos toros anteriores.
De eso han pasado ya más de cuarenta años, pero aún recuerdo perfectamente los gritos del torero desde el callejón al exigir "el sobrero": "¡Lo pago yo, lo pago yo!", decía exaltado. Mucho más tarde comprendí que lo que quería decir es que él estaba dispuesto a pagar de su bolsillo ese séptimo toro. No recuerdo cómo acabó aquel berenjenal.
Salud!
Tienes toda la razón Brunetti ... ya cuando lo puse lo hice con la inseguridad propia de quien piensa que se equivoca; aún es más imperdonable, pues asistí a la fiesta de la Virgen del Carmen de Coria los veranos que pasé en Sevilla (2007 y 2008).
Quien sí era de Coria del Río era Manolo Cardo, ¿recuerdas?, a quien llamaban "el cateto de Coria", aunque demostró que de tonto no tenía un pelo.
Queda corregido y con constancia de mi error y tu aportación.
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