Seguro que todos hemos escuchado unas cuantas veces eso de "¡cómo son los británicos!"; es lo que he pensado yo al enterarme de la que se ha montado en las islas con motivo del abrazo que Michele Obama, esposa del flamante presidente de USA, le dio a la reina Isabel en la recepción dada por ésta con motivo de la visita de aquél a su país. Y es que da la impresión de que los ingleses no desaprovechan ocasión de significarse, exhibir puntillosidad, presumir de exquisitos -con la por todos conocida excepción de los "hooligans"- y, de paso y si pueden, ridiculizar a los yankees.
Pero a mí me parece que no es para tanto; a lo mejor, en lugar de escandalizarse con la ignorancia protocolaria de la primera dama USA, podrían haber reaccionado valorando la confianza, la naturalidad, la simpatía o la cordialidad de la misma, pues su detalle no deja de mostrar todas y cada una de las cualidades citadas. Una cosa es el respeto al protocolo, y otra andar a la caza de despistes para poner en evidencia al personal. Y es que, en las islas y en el continente, siempre existen personas dispuestas a cuestionar las actuaciones del prójimo, a examinar con lupa como funcionan los personajes públicos para luego airear lo que hacen, tan sólo cuando meten la pata, por supuesto.
Y que conste que soy partidario de respetar el protocolo, de no convertir en un cachondeo los actos públicos, pero siempre dentro de la naturalidad y con esa flexibilidad que permite mantener las formas sin someter al personal a un encorsetamiento y un formalismo que pueden acabar siendo agobiantes.
La polémica del abrazo me ha recordado el chiste que corrió por Londres cuando hace más de 25 años el presidente Reagan visitó Buckingham Palace; cuentan que la reina Isabel llevó al ex-actor a dar una vuelta por la city en su coche de caballos, y a mitad de la visita a uno de los equinos se le escapó una ventosidad; la reina, flemática y protocolaria, le pidió disculpas al presidente yankee, a lo que éste respondió: "¡ah!, y yo que pensaba que había sido el caballo"....
Pero a mí me parece que no es para tanto; a lo mejor, en lugar de escandalizarse con la ignorancia protocolaria de la primera dama USA, podrían haber reaccionado valorando la confianza, la naturalidad, la simpatía o la cordialidad de la misma, pues su detalle no deja de mostrar todas y cada una de las cualidades citadas. Una cosa es el respeto al protocolo, y otra andar a la caza de despistes para poner en evidencia al personal. Y es que, en las islas y en el continente, siempre existen personas dispuestas a cuestionar las actuaciones del prójimo, a examinar con lupa como funcionan los personajes públicos para luego airear lo que hacen, tan sólo cuando meten la pata, por supuesto.
Y que conste que soy partidario de respetar el protocolo, de no convertir en un cachondeo los actos públicos, pero siempre dentro de la naturalidad y con esa flexibilidad que permite mantener las formas sin someter al personal a un encorsetamiento y un formalismo que pueden acabar siendo agobiantes.
La polémica del abrazo me ha recordado el chiste que corrió por Londres cuando hace más de 25 años el presidente Reagan visitó Buckingham Palace; cuentan que la reina Isabel llevó al ex-actor a dar una vuelta por la city en su coche de caballos, y a mitad de la visita a uno de los equinos se le escapó una ventosidad; la reina, flemática y protocolaria, le pidió disculpas al presidente yankee, a lo que éste respondió: "¡ah!, y yo que pensaba que había sido el caballo"....
12 comentarios:
Parece que a los ingleses no les gusta nada eso de que la Quín sea tratada como una vecina más...¡y menos por una negra con pinta de desayunarse un buen manojo de churros con mayonesa!
De su marido se cuentan muchas anécdotas que indican que el tipo es un racista y un clasista de aquí te espero.
Así a un diputado negro le preguntó " ¿usted conoce de qué tribu de África proviene?".
Si a la Reina Victoria le abraza una negra la encierra en la Torre de Londres de por vida.¡Ni mirarla podían!
En otra foto se ve a Michelle abrazando en plan colegui a la Quín, y la Quín tocándole el culo a Michelle...¡por favorrrrrrrrrrrr!
Felipe de Edimburgo debe de tener algo parecido a un record delmundo de meteduras de pata. De la audiencia privada con Obama la prensa se hace eco de dos: The Independent desvelaba ayer que el marido de la reina comentó a los Obama, interesándose por la diferencia horaria y el cansancio del viaje: "¡Seguro que les está costando mantenerse despiertos!"; el presidente estadounidense le respondió que ese día se había entrevistado ya en Londres con el primer ministro, Gordon Brown, con el líder de la oposición, David Cameron, y también con el presidente ruso, Dmitri Medvédev. "¿Es que puede distinguirlos a unos de otros?", le preguntó entonces el Duque.
En la película "La reina", dirigida por Stephen Frears y que le valió un Oscar a Helen Mirren, mientras se nos presenta a un Duque de Edimburgo francamente patético, mientras que otros personajes polémicos como el Príncipe de Gales salen bastante airosos.
Ese aspecto ultra protocolario de los ingleses se ve generalmente como algo negativo y exagerado, si bien hay que reconocer que llevan en sus genes un concepto de educación muy singular.Mientras los hooligans, impresentables, destrozan un bar después de una final, la mayoría de los ingleses vamos a decir, normales, son capaces de mantener un nivel de educación llamativo. Tengo trato semanal con varios de ellos y me llama la atención su corrección en el lenguaje y en detalles de pulcritud: si tosen mientras hablan dicen espontáneamente sorry,y nunca te interrumpen. Eso sí, no los saques culturamente de su imperio.a duras penas saben quien es Velazquez...........
En eso de no salir de su imperio son peores los de USA; alli ni Velázquez, ni Cervantes ni El Cid Campeador.
Hace poco me contaron que un americano preguntó a una española..."¿Vosotros tenéis baño?".
Igual se creen que vivimos en la época de las cavernas.
Bueno, la cuestión aquí es el saludo de la Sra. Obama. Pues ya era hora que alguien, con espontaneidad que no está reñida con la educación, rompa esta rigidez de los británicos. A mí el gesto me ha gustado. Lo he visto muy natural. No sé dónde ven el problema. ¿O es que el problema lo tienen ellos?.
No me extraña que Diana enfermara de tristeza... Entre el pinta" de su marido y el encorsetamiento del protocolo...
Un saludo.
Una pareja de norteamericanos que decidieron contraer matrimonio en la población turolense en donde yo trabajaba hace unos 18 años me preguntaron si en España teníamos Constitución y si yo conocía la Constitución de los Estados Unidos...
Estupendas anécdotas las que habéis contado todos, empezando por la tuya de Reagan, Modestino, que no la conocía y me parece genial. Por cierto, ¿no os parece que Michelle, aparte de parecer un botijín, es bastísima?
Pero Tommy, ¡Qué cosas dices de la primera dama de los Estados Unidos!.
Por cierto, ya que hablabas de la peli de "La Reina", es verdad que el Duque de Edimburgo no es que quede muy bien precisamente, pero anda que la Reina Madre, siempre con el vaso en la mano...
Mi profesora de inglés, que ha vivido bastante en Inglaterra, si que ha comentado que los ingleses son tremendamente clasistas, pero muchísimo más que en España,hasta el punto de que es casi imposible poder estudiar y mejorar socialmente si perteneces a una clase baja.
Efectivamente, la reina madre aparece en la película como una irredenta portadora de copas, y no precisamente de liga.
Rosaura (por cierto, pensaba que te habías ido de finde), tu profesora te habrá dicho sin duda que los británicos hablan inglés mucho mejor que los americanos. Ahí va la cita cinéfila de la noche (un saludo, Brunetti). Al principio de "La octava mujer de Barba Azul" de Ernst Lubistch, Gary Cooper está paseando por la Costa Azul francesa cuando ve un establecimiento comercial en donde hay un letrero que dice: "English spoken, American understood" (hablamos el inglés, entendemos el americano).
Modestino, me dice mi amiga Perlita Arenal, la madre de Marivilla (intervino una vez en este blog, así que deberías saber de quién hablo) que mañana se va a Anoeta a ver jugar a la Real contra el Nástic de tus amores. Estos dos que hagan lo que quieran, pero otros que tú y yo sabemos que le ganen al Gerona, perdón, Girona, que no vendrán mal los tres punticos.
Pues sí, más vale que ganen al Giróna, auténtico rey del empate. Pero vete a saber sí son capaces estos petardos.
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