25 de abril de 2009

De nuevo apuntados a la épica










S.D. Eibar 2 Real Zaragoza 3





Hoy el Zaragoza jugaba de nuevo una final; tengo la sospecha que de aquí al que termine la temporada todos los encuentros van a tener esa característica. El Eibar estaba en situación angustiada y llevaba una racha pésima, pero las dificultades propias de Ipurúa y las miserias propias de nuestro Zaragoza nos hacían temer por la suerte del partido.

El Zaragoza ha hecho lo que viene haciendo últimamente: ha mostrado hechuras de equipo, se ha mostrado como un bloque sólido y ha luchado de principio a fin, ... y también lo que lleva haciendo desde que comenzó la liga: ha tenido fallos defensivos lamentables que han estado a punto de costarnos un disgusto monumental.

El primer tiempo ha sido del Zaragoza, que ha jugado como debe de hacerlo un equipo infinitamente superior a su rival, imponiéndose de principio a fin y marcando dos auténticos golazos por medio de Gabi y Arizmendi. El 0-2 con el que se llegaba al descanso hacían confiar en una cómoda victoria blanquilla, pero una vez más el Real Zaragoza se complicó la vida.



Marcelino realizó un cambio excesivamente conservador, quitando a Ander Herrera -admitamos que no era este el partido adecuado para que se luciera- y sacando a Chus Herrero: Zapater adelantó su posición y Chus se quedó en el lateral. Por otra parte Ayala tuvo que ser atendido en la banda al hacerse una brecha en la cabeza. El Zaragoza se echó atrás y el Eibar aprovechó la inferioridad numérica para recortar distancias; después vino el desconcierto, los nervios y los fantasmas de otros partidos y los eibarreses empataron el partido. Desilusión enorme para la afición blanquilla, aunque en esta ocasión, demostración de que están fuertes física y mentalmente, los jugadores supieron deshacer el entuerto y Arizmendi aprovechó una formidable servicio de Gabi para volver a adelantar a su equipo. De aquí al final sufrimiento, más porque los aficionados estamos curados de espanto que por la propia peligrosidad del rival, y victoria importantísima.

El partido de hoy tiene para mí tres nombres propios: el de Gabi, que estuvo hecho un coloso en medio campo, marcó un gol y dio otro, el de Arizmendi, autor de dos goles y fundamental, como durante toda la segunda vuelta, en la vanguardia maña y Ayala, que está mayor pero aporta un saber estar, un amor propio y un liderazgo que están siendo imprescindibles. Buena nota también para Toni Doblas, Leo Ponzio y Jorge López.

Y tan importante como la victoria del Zaragoza ha sido el tropezón del Hércules: ya era hora de que algún rival pinchara; el empate de los alicantinos en Castellón nos asegura el cuarto puesto al final de la jornada y si el Rayo no ganara al Alicante en el Rico Pérez, lo haríamos en puesto de ascenso: me temo que es soñar demasiado.

Creo que no podemos olvidarnos de que hemos solventado con dos victorias los encuentros jugados con todos los atacantes menos uno lesionados, algo que no cabe duda es importantísimo. El próximo sábado se juega un partido trascendental: recibimos al Tenerife; los chicharreros son posiblemente el mejor equipo de la Liga Adelante y están jugando un fútbol de muchísimos quilates, pero con el previsible regreso de Ewerthon y Braulio Nóbrega el Zaragoza tiene en su mano una victoria que sería importantísima. No se que pasará, pero estoy seguro que va a haber fútbol de nivel, emoción y sufrimiento: que sean para bien.



Fotos: As, Marca, El Periódico de Aragón, Heraldo, Diario Equipo.




4 comentarios:

tintin dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Aupa que subimos!!!!!!!!!!

Modestino dijo...

Lo que nos está costando¡¡¡¡.

sunsi dijo...

Enhorabuena

Modestino dijo...

La derrota del Rayo nos coloca en puesto de ascenso, de donde llevábamos nueve jornadas fuera.

Ahora se trata de no bajar ya de ahí.