11 de mayo de 2012

Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes



He de reconocer que de arquitectura se muy poco, y que de Rafael Moneo, que acaba de ser galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, lo único que conozco es que se trata de un prestigioso arquitecto, alguien de quien tengo la impresión hay bastante unanimidad entre los entendidos respecto a su enorme categoría profesional y su excelentes logros y, más por lo que intuyo que por mis conocimientos, creo que el premio es absolutamente merecido, que estamos ante una recompensa que no debe explicarse por razones de oportunidad, snobismo y corrección política, sino exclusivamente por los méritos realmente adquiridos a lo largo de una carrera profesional. Tal vez, en este país somos así, aparezcan quienes discuten la decisión, incluso algunos que cuestionen al personaje y que busquen debajo de las piedras para encontrar tachas y defectos, para poner en tela de juicio a una persona, que cada día resulta más fácil poner en la picota a quien destaca y ejercitar eso de tirar la piedra y esconder la mano, para luego no demostrar nada, si te he visto no me acuerdo y dejar la taca de la basura aventada de manera injusta y para toda la vida. Yo me apunto a la cola de los españoles contentos de que se reconozcan los méritos a quien los tiene y orgulloso de que haya profesionales tan buenos.

Me he dado una vuelta por la Wikipedia, que ya se que no es más que un ejercicio de cultura superficial y poco profundo, y allí he comprobado que a Moneo se le debe el Auditorio "Kursaal" de San Sebastián, el Museo Thyssen, la ampliación del Museo del Prado y el Banco de España de Madrid, la remodelación de la Estación de Atocha de Madrid entre 1985 y 1988, el Edificio "L'Illa Diagonal" de Barcelona, el "Museo de Arte Moderno y Arquitectura" de Estocolmo y la Catedral de Nuestra Señora de la ciudad de Los Ángeles, entre otras muchas obras: evidentemente, toda una exhibición de capacidad y genialidad. También me he enterado de que Moneo, que nació en Tudela -parece que arquitectos y Navarra son términos que concilian mucho- y el mismo día que se anunció el premio cumplió 75 años, ha sido también un estudioso del diseño de mobiliario, algo que no me extraña, pues a casi todos los arquitectos que he conocido parece que les brillan los ojitos a la hora de trabajar con la elaboración y la colocación de los muebles.

Sirva el post como homenaje a los arquitectos, que no dejan de ser una figura controvertida y en ocasiones maltratada e incomprendida; por un lado la carrera de Arquitectura siempre ha sido, al menos lo era en mi época de bachiller y universitario, una disciplina cualificada, de esas a las que sólo accedían cabezas privilegiadas: recuerdo que los cuatro alumnos más brillantes de mi promoción de bachillerato son ahora arquitectos, ... y también tengo que reconocer que cuando me informaron de los resultados de esos típicos test que te hacen para valorar tus condiciones me aseguraron que podría estudiar cualquier carrera universitaria menos la de arquitectura, dado mi recalcitrante incapacidad para cualquier habilidad relacionada con la misma. Pero a la vez, siempre he visto como los arquitectos eran sometidos, a veces despiadadamente, a la crítica de quienes se quemaban por su debilidad por la estética y el diseño, incomprensión especialmente agudizada en ciertas personas de mentalidad "ingenieril", cuyos planteamientos tienden a ser cuadriculados, excesivamente practicistas, casi cartesianos y les cuesta comprender lo que va más allá de de exactitudes y pragmatismos.

Enhorabuena a Rafael Moneo, porque si hay un premio justo, sin duda es éste.

5 comentarios:

Casilda Madrigal dijo...

No sé si alegrarme Modestino, pero desde que te leo , es la primera vez que no estoy de acuerdo contigo,y la razón es que un arquitecto que se atreve hacer lo que ha hecho en la Plza de Santa Teresa en Avila conocida popularmente como el Grande, queda a mi modo de ver y soy consciente de que es una opinión de lo más apasionada, descalificado para cualquier premio, no tengo ni espacio ni tiempo para describir , lo que tiraron y lo que levantó una especie de edificio que para un polígono industrial no estaría mal, pero que en esa plaza y cada vez que paseo por ella me dan ganas literalmente de llorar, sobre todo porque ya no tiene solución y no es sólo la estética , es la vista al maravilloso valle la que se ha cargado ,claro que la culpa no sólo fue de él sino de un Ayuntamiento incompetente y hortera que no sólo lo permitió sino que tambien lo alentó y que ha dejado además del bodrio permanente una ligera? sospecha de vete tu a saber que enjuagues.
Sé que no se puede valorar a una persona sólo por una obra pero de verdad es que como dicen ahora los modernos !es muy fuerte!
Un saludo

Driver dijo...

Siendo la Arquitectura una de las nobles artes, tan sólo comentar desde mi lega opinión que la veo como una disciplina donde se conjuga técnica, artesanía y cultura ancestral.
Tal vez su nobleza sea la conjunción de distintos requerimientos prácticos, económicos, estéticos e históricos.
Tras un edificio se esconden para la común ciudadanía una pléyade de "guiños" sutiles, no siempre bien comprendidos.
El "ladrillo" ese elemento humilde nacido en Mesopotamia, adquiere la nobleza relacionada directamente con nuestras raíces romanas.
Denostado por la prensa y por la crisis de valores, el ladrillo bien colocado por un alarife, se imbrica en lo más íntimo de nuestra historia.
No dejéis de ver el jardín ubicado en la antigua estación de Atocha, donde tras su restauración ha conseguido mantener su digna estampa, protegida por un novedosso uso.
Y en el museo romano de Mérida, el museístico contenedor de espacio, donde los restos romanos descansan en un respetuoso espacio, donde se conjugan las novedosas ideas arquitectónicas con el imprescindible respeto por unos restos arqueológicos de inmenso valor.

Moneo ha sido fiel continuador de una tradición romana, donde el más humilde de los elementos se encumbra en un difícil ejercicio de disciplina constructiva.

El ladrillo ese digno elemento cultural sobre el que se escupe desde los medios de comunicación, al que se le culpa de tantas atrocidades, al que nunca se le concede el beneficio de la duda, se eleva digno sobre la población, recordándonos qué fuimos y de dónde venimos.

Mienras tanto, las bellas fachadas nos contemplan altivas; sabedoras de que encierran algo más que un simple muro.

Tal vez ése sea el sentido de ciertos premios.

Modestino dijo...

Es bueno que discrepes, Casilda, además tú tienes datos que me faltan. Yo ni conozco la Plaza de Santa Teresa en Avila ni entiendo del tema, por lo que tu sabes más.
No obstante creo que no cabe desacreditar una vida profesional por un trabajo errado ... aunque al que le toca, le toca.

Un saludo, a tí y a Driver.

Casilda Madrigal dijo...

Hombre Modestino con Moneo se podrá estar o no de acuerdo, pero lo que no tiene discusión es que no conazcas Avila...osea que ya sabes ,

Modestino dijo...

Ávila lo he visto de lejos, desde la carretera, ... sí, habría que solucionar este fallo.