27 de mayo de 2018

La noche triste de Karius


Loris Karius es un portero de fútbol que nació hace 24 años en la localidad alemana de Biberach. Tras jugar en las divisiones juveniles del Sttutgart y el Manchester City, Karius debutó como profesional en el Mainz 05, equipo principal de Maguncia y sus buenas actuaciones le llevaron a fichar por el Liverpool, uno de los grandes de la "Premier".

En la Final de la "Champios League" que ganó el Real Madrid en la noche de ayer, Karius se convirtió, muy a su pesar, en protagonista, pues sendos y enormes fallos suyos dieron lugar a dos de los tres goles que marcaron los "merengues" para obtener su decimotercera Copa de Europa. La imagen del joven cancerbero teutón llorando desconsolado al fin del encuentro fue estremecedora, y por encima de la cierta satisfacción  que supone el éxito de un equipo español, se impuso en aquellos momentos un sentimiento más fuerte de solidaridad ante un hombre que tuvo la mala pata de tener el "día tonto" de su vida profesional en el momento menos oportuno.

Me pareció especialmente dura la soledad de Karius en ese minuto 94: ninguno de sus compañeros fue a consolarle, y hubo de ser el madridista Nacho quien acudiera a ofrecer algo de apoyo a un hombre destrozado. Cuenta la prensa que el futbolista se rehizo y dio la cara, explicando a los periodistas las razones de sus fallos, cosa que le honra. Lo que le ocurrió a Karius nos puede pasar a cualquiera: no somos personajes infalibles, y quien se crea libre de caer en fallos monumentales o está ciego o no pone los pies en el suelo o posee una soberbia que le obnubila.

La final de ayer nos daría para mucho más: nos quedará siempre la duda de la influencia de la lesión de Salah, gran figura de los "reds" en el bajón que dio su equipo desde que se fue al vestuario, o de si Sergio Ramos, un gran central que parece necesita siempre una polémica añadida a su juego, fue a por él o tan solo se trató de un choque fortuito. También podríamos hablar de dos hombres, Benzema y Bale, a quienes parte del madridismo había puesto la cruz y terminaron siendo las figuras del match, por encima del propio Cristiano, quien ayer no desbordó ni a su sombra ... y también cabría citar las declaraciones finales del portugués, que da la impresión de sentir siempre la necesidad de ser protagonista y pareció pretender darle pimienta al éxito insinuando su marcha de Madrid ... de ser así, y como dicen en Murcia: "tanta gloria lleves como paz dejas".

Yo me quedo con la figura de Loris Karius: ayer pintaban bastos, pero la historia -la pequeña historia del fútbol- seguro que le guarda momentos más dulces.

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