Hoy, 11 de septiembre, fecha que quedó marcada para la historia por los tremendos atentados de la Torres Gemelas, es también la jornada en la que Cataluña celebra su fiesta nacional, la Diada, el día en que se conmemora la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas que mandaba el duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española. Desde que durante la llamada transición se produjo el paso de un régimen autoritario a otro democrático, así como la recuperación de tantas viejas instituciones, el 11 de septiembre ha tenido siempre un marcado acento reivindicativo, cosa que se ha acentuado en momentos de especiales polémicas. Este año, con los gobernantes y políticos catalanes desmelenados, la intensidad ha llegado a límites que hace unos pocos años parecerían imposibles, y para quienes no comulgamos con los fervores nacionalistas de aquella tierra, la situación se ha vuelto realmente asfixiante. Estuve mucho tiempo en Cataluña y viví una época -los últimos 20 años del pasado siglo- en la que el nacionalismo creció sin parar y el partido hegemónico, que ahora sigue gobernando aunque con menos solvencia, hizo los posibles para sembrar un ambiente en el que no cabía otra opción vital distinta a la suya, a pesar de lo cual el catalán medio mantenía un seny y una elegancia que permitían que también los no afectos al régimen pudiéramos ser felices, incluso a mis conocidos más próximos que beben los vientos nacionalistas les tengo que agradecer que soportaran con serenidad y hasta cierta comprensión más de un exabrupto y alguna inconveniencia a los que me llevaba ése carácter que tengo y que algunos llaman "pícnico".
Ahora todo está salido de madre; imagino que puestos a buscar culpables de tanta desafección, provocación y agresividad, habrá que repartir responsabilidades tanto en el centro como en la periferia, en el fanatismo de unos como en la incapacidad de comprender y respetar de otros, pero los actos de hoy me parecen -es sólo una postura personal- un dislate y una especie de viaje sin retorno, una imprudencia de la que nos arrepentiremos. La historia de la Corona de Aragón que, con serenidad e intentando ser objetivo y desapasionado, he procurado ir conociendo en los últimos tiempos, la entiendo muy diferente a como nos la plantean desde Cataluña, pero aún así intuyo que ahora es mejor no hacer mala sangre y no entrar en debates, ya que nos encontramos en un escenario donde nadie se baja del burro, ... y nunca mejor dicho. Eso sí, cuando veo como andan las cosas por la costa noreste española, no puedo evitar pensar que allí no existe excesiva libertad, quien no está en la onda independentista no tiene otro recurso que permanecer callado si no quiere ser ninguneado y etiquetado desde los ámbitos oficiales; no hay más que ver como ha sido atacado el obispo de Solsona, persona poco sospechosa de poca catalanidad, por osar plantear algo que para quien se considere miembro de una Iglesia que, entre otras cosas, es universal, es el abecedario: que entre los católicos hay diversas sensibilidades, que la autodeterminación catalana no es dogma de fe ... mal asunto cuando los pastores de la Iglesia, y esto lleva pasando en Cataluña -y también en España, seamos serios- desde hace decenios, comienzan a plantear o imponer posturas en cuestiones temporales.
Ojalá todo vaya bien, y si se han de independizar, que les vaya bonito: no sería bueno ni sano desear mal a nadie, pero he escuchado muchas veces reclamar respeto a unas ideas -ciertamente a veces hacía falta- pero bastantes de esos mismos que lo pedían, se han convertido en adalides del pensamiento único.
18 comentarios:
Treinta años de educación nacionalista nos han traído a esta situación. Se les ha enseñado una historia manipulada y se les ha inculcado el rechazo a España. Ahora recogemos los frutos. Un beso.
Certero y equilibrado, como siempre escribes. Gracias. Porque quienes disentimos de este pensamiento único agradecemos sentirnos comprendidos. Un abrazo y gracias, Modestino.
En concreto, la nueva redacción de la historia creo sinceramente que tiene delito Susana pero ellos andan muy convencidos.
Yo creo Mariapi qué tiene mucho mérito vivir allí sin ser nacionalista yo creo que en estos momentos ya no hubiera aguantado una pena porque hay muy buena gente.
Ah, y bienvenida por estos lares.
...yo un día como hoy aprovecho para pasar la ITV al coche, en Fraga -sale más barato- ;)
Aprovecho para hacer una reflexión personal.
Adjetivos y sustantivos
Tengo la sensación de que los nacionalismos, centralismos, federalismos y demás ismos, son simples adjetivos que acompañan al sustantivo.
Y que los sustantivos que necesitamos todos son del tipo, convivencia, colaboración, equipo, trabajo, empleo, progreso, sostenibilidad, cultura y progreso.
...
Tengo la certeza que la lucha por los adjetivos es estéril y pasajera.
Y que la lucha por los sustantivos es fructífera y con miras a largo plazo.
Y que si lo pensamos con detenimiento, la mayoria de la población de los diferentes territorios, necesitamos sustantivos.
Y los adjetivos solo tienen una función de cara a la galería.
Apenas un adorno que no aborda las cuestiones de fondo.
Las que de verdad preocupan a la población, pues determinan su futuro.
Tienes toda la razon, Driver ... pero ¿quien le pone el cascabel al gato?.
Tomae, disfruta en Fraga.
Solo los que vivimos aquí, o los que habéis vivido (como es tu caso), sabemos lo incómodos (y preocupados y tristes) que empezamos a estar los que no comulgamos con la ideología imperante; porque, después de tantos años, también esta es nuestra tierra: únicamente nos diferencia de los catalanes digamos, "auténticos", el hecho de que nos expresamos normalmente en castellano (uno de los dos idiomas oficiales aquí, aunque mucha gente ignore o desprecie esa riqueza).
Y me temo que lo de hoy solo es el principio de lo que vendrá.
No pretendo hacer leña (no me apetece nada, y menos hoy, créeme), pero me da la sensación de que, en este tema de Catalunya, a Rajoy le ha sucedido algo parecido a lo que le pasó a Zapatero con la crisis: fue negando su existencia hasta que, cuando quiso aceptarla, ya era tarde.
Creo que en el gobierno central no se han tomado muy en serio este problemón hasta hace escasas semanas, lo que resulta imperdonable. Y no sé si es ya tarde para solucionar este berenjenal.
Pronto me veo convertido en una especie de serbio-croata o serbio-bosnio.
En fin... Pese a todo, disfrutemos de que, al menos, tenemos salud, amigo.
Si, Brunetti, ha habido demasiada pasividad en el gobierno central cómo si pensarán que nunca llegaría la sangre al río. Pero ¿que había que haber hecho?: ¿negociar más y mejor? ¿ceder más? ¿mandar los tanques?, ... el nacionalismo satisfacción permanente, nunca se conforma.
Hoy me estoy acordando de D. Manuel Azaña.
Durante la Segunda República impulsó el Estatuto de Cataluña desde el gobierno central, de tal suerte que se buscó la enemistad en su propio partido.
De hecho, en una visita a Barcelona, se produjo una serie de incidentes nacionalistas, y el gobierno central, temoso que D.Manuel estuviera detrás, le tuvo unos días "arrestado" en un buque de la marina que estaba anclado en el puerto de Barcelona, por si acaso, mientras que se aclarara todo.
Azaña fue un adelantado a su tiempo, como se desprende de la atenta lectura de la Historia.
A mi me preocupan los efectos prácticos;
Entrarán en la UE o por el contrario no, y en el caso en que no entren habrá una frontera y una aduana?
Podré tener pasaporte de Cataluña?
Me valdrá la pena repostar allí o no?
Que harán con los funcionarios públicos... todos a la calle ?
Que impuestos tendré que pagar si tengo una casa en cataluña? me será mas ventajoso tributar allí?
Los años cotizados a la SS me valdrán ?
Buenas noches.
Ningún nacionalismo es bueno para el pueblo, para mí el llamado nacionalismo español es una ideología impuesta desde Castilla, idea que se originó siglos antes, sino miremos a las proposiciones del conde-duque de Olivares a Felipe IV. No obstante, es cierto que hay mucha manipulación histórica por parte del nacionalismo catalán. Los catalanes en un principio no tuvieron problema alguno con la elección de Felipe V como nuevo monarca, aún no he podido leer un libro que de una interpretación del cambio de posición política, ojala alguien aquí lo sepa. Podría escribir unos ejemplos más, por ejemplo: España destruyó la factoría textil mexicana para favorecer la catalana a finales del siglo XVIII, hechos como los que me refiero provocaron una ola independentista en las colonias.
Yo soy catalán, el 95% de las personas se respetan entre sí, no hay problema en que uno hable el castellano y otro el catalán, en el caso que el primero no hable catalán, no habrá problema para que el segundo hable en castellano. Pero no nos engañemos, todo viene por el dinero, personalmente no me creo ni los datos del gobierno catalán ni el central.
Salud!!
Gracias por una entrada así. A mí lo que me preocupa, y mucho, es el futuro inmediato y cómo esto afecta a las relaciones entre las personas.ç
Ya no puedo hablar con total tranquilidad con cualquiera. Noto distanciamientos en determinadas personas y, lo más grave, afecta a las relaciones familiares. En parte de mi familia política ya no me tratan como antes. Es así de triste
Yo tambien noto distanciamiento en algunos, los mas ingenuos te aseguran que no, pero quienes no estamos en la "onda" molestamos a unos cuantos.
“Cuantas menos razones tiene un hombre para enorgullecerse de sí mismo, más suele enorgullecerse de pertenecer a una nación”.Arthur Schopenhauer.
Perdón por la cita pedante pero viene al pelo. Envolverse en fastos y vestiduras nacionalistas se reduce casi siempre a eso, a intentar ocultar incompetencias, mediocridades, tapar las vergüenzas de gestiones lamentables y son el bálsamo ideal para dirigentes de poca talla.
Los partidos PP-PSOE cual aprendices de brujo han estado jugando con el nacionalismo en función de sus intereses personales adaptados a cada momento sin querer darse cuenta de que el juguete se iba volviendo autómata y fuera de control. Y los nacionalistas han hecho una buena labor de adoctrinamiento. Es patético ver cómo una chica jovencita en tv tiene el cerebro tan lavado que dice que España les odia, que los españoles les odiamos.O como comentáis, que esta deriva incida incluso en las familias distanciándolas. Ese es el triste resultado. Mi opinión es que se les deje a los catalanes hacer el dichoso referéndum y así salimos de dudas. De todas formas ¿cuáles son los medios para hacerles volver al redil? Si consiguen la idílica independencia les espera un buen choque contra la realidad. Y para el amigo anónimo que se pregunta por las cuestiones prácticas, crees de verdad que esas cosas se les han pasado por la cabeza a esas lumbreras de Mas y adláteres?. Los más exaltados son minoría afortunadamente pero me hacía gracia ver en tv cómo entre las quemas de efigies del Rey y banderas españolas (habituales y lógicas visto lo visto) quemaban incluso la bandera de la Unión Europea. Me imagino que querrán un régimen apestado e incomunicado al estilo de Corea del Norte. Que no quieran ser España vale pero insultar a la UE es delirante.
Como decía no sé quien, ten cuidado con lo que deseas que a lo mejor se hace realidad..es todo tan surrealista que asusta pensar hacia dónde vamos..
Saludos
Has estado sembrado, amigo. Completamente de acuerdo, en especial en las cortas miras de PP y PSOE, triste politica a corto plazo.
Por historia y por derecho Cataluña forma parte del Estado Español. No podemos aplicarle el derecho de autodeterminación porque no le corresponde, y además se nos va por el desagüe la unidad de España, se nos disuelve la nación.
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