13 de enero de 2011

Trabajar como chinos



Hace un tiempo ya escribí una entrada con el título de "Los nuevos colonos" en relación a esta cuestión; hubo quien la interpretó como algo peligroso, en cuanto cualquier planteamiento que pueda parecer cuestionar el progresivo incremento de los negocios regentados por orientales en nuestras ciudades corre el riesgo de provocar rechazo y cierta xenofobia. Ya de entrada quiero dejar claro que no pretendo poner en solfa que los chinos y demás orientales vengan a España y trabajen aquí, sino simplemente tratar en voz alta y someter a opinión algo que no deja de ser un tema que creo interesante y digno de análisis.

No es ningún secreto que las personas de nacionalidad china van ocupando un espacio cada vez mayor en la sociedad española; se les ve con frecuencia regentando bares y restaurantes, además de los ya clásicos bazares que, según me cuentan, van poco a poco convirtiéndose en establecimientos de mayor envergadura y pretensiones, sin olvidar una de las últimas cosas que he oído: al parecer muchos restaurantes japoneses son regentados por naturales de China. Todo el mundo habla de su capacidad de trabajo: no tienen horarios ni vacaciones, se dedica al negocio toda la familia y poseen una gran capacidad de apañarse, pues si tienen que hacer un arreglo, construir un mueble o crecer en espacio son ellos mismos quienes realizan el trabajo pertinente.

De entrada hay que admirar la capacidad de estas personas, además de respetar sus valores y méritos así como el legítimo derecho que tienen a instalarse aquí y trabajar. Pero lo que me cuestiono, y siendo sincero no soy capaz de encontrar una respuesta clara, es en qué medida su competencia es lícita, en cuanto abren domingos y festivos, trabajan sin someterse a exigencias salariales, no se sabe si respetan afiliaciones a la Seguridad Social y, en suma, dan la impresión de haber creado como una estructura paralela, una forma sometida a una especie de filosofía oriental propia que no es controlable y contra la que el ciudadano occidental medio no es capaz de competir. Creo que es éste un debate interesante, algo que puede provocar argumentos y valoraciones distintas, incluso contradictorias; un debate que puede llevarnos a hacer equilibrios y experimentar sentimientos encontrados.

Quiero dejar claro que estoy tocando de oído, pero que intuyo un problema que va a ir creciendo y no tengo claro en que medida uno se debe dejar llevar por el deseo de respetar la libertad de cada cual o en el fondo habría que tomar alguna medida para que no haya quien juegue con ventaja. Y es que, de una parte, uno no puede dejar de admirar la abnegación y la seriedad de quien lucha por salir adelante a base de poner horas en tierra extraña, pero de otra le gustaría tener más claro si estamos ante unos señores que se pasan la ley por donde les apetece ... algo que, no nos engañemos, desearíamos hacer más de una vez el resto de los mortales de por aquí.




18 comentarios:

Suso dijo...

El tema, efectivamente, es muy serio, y creo que aunque más o menos todos intuímos algo, saber , lo que se dice saber, sabemos poco.

Viajo mucho y llama la atención el auge y crecimiento del chino en toda España. Y están comprando lo mejor en lo mejor de lo mejor. El caso de Jerez es de escándalo, pero hay más.

Otro problema es la falta de integración. Se habla mucho, de cachondeo, de que no se ha visto morir a un chino,o un entierro...pero lo que me llama la atención es que jamás he vvisto un chino, o varios, de copas en un pub. Nada.

Eso sí, la imagen del chino en un tragaperras es universal. Y, encima, sacan pasta (hay locales que tienen prohíbida su entrada porque dejan la caja esquilmada).

Ahora se han metido en restaurantes con bufets libres a precios de risa donde te puedes poner, literalmente, hasta el culo de comer y repetir lo que quieras ( ¡ojo,diez primeros, diez segundos, postres a saco y ensaladas variadas!)

Un misterio...de aquí a nada los jefes de nuestros hijos serán chinos...y eso no sé si será bueno.

Anónimo dijo...

Los Ayuntamientos supongo que controlan los traspasos y aperturas de tiendas.
Los inspectores de trabajo y Seguridad Social, controlaran las condiciones laborales y las cotizaciones.
Al ser relaciones familiares y no laborales, los salarios y descansos no se deben aplicar estrictamente, pero todo queda en casa.
Por lo que el problema de la legalidad no creo que esté en tiendas y restaurantes, creo que está en los talleres clandestinos donde las MAFIAS explotan a los trabajadores.

Modestino dijo...

Da la impresión de que están dando un paso adelante, una mejora de calidad: los bares que regentan ya no están sólo en Las delicias, ya se les empieza a ver en el centro, sus bazares ya no son sólo de baratijas, ... etc, etc.

veronicia dijo...

Aquí han llegado hace relativamente poco, pero a otros países no y me refiero a América...
Hace un tiempo una psicóloga me explicaba como su filosofía de vida implicaba la gran importancia de la educacion universitaria, toda la familia se esforzaba para que el hijo mayor terminara sus estudios a la vez éste no podía casarse ni obligarse de ningún otro modo hasta que no costeaba los estudios del siguiente y así sucesivamente; eso es sólo un ejemplo.

annemarie dijo...

Un escritor francés, Alain Peyrefitte, publicó, creo que en los años 70, una cosa titulada "Cuando la China despierte... el mundo temblará" en que describía todo esto que pasa hoy. Los chinos son increíblemente xenófobos, xenófobos de manual, sin miedo a las generalizaciones abusivas, que me repelen. (Cosa curiosa: todos tienen el mismo grupo sanguineo: en Macau tuve una vez que determinar mi grupo sanguineo, que no sabía cual era, y el medico tuvo que pedir tres veces ese análisis, porque, como era inabitual, simplemente no la hacían).

La iniciativa individual es cosa desconocida: actuan ejemplarmente por consignas, eso sí: cobardía, doblez,

increíble capacidad de sacrificio, características incomparables para el exito del clan. Lamento... nadie me lo contó. :))

Anónimo dijo...

Si fueramos todos tan trabajadores como los chinos,otro gallo nos cantaria.

annemarie dijo...

Pues no me parece que el gallo que les canta a ellos sea muy deseable, en mi opinión.

Suso dijo...

Animo a leer "Cisnes salvajes" para entender la mentalidad de esta gente: es la historia, apasionante, de tres varias generaciones desde antes de la revolución de Mao hasta nuestros días , y allí queda muy bien reflejada ciertas actitudes que denuncia Annemarie

sunsi dijo...

Tema complejo, delicado, que no me atrevo a comentar porque creo que no sería objetiva. Solo he comprado un par de veces en un bazar chino. Noto que observan y me siento incómoda. Apenas dan explicaciones si les preguntas. Instintivamente no me fío de sus productos: son escandalosamente más baratos y , como soy incapaz de encontrar una explicación, prefiero no adquirirlos.

Una anécdota tonta pero bastante ilustrativa. El día 1 todos los establecimientos cierran, incluso OpenCor... Necesitábamos nata de bote para un panettone riquísimo que me trajo MO de Italia. Puedes imaginarte dónde lo compramos. ¿Competencia desleal?... No sé

Buen tema, Modestino.

tomae dijo...

...Letras del tesoro, Deuda Pública, Bonos ... a todo eso le llaman Deuda Soberana supongo que sabes quien está comerando toda esa deuda, para "rescatar-nos"... no me creo que sólo lo hagan por negocio...

Modestino dijo...

"Cisnes salvajes" es de los libros más recomendables que conozco, por muchos motivos.

El libro me suena mucho, Annemarie, y tomo nota. En cuanto a su capacidad e trabajo, siempre es loable ser trabajdor, y es cierto que podría servir de ejemplo, pero ¿a qué precio?, ¿es sana su forma de vida?, ¿su aislamiento social?.

Mariapi dijo...

Es un tema complejo, una mentalidad desconocida, difícil de comprender...lo que conozco de su actividad por aquí, tiene mucho que ver con un sistema de mafia...y quienes me han contado sus experiencias en China, retratan un panorama triste y sucio.
Muy difícil juzgar...

opinadora dijo...

A mi los chinos me caen bien, son discretos, no molestan, ni hacen si quiera ruido. Siempre están ahí –por si los necesitas.-y si no quieres no tienes porque ir a comprar, a nadie le han puesto una pistola, para entrar a una tienda. Que la calidad es peor, eso ya lo sabemos. A nadie le están engañando.

Modestino dijo...

Uff... demasiado silenciosos a veces.

Unknown dijo...

Hace un tiempo realicé un curso para comprender a mujeres inmigrantes en mi ciudad y cuando hablamos de las mujeres chinas me resultó muy curioso que no tenían el concepto de ocio instalado en su cabeza. Aseguran que casi exclusivamente su vida gira en función del trabajo, sus casas son sus negocios, sus hijos están con ellas en sus tiendas,sus restaurantes... y no saben que es divertirse.Es como si a mi me preguntaras si deseo todos los días hacer un viaje a la luna, y te diría que no pues casi ni siquiera me lo puedo imaginar.
Cuando he tratado con ellas son amabilísimas, pero no consigues una cita pues solamente trabajan...
Que tiene que haber una regulación de esos comercios ¡está claro!Eso si, a mi me encanta entrar a tiendas chinas pues encuentras objetos luminosos, musicales, de fuego divertidísimos y no os perdáis las velas de cumpleaños divertidíiiiiiiiiisimas, cuando empieza la música de "cumpleaños feliz", después es imposible quitarla y aunque la tires varias veces al suelo para que se rompa y deje de tocar , no lo consigues...y terminas metiéndola debajo del colchón para no escucharla hasta que se va el primer invitado que se la "empaquetas" para que la tire a la basura.
¡Voy a intentar trabajar mucho...pues realmente es muy importante y en eso por lo menos un poco les tenemos que copiar!

Anónimo dijo...

Con mas de 1.295,33 millones de habitantes chinos en el planeta tierra en el último censo y suponiendo 1/5 de la población mundial, creo que sí es generalizar decir que son cobardes y actuan por doblez desde mi creencia en el ser humano no puedo estar deacuerdo con esa generalización.

Mª Dolores dijo...

En mi escuela, hace unos años, nos llegó una alumna china.Como aquí a los estranjeros los matriculan por edad, fue directamente a sexto. Recuerdo su gran capacidad de sacrificio y, sobre todo, su perfeccionismo. Era capaz de borrar cientos de veces algo si no le convencía el resultado. Al llegar al Instituto, dos cursos más tarde, acabó siendo la mejor del grupo ( verdad, verdadera). Lo digo por lo que se ha comentado más arriba. Son muy disciplinados. Casi,disciplina militar, diría yo.
Viven y trabajan varias generaciones juntas. Son negocios familiares. A ellos dedican todo su tiempo. Yo no he visto ningún chino ni siquiera paseando. siempre trabajando. Respecto a si respetan o no el horario de comercio establecido, aquí la verdad es que los bazares están cerrados los días festivos, al menos en invierno. Sé que en las grandes ciudades, sí están abiertos.
Es más preocupante, el tema de los talleres clandestinos y las condiciones laborales de los trabajadores.
No obstante, creo que, tal vez fomentado por ellos mismos, por su autoaislamiento, se está creando una leyenda en torno a este colectivo que no sé si es del todo real.
Un saludo, Modestino

meloenvuelvepararegalo dijo...

No estoy a favor de esos horarios que no siguen... pero es cierto que a veces pueden ir bien para comprar la nata de turno.
Difícil y muy delicado tema.