Cada cual conservamos esos recuerdos personales que nos devuelven a momentos concretos de nuestra vida, recuerdos que se vuelven especialmente entrañables si hacen referencia a nuestra infancia o a eventos especialmente significativos. Junto a ellos existen evocaciones más automáticas, de esas que nos traen inmediatamente a la cabeza una idea: es el caso del Año Nuevo, ¿a cuantos esta fecha no nos pone ipso facto en conexión con el Concierto que cada 1 de enero ofrece la Orquesta Filarmónica de Viena en el Musikverein de la capital austríaca y con las pruebas de saltos de esquí que se retransmiten a todo el mundo desde la estación alemana de Garmisch-Partenkirchen.
Malo sería que nadie se sintiera obligado a ponerse delante de la tele y presenciar irremisiblemente ambas retransmisiones, pero a mí me parece bonito que se conserven estas tradiciones. Estoy seguro que cualquier experto -yo ando lejísimos de serlo- nos hablaría de un buen número de composiciones musicales que superan en calidad y valía los valses de Strauss y demás piezas que se escuchan cada año desde Viena, pero no puedo evitar que se mezclen los sentimientos -todos buenos- cuando escucho el "Danubio azul" de Johann Strauss, hijo o cuando como colofón del concierto y al ritmo de las palmas de los asistentes la orquesta cierra su actuación con la "Marcha Radeztky" que compuso el padre de aquél. De la misma manera que hay deportes más espectaculares y dinámicos que los saltos de esquí, pero éstos en concreto, los de hoy, tienen la distinción de ser tradicionales, de poner de manifiesto, en definitiva, que hay un nuevo año, pero que la vida sigue.
En ocasiones uno se encuentra algún cenizo que hace burla de estas "rutinas" periódicas, incluso quien insinúa que pasar las primeras horas conscientes del nuevo años delante de la tele no deja de ser una absurda pérdida de tiempo, no se si porque se creen el moro Muza o porque se les ha ido la mano de transcendentes. A mí, pasado el ecuador de la vida, estas cosas me ayudan a respirar aire puro.
6 comentarios:
...encontrar a la Jaquesa de Qatar en el concierto me ha dado que pensar. Esos saltos de primero de año, verlos...siempre relajan...Happy new year again...
Tus amigos blogueros estan resacosos, por lo que parece.
Salud y suerte para todos.
Pienso que no es tanto la resaca como el que hoy he hecho doblete la causa de que la gente conteste poco. Tal vez dos post son demasiados para empezar el año.
El concierto de Año Nuevo es super, parece siempre cortísimo, verdad? Es tan agradable! Dos posts para empezar el año también es super agradable. :)) Un abrazo de inicio de año!!
Tomae; ya veía yo una mujer que enfocaba la cámara vestida de rojo y con su tocado junto a un Sr con pinta de Jeque... y he pensado por lo menos son "los de Qatar!" toma que ojo tengo y sin verlos en mi vida!
Yo soy al 100% del concierto de año nuevo, llegue a casa a la hora que llegue... y luego comida familiar (con hambre o sin ella)
Feliz año a todos!
Es cierto!, a la comida de A�o Nuevo se suele llegar con el hambre justo.
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