Paseaba ayer por la tarde por Fernando el Católico, una de las vías más nombradas de Zaragoza, y ya próximo al Parque Grande me fijé en la existencia de un establecimiento dedicado a funeraria; seguro que he pasado montones de veces por ese mismo lugar, pero por esas cosas de la vida -y esas limitaciones de las personas- hasta ayer no me llamó la atención su existencia. No cabe duda de que ofrecer al cliente la solución de los distintos trámites que exige el hecho de morirse no deja de ser un negocio seguro, pues los humanos podremos dejar de comprar determinados productos, de usar algunos servicios o de mantener ciertas aficiones, pero lo que no dejaremos nunca de hacer es morirnos. Y lo que más me llamó la atención de dicho local fue la razón social que el propietario o fundador de la empresa tuvo la ocurrencia de poner: "El Paraíso"; en cuanto lo vi me di cuenta de que el título era acertado, que no podía haber mejor cartel para presidir un negocio de pompas fúnebres que uno que mencionara el edén.
Andamos en tiempos de cierto descreimiento, pero para quienes mantenemos la convicción de que hay algo más tras el final de la vida humana, no deja de ser consolador observar que desde el primer momento puede recurrirse al "paraíso", ya se que los gestores de esta empresa no pueden prometerte el cielo, pero ya está bien eso de poder empezar con buen pie. Además alguien ha tenido la buena idea de colocar en la fachada una foto grande de la Virgen del Pilar, algo que refrenda lo dicho: es bueno morirse y que ya de entrada te reciba quien hace ya bastante tiempo vino en carne mortal por estos lares. Fuera de bromas, conforme vas cumpliendo años comienzas a ver la muerte como algo más real y cercano, y las "Pompas fúnebres El Paraíso" me ayudan a recordar nuestras metas más importantes.
3 comentarios:
Mucho mejor que "Ocaso", Modestino. Aunque nosotros estamos en Santa Lucía... Desde el día que supe lo que costó morirse en una clínica, trasladarse a un tanatorio catalán, seguir el recorrido en el tanatorio de Huesca y ser enterrado en el cementerio de esta ciudad en la que tú vives. No me lo podía creer. Así que decidimos no dejar a nuestros hijos semejante carga.
Eso sí; el día que empezamos a pagar las cuotas me di cuenta de que estaba más cerca del más allá que de aquí.
Feliz fin de semana, Modestino.
Es caro hasta morirse ... ¡que frío hacía ese día del que hablas!
Hoy cumpliría 84 años. El día de San Antonio...
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