En la calma del Mediterráneo he dedicado buena parte del tiempo a poner cruces en mi lista de libros pendientes; me llevé bastantes más de los que he terminado leyendo, pero no se trata de batir records ni hipotecar el tiempo. No deja de ser un momento con cierto encanto ese de optar por uno u otro. Sinceramente, creo que terminé eligiendo siete buenas opciones, y muy especialmente los primeros cinco que expongo me parecen completamente recomendables, sin que los otros dos me hayan parecido, ni mucho menos, malos.
"La estrella del diablo" es la tercera entrega de la serie que el noruego Jo Nesbo dedica al inspector Harry Hole, un personaje tremendo, un auténtico perdedor al que su carácter, su grave adicción al alcohol y su atormentada vida personal tiene siempre en el filo de la navaja. Hay quien opina que los sucesos que le ocurren a Hole son excesivos, pero a mí cada libro que leo de la serie me parece mejor, tanto que, sin contar a Mankel, que juega en Liga superior, le he puesto junto al islandés Indridasson en la cima de la novela nórdica de intriga. La trama de esta novela aún contiene cuestiones pendientes de las dos anteriores, alguna de las cuales ya queda definitivamente resuelta; pero por encima de todo "La estrella del diablo" es una novela policíaca en toda su extensión, sin que tal afirmación incluya ni un solo matiz peyorativo. Un personaje excepcional, un argumento sólido, una acción trepidante y una construcción adecuada del relato convierten al libro de Jo Nesbo en una lectura imprescindible para los aficionados al género.
Manuel Chaves Nogales no tiene nada que ver con Jo Nesbo, aunque ambos coinciden en ser escritores a los que merece la pena leer. Chaves Nogales, de quien ya había leído "Juan Belmonte, matador de toros", es un periodista sevillano exiliado con motivo de nuestra guerra civil, fallecido prematuramente en 1944 y de quien se ha comenzado a publicar sus libros, con un éxito enorme, en el siglo actual. "La agonía de Francia" es un ensayo atinado, analítico y, en cierta manera, estremecedor, del fracaso francés como pueblo y como nación con motivo de la ocupación nazi de 1940. Chaves Nogales refleja la enorme decepción que supuso para quienes como él eran unos demócratas convencidos la cobardía, el conformismo y la pasividad con la que los franceses se enfrentaron a la tragedia que significó el poder de Hitler en un país de la envergadura de Francia; de la acerada crítica no se libran ni los mandatarios galos ni el pueblo francés que observó impotente y resignado como el totalitarismo ario imponía su poder en Francia sin que nadie hiciera nada por evitarlo. Resultan admirable el fino análisis del autor, su mente preclara y su tremenda clarividencia, especialmente si tenemos en cuenta que falleció a los cuatro años de los hechos, estando el libro escrito en 1941, un año después de los mismos, lo que demuestra qué bien captó la situación, mucho antes de que historiadores y analistas políticos los valoraran en la misma dirección una vez terminada la 2ª Guerra Mundial.
Como en el caso de Chaves Nogales, los libros de Irene Nemirovski se han comenzado a publicar más de cincuenta años después de su fallecimiento; Nemirovski fue una ucraniana que murió en Austwitz en 1944 y que cuando hace una década Salamandra publicó la "Suite francesa", una magistral crónica de la huida francesa tras la invasión de las tropas del III Reich, se consolidó como una magnífica novelista. Posteriormente la misma editorial ha ido publicando sucesivas novelas, mucho más cortas, que han convertido a dicha autora en alguien capaz de ganar batallas después de muerto, como nuestro mítico Cid Campeador. "Jezabel" es un estremecedor relato sobre una mujer, Gladys Eysenach, que tiene como única meta en la vida ser vista siempre joven, para lo cual no se para en barras ante nada y ante nadie. Se trata de un análisis duro y atinado sobre el egoísmo humano, de como la superficialidad y la incapacidad de pensar en cualquier problema que no sea propio vuelve ciegas a las personas hasta límites dramáticos. En la solapa del libro alguien la compara con Dostoyewski, lo que no deja de ser audaz, casi temerario ... también he leído opiniones de que tras el éxito de la "Suite francesa" se han lanzado al mercado una serie de pequeños relatos poco brillantes; sin entrar a posicionarme al respecto, puedo asegurar que vale la pena leer con tranquilidad la novela.
Philipp Kerr nunca decepciona, aunque bien podría comenzar el comentario asegurando quen quien nunca lo hace es Bernie Gunther, ese personaje que ha sido ya capaz de facilitarle ocho novelas formidables. "Praga mortal" es la octava entrega de la saga y, no se si es porque la tengo aún reciente, me ha parecido de las mejores. Leyendo a Kerr disfruto, entre otras razones, por dos motivos: la agilidad de la narración, que es sin duda un mérito del escritor y el encuentro con el cinismo y la agilidad mental del personaje, algo que, digo yo, también habrá que cargarlo en el haber de Kerr. La novela nos traslada a la regencia nazi en Checoslovaquia y nos enfrenta con un personaje tan significativo -y terrible- como el Reichsprotector de Bohèmia i Moràvia, Reinhard Heydrich. Se trata de una lectura que no da descanso, con un ritmo vertiginoso, una notable audacia a la hora de forjar los personajes de los militares nazis, todos ellos auténticos y un argumento que te coge de principio a fin. Me da miedo poner demasiado entusiasmo a la hora de comentar un libro, pues me arriesgo a desilusiones, pero "Praga mortal", en mi opinión, es buenísimo.
Rysard Kapuscinski se ha convertido en uno de mis escritores favoritos: de vez en cuando descubres a alguien que te mueve a proponerte leer todo lo que ha escrito, y el polaco ha engrosado sin ninguna duda esta nómina; tras leer "Viajes con Herodoto" he reafirmado mi opinión sobre la excelencia del periodista polaco. Con Kapuscinski no solamente te entretienes, sino que al mismo tiempo adquieres un importante baño de conocimientos y cultura. "Viajes con Herodoto" es una arriesgada apuesta de narrar en paralelo el pasado -lejanísimo, por cierto- y el presente de la que el polaco salió con éxito; a la vez que nos va relatando lo que le brinda la lectura del escritor griego Herodoto, Kapuscinski nos cuenta los viajes que realiza por aquellas tierras que sirven de ambiente a las historias de aquél. Así, uno termina disfrutando con una conmbinación genial de geografía e historia y de la misma manera que te vas enterando de lo sucedido en las guerras entre persas, griegos y espartanos, con las atareadas vidas de personajes como Ciro, Darío, Jerjes o Artajerjes, consigues también profundizar en la actual situación de los lugares que el autor, entonces joven periodista recién salido de su país, va visitando: China, India, El Cairo, Dakar, Addis Abbeba, Jartum, Argelia, ... Un libro para leer con tiempo y despacio.
"La brisca de cinco", la primera novela editada por "Destino" del italiano Marco Malvadi, me entró por los ojos en cuanto la vi expuesta en la Casa del Libro de Zaragoza; lo mismo le ocurrió a Brunetti, a quien tengo por prestigioso lector, con un gusto literario al menos un punto superior al mío, que la adquirió y leyó rápidamente, si bien su opinión sobre aquélla acabó siendo bastante poco favorable. A pesar del consejo negativo de mi amigo, acepté el préstamo queme hizo otro lector de reconocido prestigio, Paco, y la incluí en mi equipaje. Se trata de una novelita que se lee bien, con la gracia y la frescura tan frecuente en los autores italianos, por mucho que le tengo que dar la razón a Brunetti en su carácter más bien intrascendente. Aunque se trata de una novela de intriga, con homicidio, investigación y giro final inesperado, la calificaría más bien como relato de carácter costumbrista, al tratarse de una acción desarrollada en un pueblo turístico cercano a Pisa, con un ambiente característico y plenamente típico de esa zona italiana, desarrollándose casi toda la trama en un modesto bar -"Lume"- cuyo regente, llamado Mássimo, acaba convirtiéndose en el protagonista: un camarero metido a investigador que acaba siendo todo un personaje, posiblemente lo mejor del libro. En definitiva, una novela breve y entretenida que nos puede venir bien si tenemos ganas de ir a leer a la playa o a la piscina.
Juan Madrid está considerado una de los actuales referentes de la novela negra en España; hace unos años leí una de sus primera novelas que me llevó a catalogarlo como un buen escritor. Buena parte de los relatos de Madrid, un periodista metido a literato, tienen como protagonista un personaje peculiar, Toni Romano, un ex policía, expulsado del cuerpo, que se ha metido a detective y a quien, no se sabe si por gusto o necesidad, gusta moverse en el mundo del "lumpen". "Un beso de amigo" es el primer caso del tal Romano, un libro entretenido y dinámico que nos narra una intriga desarrollada en ambientes bajos y lóbregos, con abundancia de maleantes, tramposos, truhanes, prostitutas y demás especímenes "ad hoc". Las novelas de Juan Madrid, y ésta no es una excepción, son duras y de un tono proclive a la "sal gorda", pero al menos ésta puedo asegurar que está bastante conseguida, por mucho que no suela dejar puertas abiertas a demasiadas esperanzas.
4 comentarios:
Has quitado el post de las adolescentes. Pues me parecía muy interesante. Realmente en esa edad se vuelven muy crueles. Esperemos que con el tiempo se les pase. Un beso.
Es que lo programé para el martes y me saqlió mal; realmente eres muy rápida, pues estuvo un par de minutos en red.
El martes, lo tienes.
Qué gran descubrimiento, el de Manuel Chaves Nogales, Modestino.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un libro como leyendo "Juan Belmonte, matador de toros".
Con independencia de que se sea aficionado a la tauromaquia o se pertenezca a una asociación antitaurina, esta biografía es absolutamente recomendable, puesto que detrás de ella hay mucho más que toros. Para mí, se trata de un verdadero tesoro literario.
El mismo placer me está produciendo la lectura de otro libro suyo que tengo entre manos, "El maestro Juan Martínez que estaba allí".
Ya puesto en faena, pienso continuar con "La agonía de Francia" y "A sangre y fuego".
Lo dicho, un maravilloso descubrimiento literario.
Tengo pendiente para estas vacaciones "Praga mortal", donde volveré a reencontrarme con el carnicero nazi Heydrich, a quien tuve el placer de conocer (sic) a través de otra novela formidable: "HHhH", del francés Laurent Binet.
Feliz semana, que para la mayoría será la última del curso y, en cambio, para ti será la primera. Caprichos del calendario.
El libro de Binet creo que tiene más rigor histórico que el de Kerr, aunque la agilidad narrativa de éste es difícil de alcanzar.
En cuanto al maestro Juan Martínez, tengo el libro por casa y habrá que hincarle el diente.
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