2 de marzo de 2012

La otra decadencia del Real Zaragoza



Aunque las matemáticas todavía no lo dicen con firmeza, podemos considerar de nuevo al Real Zaragoza un inquilino de la 2ª división; con éste ya serán cinco los descensos del club de mis amores que he vivido en vivo y en directo, aunque el nivel de dolor y humillación nunca llegó a los límites del que, si no hay un improbabilísimo milagro, se consumará en el próximo mes de mayo. Tras más de cuarenta años siguiendo al primer club de fútbol de Aragón, jamás había sido testigo de una situación de deterioro y descomposición como la actual: el club está en la ruina deportiva y económica, las tropelías y torpezas de sus dirigentes han ocasionado que se haya perdido todo el rédito de prestigio, respeto y simpatía que tuvo en el pasado, mientras el futuro se presenta lleno de nubarrones, con la desaparición de la sociedad como una posibilidad real que pone los pelos de punta.

Aún sin llegar a la extrema situación actual, lo que ahora se vive trae a mi memoria lo ocurrido hace 40 años, cuando tras varias temporadas de decadencia posteriores a la gloriosa era de los magníficos, el equipo bajó a 2ª división, habiendo ganado solamente tres encuentros en toda la competición y en situación de desahucio total. Un entonces jovencísimo José Angel Zalba se hizo cargo de una presidencia que nadie quería, no había ni un duro para fichar a nadie y la penuria era tal que un Juzgado de Zaragoza acabó embargando el Trofeo Carranza que tenía el club en sus oficinas, embargo que terminó no llevándose a cabo por la generosa intervención del Ayuntamiento de Cádiz, club organizador del Trofeo. Recuerdo que el F.C. Barcelona se ofreció a jugar gratis en agosto en La Romareda para echar una mano al capitidisminuido rival.

La gloria se recuperó en un año, gracias sobre todo, además de al trabajo de Rafa Iriondo y una cierta dosis de fortuna, a la presencia en el equipo de hombres curtidos y con calidad como lo eran Violeta, Manolo González, Rico, Villanova, Planas, Ocampos y Luis Costa, entre otros, lo que demuestra que al menos entonces había un capital deportivo que ahora no existe. De cualquier manera, aquella debacle blanquilla se gestó desde el momento que no se supo renovar un equipo que había dado gloria y éxitos por doquier al zaragocismo. La afición vio como se marchaban por diferentes razones jugadores tan importantes como Cortizo, Isasi, Canario, Santamaría o Pepín , Lapetra quedaba físicamente diezmado por las lesiones hasta tener que retirarse prematuramente y Marcelino era también presa de aquéllas. Así únicamente Santos y Villa mantuvieron mínimamente el tipo durante un tiempo, mientras tan sólo Bustillo, Javier Planas y el gallego Fontenla parecían alternativas de garantía para suplir el enorme hueco que dejaban aquéllos.

En 1967 ganó las elecciones Alfonso Usón, una buena persona y zaragocista de pro, pero que no tuvo nunca ni acierto ni suerte. Para sustituir a unos jugadores del nivel de los citados había que afinar mucho en los fichajes, cosa que no supo hacer el nuevo equipo directivo que trajo a lo largo de sus años de mandato a jugadores que no dejaron huella alguna en el club: del Valladolid llegaron el central Díaz y el delantero Tejedor, del Oviedo el ariete Quirós, del Rayo Vallecano fichó Moya, un extremo que ponía cara de velocidad pero no acertaba casi nunca, del Barça el lateral canario Foncho, pasado de años y de kilos, del Botafogo brasileño el extremo Totó, con una buena zurda pero lento y medroso, de Argentina otro extremo, Armando Martín, un jugador ratonil pero mediocre, Oliveros y Borrás, dos jugadores del montón llegados del Barça en la operación Bustillo, ... los únicos aciertos de la época fueron el fichaje de Felipe Ocampos y el haber fomentado el debut de gente de la cantera como los hermanos Planas, Bustillo, Chirri, Royo, Molinos, ... o de jugadores jóvenes y desconocidos, venidos de fuera y formados casi todos en el Deportivo Aragón, como Izcoa, Fontenla, Rico, Duñabeitia, Ruiz Igartua, ...

Así, en pocos años el Zaragoza pasó de ser un conjunto brillante y temido a pasearse por los campos de 1ª división con un equipo viejo, caduco e inconsistente; la temporada de la debacle final fue de decepción continua, pasaron por La Romareda hasta tres entrenadores: José María Martín, que duró dos telediarios, Domingo Balmanyá, que en su tiempo había sido seleccionador nacional pero ya estaba pasado y un jovencísimo José Luis García Traid, ascendido del filial y que llegó cuando no había nada que hacer. El único fichaje de relumbrón fue el de Luis Costa, que venía de hacer una buena temporada con el Mallorca, pero estaba ya en la última época de su carrera. Villa era un alma en pena, Ocampos tenía problemas personales y no rindió en todo el año, Pepe Juan, un joven interior canario que había llegado como gran promesa y deslumbrado en la pretemporada y Lozano, un ariete venido del Salamanca que aseguraban era una figura en ciernes, acabaron siendo un fiasco, Iznata, que en su día había jugado en el Madrid, arrastró su decadencia y sus kilos en los pocos partidos que jugó, mientras el meta Izcoa, que luego triunfaría en el Granada, tenía un año horrible. Al final el Zaragoza perdió 18 encuentros, más de la mitad, empató 9 y solamente supo ganar 3, recibiendo un total de 54 goles frente a los 22 que marcó.

De cualquier manera, y en medio de la crisis que entonces se vivió en el zaragocismo, se mantuvo viva la llama de la esperanza, algo que los actuales mandatarios blanquillos parecen haber consumido casi hasta el límite. Entonces hubo reacción y solución, esperemos que ahora también las haya, aunque como en aquellos tiempos no serán posibles sin cambios radicales.


11 comentarios:

Driver dijo...

Recuerdo ver jugar al equipo de tus amores en el viejo estadio de la Condomina, en Murcia, en los lances de 2º división, allá por los finales de los setenta.
Bocata de chorizo en ristre y refresco de burbujas, veías dar unos pases a través del campo, nada habituales para la segunda división, pues se adivinaban constantemente formas de primera división, tanto el el espíriti de tu equipo como en las formas individuales de su temible ataque.
Recuerdo perder contra el Zaragoza y no salir enfadado de la Condomina, pues el espectáculo y el precio de la entrada daban una relación calidad / precio inmejorable.
Así como el bocata que me preparaba mi madre.

paterfamilias dijo...

Buf , difícil panorama, es cierto

Modestino dijo...

A finales de los 70 y en 2ª el zaragoza solamente se ha enfrentado al Murcia en La Condomina en la temporada 1977-78 y allí los pimentoneros vencieron 4-2.

En 1ª hemos vencido allí en varias ocasiones, aunque recuerdo con dolor una derrota en La Romareda por 1-6, era el mes de enero o febrero de 1981 y yo andaba haciendo la mili en Valencia. El Murica iba último, pero ese día nos sacó los colores, con hat-trick de un brasileño llamado Gil, que era ídolo de la afición murciana.

Brunetti dijo...

No te quepa duda de que muy pronto, después de tanto sufrir, volveréis a triunfar: los grandes siempre retornan al Olimpo.

Y volveréis a desplegar ese fútbol brillante de "ataque total" que siempre ha caracterizado al equipo del León Rampante y que ha cautivado a tanta gente durante toda su historia.

E insisto en lo que te comenté hace unos días: el próximo año, en la Liga Adelante (pensar que el equipo va a salvarse es una quimera: debería ganar 10 de los 14partidos que quedan, y ni aun así), verás ganar al Zaragoza un sábado sí y otro también; y ganar reconforta muchísimo el espíritu, amigo mío.

Ahora no, porque estás muy desanimado, pero dentro de unos meses me darás la razón.

Buen fin de semana a todos.

veronicia dijo...

No quiero verlo ganar en segunda, prefiero sufrir en primera (hasta el rabo todo es toro... )
El domingo Zaragoza-Villareal; seria muy importante ganar este partido porque el Villareal con (27 puntos) puesto 17 está peleando por no descender y el Barça le de la mano y gane al Sporting y Racing... los dos que tiene por encima.
Si tienen que descender tres que desciendan pero el Zaragoza que se quede.

Modestino dijo...

Buen fin de semana, Brunetti: mis temores van mucho más allá de un año en 2ª, podemos desaparecer, bajar más por impagos, e incluso estar varios años en el purgatorio.

Veronicia: eras muy buena gente, pero desengañate, no hay paz para los malvados ...;)

Modestino dijo...

Mi desánimo viene, por supuesto de la situación del Zaragoza pero, como efecto secundario, ha traído cierto cansancio de fútbol que mucho y muy deprisa ha de revertir la situación para que vuelva a vivirlo como antes.

Éric Cantona dijo...

Modestino, esta lectura te gustará... "los cinco magníficos (Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra)", una descripción del zaragoza de los 60: http://www.martiperarnau.com/2012/03/e-pistolario-the-magnificient-five/

mao dijo...

Modestino, hacía mucho que no entraba en tu blog, y voy a hacerlo hoy... para compartir la desazón por nuestro Real Zaragoza. Queda la esperanza de volver, con el brío de siempre, de antes.

También yo prefiero que nos salvemos aunque sea en la última jornada y de rebote, como el año pasado. Pero ya cansa eso de estar un año tras otro en la cuerda floja!

Modestino dijo...

Gracias por el artículo que leeré detenida y satisfechamente. El tal Martí Perarnau es un periodista catalán que en su día compitió como atleta, creo recordar que en salto de altura.

Modestino dijo...

Sinceramente, sí el salvarnos a última hora supone que siga Agapito Iglesias y vuelta a lo de siempre: más de medio equipo nuevo, ausencia de planificación, etc, etc, ... prefiero bajar, no compensa .... aunque no se sí hay tiempo ya para arreglar algo.