10 de diciembre de 2011

Un malo-malísimo que hizo época

"Hombre rico, hombre pobre" fue una de las primeras series extranjeras por capítulos que recuerdo; allá por los finales de los 60 recuerdo a mis padres muy enganchados a "La saga de los Forsyte", una producción de la BBC basada en una trilogía de principios de siglo escrita por John Galsworthy, pero la puesta en escena televisiva de la obra de Irwin Shaw puede que fuera la primera gran serie de impacto de nuestra tele. Empezó a mediados de los 70 y estaba dirigida por David Green, Boris Sagal y Bill Bixby, con protagonismo de dos entonces jóvenes y prometedores actores como Peter Strauss y Nick Nolte y la colaboración de veteranos como la ganadora de un Oscar Gloria Grahame y Edward Asner, que luego se haría famoso como "Lou Grant". La serie se siguió en España con gran interés y, posiblemente, el personaje que acabaría siendo más popular fue el de Anthony Falconetti, uno de los malos más malos y célebres que recuerdo. El actor que lo interpretaba era William Smith -nada que ver con "El príncipe de Bel-Air"- e intuyo que su persona acabó irremediablemente unida a quien acabó siendo uno de los personajes más odiados de su época.

La serie trataba sobre la vida de la familia Jordache, fundamentalmente de los hermanos Rudy y Tom, cuyas trayectorias vitales son un auténtico contrapunto: el primero llega a ser inmensamente rico y poderoso, mientras el segundo llega al borde de la destrucción. La serie supuso el despegue de las carreras profesionales de Peter Strauss y, sobre todo, Nick Nolte, pero quien convirtió su nombre en un auténtico símbolo, de maldad y perversión eso sí, fue Falconetti, sicario de Charles Steep, el industrial que creó un imperio gracias al oro nazi y que con ese dinero había corrompido a la Administración americana. Cada episodio de la serie era esperado ansiosamente no sólo para saber en qué quedaban la carrera política de Rudy, la azarosa vida de Tom, sus desgracias matrimoniales, ... sino también con que terrible maldad iba a amargarnos la noche Falconetti. Así, entre otras cosas, los productores de "Hombre rico, hombre pobre" consiguieron mantener viva la expectación y, con ello, el nivel de audiencia de la serie. El desenlace final, que tenía que pasar -no podía ser de otra manera- por la muerte del malvado, fue uno de los momentos más esperados de la televisión de entonces y, desde luego, no defraudó.

El nombre de Tony Falconetti era repetido en las peluquerías, las aulas universitarias y colegiales, los puestos de los mercados, las oficinas públicas y privadas, las escaleras y patios de las casas de vecinos y muchos otros rincones del país; ante el nombre del perverso Falconetti los ciudadanos se echaban las manos a la cabeza, escondían muecas de terror y sentían bullir en su interior el instinto de la venganza. La tele de esos felices años siempre trajo personajes célebres, unos eran apuestos y conquistadores como "El Santo" -Roger Moore- o el Doctor Gannon de "Centro Médico" -Chad Everett-, otros heróicos y valientes, como "El fugitivo" -David Jansen- o Elliot Ness -Robert Stack-, líder de "Los Intocables", e incluso gente simpática como la Samantha -Elizabeth Montgomery- de "Embrujada" o Maxwell Smart -Don Adams-, el inolvidable "Super agente 86", pero hasta la emisión de "Hombre rico, hombre pobre" nunca había tenido tanto éxito un individuo tan malo y desagradable como Falconetti.

William Smith, el actor que lo encarnó, fue un asiduo de las series de televisión y tuvo papeles en "El Virginiano", "Perry Mason", "La hora de Alfred Hitchcock", "Daniel Boone", "Las calles de San Francisco", "Ironside", Mision Imposible", "Kung Fu", "La mujer policía", ..., habiendo intervenido en películas del nivel de "La canción de Bernadette" (1943), "Gilda" (1946), "Más oscuro que el ámbar" (1970), "Conan el bárbaro" (1982) y "Amanecer rojo" (1984).


5 comentarios:

Pilar Lachén dijo...

Recuerdo a mi madre viendo esta serie y mi padre pasando por al lado y diciéndole: "Qué malo es Falconetti!!!!".
Gracias Modestino por estos maravillosos recuerdos.

Modestino dijo...

Falconetti fue el malo oficial durante una larga temporada. Y es que no solamente acaban siendo leyenda los buenos.

Maireen dijo...

Tenemos muchos recuerdos compartidos. Mis padres también estaban enganchados a Los Forsyte, serie que no me dejaban ver porque debía tener algún rombo. Sin embargo, nunca los vi tan entusiasmados con "Hombre rico, hombre pobre".

La fama de Falconetti llegó hasta el Carnaval de Cádiz. Tengo un ligero recuerdo de que algún año casi todas las chirigotas incluyeron a este personaje en su repertorio de una u otra forma.

Modestino dijo...

Yo creo que "los Forsyte" tenían más calidad, "Hombre rico, hombre pobre" era un producto más comercial, buscaba más la impresión del espectador.

Anónimo dijo...

"Hombre rico, hombre pobre" era un producto de mucha calidad: la historia, los personajes, los actores, la música... Todo era de primera categoría, sin por ello desmerecer "La saga de los Forsyte". Y creo que todo el mundo (o casi todo el mundo) odiaba a Falconetti, lo que demuestra que William Smith bordó el personaje.