El piloto alemán Sebastian Vettel ha ganado por segundo año consecutivo el Campeonato Mundial de Fórmula-1; con 24 años el joven piloto de la escudería Red-Bull puede presumir de haber llegado a la cima antes que casi nadie y tener ante sí un futuro esplendoroso. Su compatriota Michael Schumacher, que aún anda dando guerra y tocando las narices a unos cuantos con la escudería Mercedes, ha sido hasta ahora el piloto con más títulos mundiales de la historia (7), compartiendo con el argentino Juan Manuel Fangio, que logró 5 y el francés Alain Prost, ganador de 4, el pódium histórico del automovilismo mundial. Tiene toda la pinta de que Vettel puede batir el tremendo record de Schumacher. A estas alturas parece claro que Vettel se encuentra ya a la altura de los grandes campeones de la historia: Jim Clark, Jackie Stewart, Niki Lauda, Ayrton Senna, ... Se habla mucho de que en la Fórmula-1 actual priman los coches por encima de los pilotos, pero al ver la regularidad y la rotundidad con la que el teutón ha obtenido el título de este año, se llega a la conclusión de que algo tiene que ver en ello la pericia de Vettel, que ha barrido a todos sus rivales, a lo que cabe añadir la magnífica táctica utilizada en el último Gran Premio del campeonato del año pasado en el que le arrebató el título a última hora a Fernando Alonso.
Está claro que Vettel es el sucesor de Schumacher, pero, al menos visto desde fuera y desde bastante lejos, aquél aventaja a éste en una cuestión que no tiene porqué ser secundaria: en simpatía, discreción y "fair play". Michael Schumacher, que tuvo una trayectoria triunfal incontestable y fue un piloto excepcional, aparecía como un personaje más bien prepotente, orgulloso y encantado de haberse conocido, frente a esa sonrisa del vigente campeón que asoma como sincera y nos lo muestra como un hombre asequible y discreto. Admitiendo mis escasos conocimientos acerca de las reglas, mecánica y entresijos de este deporte, a mí me ha dado la impresión de que Vettel ha superado en toda la regla y en todos los aspectos a quienes parecían ser los dos grandes de la década, un Lewis Hamilton que al final está destacando mucho más por su agresividad y sus excesos que por sus triunfos y un Fernando Alonso que en los últimos años parece haberse apuntado a un recital de errores tácticos y excusas excesivas. El otro outsider, su compañero de equipo Mark Weber, también tiende demasiado a los trompos, por no hablar de la cantidad de tiempo que le hacen perder sus malas salidas.
En nuestro país me temo que nos hemos centrado en exceso en tomar en consideración cada Gran Premio centrándonos única y exclusivamente en las aventuras y desventuras de nuestro compatriota Alonso -"Fernando" como le llaman los pelmas de las retransmisiones- y tal vez ello haya traído consigo dos consecuencias perniciosas: el haber dado demasiada importancia a un corredor cuya valía nadie puede negar, pero que quizá no sea tan incontestable como pensábamos y el que nos estemos perdiendo la posibilidad de disfrutar con un campeón de los que hacen historia. El asturiano parecía que se iba a comer el mundo cuando ganó dos campeonatos seguidos con un coche que no era el mejor, pero uno tiene la impresión de que se ha estancado y que recurre demasiado a la queja y el reproche para justificar sus tropiezos. Ahora es Vettel quien está en la cumbre, aunque tras dos títulos seguidos le llega el momento difícil, cuando tiene que confirmar que es el mejor y que lo suyo no es flor de un par de años.
Está claro que Vettel es el sucesor de Schumacher, pero, al menos visto desde fuera y desde bastante lejos, aquél aventaja a éste en una cuestión que no tiene porqué ser secundaria: en simpatía, discreción y "fair play". Michael Schumacher, que tuvo una trayectoria triunfal incontestable y fue un piloto excepcional, aparecía como un personaje más bien prepotente, orgulloso y encantado de haberse conocido, frente a esa sonrisa del vigente campeón que asoma como sincera y nos lo muestra como un hombre asequible y discreto. Admitiendo mis escasos conocimientos acerca de las reglas, mecánica y entresijos de este deporte, a mí me ha dado la impresión de que Vettel ha superado en toda la regla y en todos los aspectos a quienes parecían ser los dos grandes de la década, un Lewis Hamilton que al final está destacando mucho más por su agresividad y sus excesos que por sus triunfos y un Fernando Alonso que en los últimos años parece haberse apuntado a un recital de errores tácticos y excusas excesivas. El otro outsider, su compañero de equipo Mark Weber, también tiende demasiado a los trompos, por no hablar de la cantidad de tiempo que le hacen perder sus malas salidas.
En nuestro país me temo que nos hemos centrado en exceso en tomar en consideración cada Gran Premio centrándonos única y exclusivamente en las aventuras y desventuras de nuestro compatriota Alonso -"Fernando" como le llaman los pelmas de las retransmisiones- y tal vez ello haya traído consigo dos consecuencias perniciosas: el haber dado demasiada importancia a un corredor cuya valía nadie puede negar, pero que quizá no sea tan incontestable como pensábamos y el que nos estemos perdiendo la posibilidad de disfrutar con un campeón de los que hacen historia. El asturiano parecía que se iba a comer el mundo cuando ganó dos campeonatos seguidos con un coche que no era el mejor, pero uno tiene la impresión de que se ha estancado y que recurre demasiado a la queja y el reproche para justificar sus tropiezos. Ahora es Vettel quien está en la cumbre, aunque tras dos títulos seguidos le llega el momento difícil, cuando tiene que confirmar que es el mejor y que lo suyo no es flor de un par de años.
15 comentarios:
He empezado a seguir este deporte (¿deporte?) cuando Alonso empezó a destacar, como la gran mayoría. Yo también desconozco las reglas, pero me gustaría saber por qué no se hace un campeonato en el que todos tuvieran el mismo coche. Ahí veríamos realmente quién es el mejor, ¿no?
Es una pregunta que nos hacemos muchos, pero habría que saber demasiado de ésto para responderla. No obstante imagino que no sólo es cosa del coche, habrá quién saque mejor partido.
...aún así siempre pienso que la forma física de cualquiera de esos pilotos puede estar por encima de muchos jugadores de fútbol de primera división, y el nivel de concentración mental como el de muchos maestros ajedrecistas.
¿no os parece?
No veo éste deporte... pero si yo fuera de algún equipo seria de Red Bull al que apoyaría incondicionalmente porque me da alas...
A mi lo que me gustaría saber es porque en ninguna escuderia tienen mujeres pilotando sus F1.
(y lo digo totalmente en serio nada de feminismo... y conste que por mi lo puede pilotar a control remoto un chimpancé que tampoco lo vería)
...yo creo que es por el pipí Veronicia (y perdona mi intervención)piensa que en esas carreras el nivel de tensión y desgaste físico es increíble y consecuentemente la deshidratación del piloto también. En ese sentido la instalación de un "tubito" para el escape de la orina en el compartimento del piloto (y es toda una tarea de ingeniería muy complicada) es un reto que muchas escuderías se están planteando para que las mujeres piloto puedan participar en el circuito...
...lo leí no se donde, pero al parecer ese asunto requiere una tecnología que todavía está en periodo de pruebas. Ya sabes que en esas carreras, cada segundo (o milésima) cuentan...
Completamente de acuerdo, Giro nunca hubiera llegado a la Formula-1.
Mi respuesta anterior era para el primer comentario de Tomae, en cuanto a lo de las mujeres debe de ser el pipí, sí ... o las dificultades para aparcar....;)
¿Estás seguro de que es un problema de micción, Tomae?
No estoy tan seguro, puesto que hay varias mujeres que ya corren en distintas competiciones, aunque ninguna ha alcanzado todavía la Fórmula-1. La hija de Emilio de Billota creo que es una de ellas: la chica corre que se las pela.
En mi opinión, se trata, sencillamente, de que, como en tantos otros aspectos de la vida, la mujer se ha incorporado más tarde a ese mundillo y, por lo tanto, le está costando más entrar en él. Pero todo es cuestión de tiempo.
Aunque también pienso que las mujeres son mucho más sensatas que los hombres, y a lo mejor no están por la labor de ponerse a más de 300 Km/h, así, como quien no quiere la cosa.
Feliz fin de semana a tod@s.
Emilio de Villota fue un precursor, como antes lo habían sido Paco Godia y Alex Soler Roig; no se clasificaba casi nunca por eso, como eran tiempos de la campaña publicitaria "Con Iberia ya hubiera llegado" se decía eso de que "Con Villota no hubiera salido".
Gracias Brunetti, ese tal tomae debe haber leído eso que dice con el pito...
María, yo pensaba que era Villota con V; a ver sí me resuelves una vieja curiosidad, cuando vi a tu padre por vez primera luchando por salir adelante con un bólido pensé que era un antiguo participante de un concurso de la tele, en concreto se comprometió a viajar por toda España sin gastarse un duro para demostrar la solidaridad de los españoles, y creo que lo consiguió.
...por supuesto que Billota se escribe con V. Diría que "alguien" ;) ha pretendido suplantar su identidad pero con cierta precaución ha cometido esa falta en el caso que prosperara una acusación formal.
Pero si pinchas en el enlace sale el perfil de la genuina María de Villota ... imagino que habrá truco.
No sé si es un deporte o no: los pilotos tienen que estar físicamente muy bien preparados, pero está visto que todo o casi todo, depende del potencial del coche. De todas formas, me encanta verlo.
Me duelen las mandíbulas de reírme, Modestino. Tienes unos comentaristas con mucho sentido del humor... y tú sabes seguir la cuerda.
...María de Billota...;-)))
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