Me produce cierto respeto hablar de un tema del que carezco de experiencia directa; no obstante mi comentario lo hago desde la postura de mero observador callejero y no en base a vivencias de familiares, amigos y conocidos. Con frecuencia uno contempla escenas en las que una pareja, generalmente de una edad intermedia, mantiene actitudes de evidente distanciamiento mutuo, en las que uno intuye que se ha acabado todo tipo de feeling mutuo, que ya no es tiempo de vino y rosas, que se ha traspasado esa sutil línea divisoria que va del amor al desamor.
Salta a la vista que peleas, desavenencias, discusiones, ... los hay en toda relación matrimonial, y pienso que a pesar de mi pardillez en el tema, se distinguir el desafecto de los ordinarios desencuentros entre hombre y mujer; estoy pensando más bien en esas ocasiones en las que brota en el ambiente de la pareja un aire más que de tensión, de rechazo mutuo, de desprecio de uno hacia los deseos, las aficiones o la decisiones del otro. Generalmente se les ve por la calle a diferente altura, uno detrás del otro, y en ellos destacan, por un lado, las caras de enojo, desencanto o tristeza, mientras en el otro aparecen la ironía, el desprecio o la mirada altiva, muchas veces unas y otras expresiones se combinan en ambos.
Uno de esos recuerdos de infancia que no se sabe porqué se conservan en la memoria, es el de un matrimonio ya mayor que a la altura de la calle Teniente Coronel Valenzuela de Zaragoza caminaban con cara de tensión y mientras ella contenía las lágrimas, él mantenía la postura del macho enojado y altivo. Cualquiera sabe los antecedentes de estas situaciones, cual es la historia personal de cada persona que acaba poniendo de manifiesto sus demonios personales a la vista del público, pero no creo que sea osado aventurar que muchas veces lo que hay detrás es la falta de paciencia, el egoísmo personal, la ignorancia -o el voluntario menosprecio- de los gustos y las peculiariedades del otro ... en definitiva, la decoloración de lo que es más importante, el amor.
Me parece intuir que en estas situaciones suele haber bastante de residuos del machismo ibérico, al menos uno recuerda más situaciones en las que la mujer parece estar en la posición más débil, aunque me parece que en muchas ocasiones las culpas -como casen tantas facetas de la vida- andan repartidas.
7 comentarios:
En fin, el tema es bastante más complejo.¡No sabes cuántas parejas que van de la mano por la calle en casa son todo lo contrario!.
Lo que está claro es que a todos se nos pasan los días de vino y rosas, y vienen días más tranquilos, gracias a Dios ( el estado de enamoramiento es agotador). Lo importante, para mi, el respeto, la buena educación, también en la intimidad.
Vallejo Nájera, padre, afirmaba que el secreto de su matrimonio estaba en que él y su mujer, ya talluditos, se respetaban tanto que cuando alguien iba a entrar en el baño y sabía que estaba el otro (o la otra), siempre llamaba pidiendo permiso para entrar.
Era un detalle de respeto, que no hay por qué compartir, pero me pareción interesante.
¡Cuánto tiempo,Modestino! Me he puesto un poco al día y he leído los posts atrasados. Se te nota el descanso...
Hoy tocas un tema que vaya. Me adhiero a la frase de Suso: "En fin, el tema es bastante más complejo" También comparto la idea del respeto. Sin respeto creo que es difícil que el amor no penda de un hilo. Pero respeto auténtico. No aquél que desprende ese tufillo como si te hubieran dado la razón para que te calles, como a los "tontos".
Yo observo últimamente algo que parece estar de moda cuando se reúnen un grupo de matrimonios y que no tiene nada que ver con gastar una broma al consorte. Es algo así como si tuvieras una lista de agravios y los aireas. Empieza uno y el resto se contagia. Y sale de todo...desde hábitos o manías que a los demás no les importa y forman parte de la intimidad... anécdotas que dejan al otro/a como un pardillo/a ... incluso discusiones en toda regla con la coletilla final "vas a ver cuando lleguemos a casa".
Personalmente, prefiero "debatir" sin testigos que esa languidez fruto del ir tirando que acaba matando el amor. Tiene un plano levemente inclinado, casi imperceptible, y vas bajando por inercia a base de vivir bajo el mismo techo como si fuéramos unos extraños.
Un saludo, jurisconsulto.
Desde mi personal experiencia puedo decir que los que aparentan no soportarse es que ya han roto la barrera de "guardar las formas" (y no se soportan haciendo referencia al contenido de tu entrada) En mi dilatada experiencia como novia te digo que cuando la relación llega a este punto, es que le quedan dos telediarios...
Como dice Suso pasado el enamoramiento (viva el eterno enamoramiento!) el respeto es la clave.
Y el caso de Sunsi comprobado fehacientemente, parece que está de moda en las cenas de amigos aprovechar para lavar la ropa sucia en publico... en esas situaciones se lía!
Modestino yo se que existe el machismo ibérico, no lo voy a negar pero si supieras lo traidoras que son las hormonas femeninas y la paciencia que tienen que tener algunos con sus esposa/novia por culpa de esos vaivenes emocionales que los dejan totalmente descolocados...
Por supuesto que el tema es más complejo, y más profindo. me he limitado a reflejar algo que observo con frecuencia, y me parece significativo.
Muy interesante el tema de los que disimulan, los que fingen una felicidad inexistente.
Interesante lo que cuenta Sunsi, no me había fijado hasta ahora. Y en cuanto a lo que dice veronicia de las traiciones ... las hay por ambos lados, ¿no crees?.
Me refería a las que los cambios hormonales femeninos producen bruscos cambios emocionales y que los hombres no sujetos a esos vaivenes emocionales quedan muchas veces desorientados, a esas traiciones hormonales aludía.
Pero mejor cuento éste chiste sacado del libro Porque los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas.
¿Qué diferencia hay entre una mujer con el sindrome premenstrual y un terrorista? que con el terrorista se puede negociar
por cierto te recomiendo el libro, las carcajadas están garantizadas.
Yo pienso que no hay reglas, y más no sé decir. Existe la regla de la conciencia y de la calidad de la intimidad de cada persona, pero más que eso no sé. Debe ser horrible el oficio de juez de un tribunal de familia.
Annemarie, en los procesos de familia hayb tantas decisiones complejas: pensiones, guardas, custodias, piso, ... y frecuentemente hay mucha pasión por medio, ... y mucha subjetividad. Hay gente que se separa cvivilizadamente, y otros que la montan, recuerdo un ya maduro matrimonio de familia importante que se pelearon a muerte hasta por cada mueble.
No había entendido bien la referencia, Veronicia ... y muy bueno el chiste.
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