4 de septiembre de 2008

Esencia de Mujer

Si alguna película de entre las estrenadas en los últimos veinte años me ha hecho disfrutar como un enano ha sido "Esencia de mujer"; la interpretación de Al Pacino es, sencillamente magistral, no en vano recibió por su labor el Oscar al mejor actor principal de 1992. El film narra la historia de la relación entre un oficial del ejército retirado, que sufre de ceguera, y un joven estudiante que le sirve de lazarillo en la gran ciudad de Nueva York. Al Pacino da vida a un hombre de una personalidad extraordinaria: amargado, duro, vital y con una "mala uva" espectacular; hay que admitir que el gran actor americano se convierte en el principio y fin de la película y que su labor oscurece la de cualquier otro integrante del reparto.

Junto a Al Pacino destaca la interpretación de Chris O'Donell en el papel del estudiante necesitado de ganar unos dolares y que se encuentra en un grave apuro colegial. El director es Martin Brest y destaca la magnífica banda sonora de Thomas Newman.

"Esencia de mujer" contiene tres escenas que ya son legendarias, tres momentos que quedan para siempre en la cabeza de quien la ha visto.
La primera de ellas, auténticamente antológica y que ha entrado en la leyenda del cine es el tango que baila Al Pacino mediada la cinta; se trata de un momento sublime, una escena que uno continuaría viendo sin parar y sin cansarse horas y horas; el tango de "Esencia de mujer" se ha convertido en uno de esos momentos míticos e inolvidables del cine que quedan para siempre en la memoria del espectador, al nivel de la persecución que protagonizan Barbra Streisand y Ryan O'Neal, con espejo incluído por las calles de San Francisco en "Qué me pasa dóctor?" o de las pruebas de explisivos de Robert Redford en "Diamante al rojo vivo".




También destaca sobremanera la increible -e imposible- conducción de un Ferrari por el protagonista ciego por las calles de Nueva York, un momento auténticamente electrizante; contrasta la sorpresa inicial y el pánico posterior de Chris O'Donell con el entusiasmo temerario de Pacino.




Finalmente, resulta también magistral el momentofinal de la palícula, cuando Al Pacino consigue su momento de gloria y la redención de sus amarguras anteriores al pronunciar, acompañando a su "lazarillo" cuando este se enfrenta a un tribunal académico acusado por el hijo de un rico potentado, un discurso lleno de sentimiento y contenido; Pacino está verdaderamente inmenso.



Es posible que haya películas de mayor calidad global, otras con un contenido más rico, algunas mejor dirigidas y otras con más mensaje, pero "Esencia de mujer" es la rimera en la que pienso cuando alguien me pregunta la película con la que he disfrutado más.

Fotos: elpuntoes.spaces.live.com; vagos.wamba.com.



5 comentarios:

annemarie dijo...

noryvGrande Al Pacino! (Aunque yo creo que tiene una voz inconfundible, que es una enorme pena perder, sobretodo en la escena final, inolvidable como dices).

Hace tiempo que busco una película suya en la que representa a un policial de NY, creo, y que empieza con una escena memorable en que intentan atraer algunos criminales con el pretexto de un almuerzo, y él se apiada de uno de ellos, que llegaba muy confiante con un hijo pequeño, y le convence con dificultad a no quedarse para comer: hilarante. La conoces?

Modestino dijo...

Puede ser "Heat"?, el hace de policía y Robert de Niro de asesino.... pero no estoy seguro.

annemarie dijo...

No, es mucho más antigua. Ya la encontraré algun dia, en un catálogo o algo así. Gracias.

Modestino dijo...

Ya la tengo: no hay como tener amigos que lo saben absolutamente todo de cine: "Melodía de seducción" (Sea of love, 1989), dirigida por Harold Becker y protagonizada, junto a Al Pacino, por Ellen Barkin y John Goodman.

annemarie dijo...

Modestino,

graciassssssssssss!!! Y gracias a tu amigo! Gran cosa, los blogs! :)) Se anuncia... un gran fdsemana cinéfilo, espero... :))