1 de junio de 2013

Libros en mayo florido


A lo largo del mes de mayo he concluído cinco libros, a los que cabría añadir alguno más comenzado del que informaré al terminarlo, imagino que el mes de junio. El "lote" de este mayo que aunque lo llame "florido" ha sido en buena parte capitalizado por la lluvia y el frío, contiene tres excelentes muestras del "sector" novela de intriga, tres libros bien distintos pero que recomendaría en su totalidad sin tener duda alguna: una excelente muestra de la novela escandinava, un clásico de la novela negra y una larga y trabajada obra de un autor francés que para mí ha sido una sorpresa y una revelación. Terminé por fin la primera entrega de la trilogía polaca de Sienkiewicz, un relato tremendo, distinto, ... épico y concluí en una semana el ensayo de un autor italiano que prometía más de lo que dio de sí.

Muchas veces he hablado de la avalancha de autores escandinavos de novela policíaca que se produjo a partir de la aparición de Henning Mankell y de la necesidad de aprender a separar el grano de la paja; una de las autoras que, en mi opinión, pasan sobradamente la criba es Karim Fossum, una noruega que escribe muy bien y de la que ya leí con agrado "El ojo de Eva" y "¿Quien teme al lobo?", dos novelas protagonizadas por el comisario Konrad Sejer y que reunían todas las condiciones necesarias en un buen relato de intriga; por eso no me ha sorprendido lo bien que se ha desarrollado la lectura de "No mires atrás", un relato en el que se narra el asesinato de una joven de 15 años en una pequeña localidad de Noruega, un crimen que saca a la luz el complicado pasado de unos cuantos de sus habitantes. Es admirable lo bien que marca los ritmos Fossum, que en breves capítulos, que curiosamente se van sucediendo seguidos, sin cambiar de página, va desarrollando ordenadamente la trama, manteniendo el suspense y sin que se perciban lagunas ni pérdidas de interés. Además, junto su protagonista habitual, Sejer, la escritora consigue crear un par de personajes verdaderamente interesantes, Halvor, el novio de la chica asesinada y Raymond, un deficiente mental que aparece poco, pero con fuerza. Eso sí, el tema de fondo es duro y uno se queda con sabor agrio en la boca. Pienso que Karim Fossum es una de las mejores novelistas nórdicas del género, con una calidad literaria superior en mi opinión a otras que venden bastante más, al menos en nuestro país, como Camilla Lackberg y Assa Larsson.

Leí una buena crítica de "La historia de mi gente", libro con el que el italiano Edoardo Nesi ganó hace un par de años el prestigioso premio "Stregga"; no es propiamente una novela, sino una especie de ensayo de crítica político-social en la que Nesi, quien además de escritor fue copropietario durante muchos años de la empresa textil familiar, ubicada en la localidad toscana de Prato, realiza una especie de sentido epitafio a las viejas formas de hacer negocios. Nesi parte del drama que supuso tener que vender dicha empresa en 2004, al igual que muchos otros empresarios de dicha ciudad. Nesi efectúa una comparación entre la añorada antigua forma de hacer negocios y la situación de la economía occidental a partir del fenómeno de la globalización y la rotura de fronteras. El tema me resultaba atractivo y durante el primer tercio del libro -es bastante breve: 150 páginas- disfruté leyendo las experiencias de Nesi como joven y dinámico empresario, que vendía tejidos fundamentalmente a Alemania. En un ataque de emotividad le dije a Brunetti que era un libro magnífico y éste, sabio y prudente, me comentó que era mejor esperar al final para hacer valoraciones globales. Efectivamente, antes del ecuador de la lectura Nesi pierde el rumbo y comienza una desordenada relación de anécdotas y pensamientos que hace que el libro pierda unidad y cierto interés. No obstante, todavía pude disfrutar de un par de capítulos con irónicas descripciones sobre la invasión del comercio y la cultura china en nuestros países, a pesar de lo cual me quedé con la impresión de que la cosa podía haber dado más de sí. Nesi publica en Salamandra, una casa que afina sus ediciones y en ella acaba de aparecer "Una vida sin ayer", otro ensayo en el que Nesi habla del futuro que heredan los jóvenes, según las críticas en un tono positivo y creador, ... no descarto darle una segunda oportunidad.

La editorial Ciudadela publicó no hace muchos años la trilogía polaca de Henryk Sienkiewicz, el autor del mítico "Quo Vadis" que recibió en 1905 uno de los primeros premios Nobel de literatura y uno de los autores m´ças importantes de Polonia, además de periodista y personaje implicado activamente en la causa polaca. "A sangre y fuego" es la primera entrega de esta trilogía, y a lo largo de algo más de 400 páginas nos cuenta con pasión y detalles la sublevación cosaca de 1648 en la provincia ucraniana de la denominada República de las Dos Naciones, un vasto estado que aglutinaba el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania , liderada por Bogdán Mielniski, atamán o comandante de las tropas cosacas que contó con el apoyo del Khan de Crimea y su temible caballería tártara. Se trata de una auténtica epopeya, de una novela puramente épica en la que no hay descanso para el lector, pues suceden continuamente cosas, con una intensidad, un dramatismo y, por encima de todo, una heroicidad notables: se trata de una especie de amalgama de pasión, patriotismo y crueldad por partes iguales. A la vez Sienkiewicz nos muestra un riquísimo, cualitativa y cunatitativamente, desfile de personajes: el héroe y protagonista Juan Kretuski, el rebelde Mielniski, el príncipe Jeremías Visnovieski, Miguel Volodiovski, gallardo oficial y espadachín sin igual, Longinos Podbipieta, hidalgo lituano de altura y fuerza desproporcionadas, Zagloba, el tuerto, el más carismático de los personajes de la novela y el cosaco Bohun. Se trata de una novela que hay que digerir poco a poco, cuya naturaleza histórica parece sin duda aderezada por la imaginación y la pasión nacionalista del autor, a pesar de lo cual anima tu  interés por la historia de esa importante zona del este de Europa.

Ya he comentado en otras ocasiones que hay ocasiones en que uno no termina de saber explicar porqué le echa el ojo a determinada novela; la cuestión es que hace tiempo que tenía anotado en mi lista de "caprichos literarios" el título de "Bajo el hielo", un relato del francés Bernard Minier cuya trama se desarrolla en un profundo valle de los Pîrineos. Posiblemente no andaré descaminado si me planteo que una de las razones de tal inclinación se encuentra en la cercanía, en el hecho de que a lo largo de la narración aparecen lugares tan próximos como Toulouse e incluso ciudades que he "pisado" varias veces como Tarbes y Pau. De cualquier manera debo de comenzar mi valoración del libro asegurando que me ha encantado, con esas reservas que últimamente pongo cuando realizo valoraciones excesivamente entusiastas de mis lecturas ante el peligro de que alguno siga el consejo y termine decepcionado. Creo que esta novela policíaca no es una más, sino que estamos ante un relato con pretensiones que el autor consigue llevar a buen puerto. Hay dos grandes personajes que protagonizan las dos historias paralelas de "Bajo el hielo", el inspector Martin Servaz, comandante de la Brigada Criminal de Tolouse y Diane Berg, una joven psicóloga suiza que llega a realizar sus primeras prácticas profesionales en un siniestro Instituto psiquiátrico-penitenciario; son dos personajes que terminan encontrándose y complementándose. La narración comienza con la escabrosa aparición del cadáver de un caballo decapitado y poco a poco va adentrándose en una tremenda trama de muertes relacionadas con oscuras historias pasadas que terminan creando un nudo de intrigas que los protagonistas han de desentrañar. La novela adolece, desde mi punto de vista, de un defecto: es demasiado larga -casi 600 páginas- y al final queda la impresión de que el autor la ha extendido en exceso, que no hubiera pasado nada recortando unas cuantas hojas.

A la hora de hablar sobre los grandes gurús de la novela negra, parece que no hay ninguna duda en mencionar los nombres de Dashiell Hammet y Raymond Chandler; cualquier entendido en la materia añadirá un tercero en discordia: Ross MacDonald, un californiano fallecido en 1983 cuyo verdadero nombre era Kenneth Millar. MacDonald crea un personaje notable, el detective Lew Archer, alguien que tiene poco que envidiar a los míticos San Spade y Philip Marlowe. De MacDonald solamente había leído -hace, por cierto, unos cuantos años- "El martillo azul" y tenía ganas de repetir; cayó en mis manos "Costa Bárbara", una breve e incisiva novela negra que reune elementos tan particulares del género como casinos, mujeres ambiciosas y más bien ligeras, personajes relacionados directa e indirectamente con el boxeo, mafiosos, matones, crímenes, ... y por supuesto, un detective audaz y "rompedor" como el mencionado Lew Archer. La acción es trepidante, los personajes ricos y bien elaborados, las frases frecuentemente geniales y, por encima de todo, un ambiente plenamente adecuado a lo que debe de ser una novela negra. Sin ninguna duda, Ross MacDonald está a la altura de los grandes.

5 comentarios:

tomae dijo...

...En este Mayo, he comenzado "Los Cinco en Peligro" de Enid Blyton (con intención de recordar mis primeras lecturas y acompañar a mi hija que cumple 10 años mañana) Tanto a ella como a mi nos siguen llamando la atención esos estupendos desayunos que se zampaban esa pandilla :)

La de hoy ha sido una comida estupenda!!!

Un Saludo Modestino!

PD. Espero acabar con esa lectura durante lo que queda de Junio.

Modestino dijo...

Yo era mas de "los 7 secretos", quienes tambien se tomaban opiparas meriendas.
Gran jornada que repetiremos.

veronicia dijo...

Me quedo con los dos últimos libros que recomiendas "Bajo el Hielo" porque es una novela negra que dices está ambienta en el pirineo ( me da por pensar que por ser francés el autor situará la trama en "su" pirineo)
La otra es "Costa Bárbara" porque yo no me canso de leer novela negra americana; he terminado "Pasaje al Paraíso" que recomendaste anteriormente. Me ha gustado y la he leído sin dificultad con lo que puedo decir que doy por terminada mi fase de falta de concentración leyendo.

Modestino dijo...

Efectivamente el Pirineo es francés, y ando horrorizado, pues no recuerdo lo del pasaje al paraíso ...

Modestino dijo...

:), de "Pasaje al paraíso", de Michael Connelly hablé ya hace mucho hasta se me había olvidado el título.