El Real Madrid ya ha presentado a su nuevo entrenador; el italiano Carlo Ancelotti será el encargado de intentar enmendar una trayectoria que en los últimos años ha estado bastante ayuna de títulos y siempre a la sombra de la indudable hegemonía blaugrana. El italiano viene a poner fin a la época Mourinho, tres años protagonizados por la polémica, la irregularidad y los caprichos del portugués, un hombre que ha conseguido una Liga y una Copa, pero que ha sido incapaz de superar los fantasmas que desde hace años rondan el Bernabeu, de ofrecer un rendimiento regular y, por encima de todo, de conseguir que el equipo despliegue un fútbol vistoso, a la vez que ha fracasado en lo que era empresa esencial para los merengues: la conquista de la décima Copa de Europa, un campeonato donde el equipo nunca ha estado a la altura y ha protagonizado auténticas noches negras, y es que para recordar la última Liga de Campeones obtenida por los blancos hay que remontarse a la época de Vicente del Bosque. Lo que pueda dar de sí el nuevo mister es una incógnita, aunque de momento, cuando menos, asegura buen estilo, respeto y educación.
El palmarés de Ancelotti como entrenador es excelente, tras iniciar sus pasos sin excesivos brillos en Reggiana, Parma y Juventus, el nuevo director de campo merengue lo ganó casi todo al mando del Milán, incluidas dos Ligas de Campeones, para salir posteriormente de Italia y ganar la liga primero con el Chelsea y posteriormente con un Paris St. Germain, equipo que que de su mano regresó al Olimpo del fútbol francés y europeo. Eso sí, antes que entrenador este hombre que acaba de cumplir 54 años y nació en la localidad italiana de Reggiolo, fue un futbolista de muchos quilates; se formó en el Parma para triunfar por todo lo alto en la Roma y cuando sus frecuentes lesiones parecía que iban a poner fin su carrera en la élite, fichó con 28 años por el gran Milán de Arrigo Sacchi, donde se convirtió junto a Roberto Donadoni en el músculo y la fuerza italiana del centro del campo milanés, dos piezas que complementaban de manera perfecta la mágica tripleta holandesa que formaban Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco Van Basten, quienes junto a los citados, Baressi, Costacurta, Paolo Maldini, Tazzotti, Evani, Colombo, Massaro, Galli, ... conformaban un equipo que era una máquina de hacer fútbol y ganar títulos, y que se convirtió, precisamente, en el gran látigo del club a donde ahora ha ido a parar Ancelotti y que entonces dirigía Leo Beenhaker.
Ancelotti forma parte de ese estilo de entrenadores italianos elegantes e impecables; por España han pasado personajes como el propio Sacchi, Claudio Ranieri, Fabio Capello, Enzo Ferrari, ... unos ha triounfado y otros se estrellaron, pero todos dejaron estela de hombrs correctos, poco dados a la polémica y siempre vestidos con unos trajes de corte perfecto ... muy lejos de los chandals de Marcelo Bielsa, las manchas de sudor de Camacho, los nikis de baratillo de Manolo Jiménez o el aspecto más bien desastrado de Luis Aragonés. Evidentemente para jugar bien al fútbol y conseguir títulos la pinta es lo de menos, pero a la vista de la experiencia de Mourinho, tampoco es mala cosa empezar por contratar a un entrenador aparente ... eso sí, aún nos queda el recuerdo de otro luso, Carlos Queiroz, de quien lo mejor que se ha dicho es que lucía muy bien las corbatas.
16 comentarios:
Enzo y yo tenemos mucho en común ...
Que manera de sufrir ayer en el España-Italia...
Driver, este Enzo Ferrari no tiene nada que ver con el del célebre coche rojo, un abrazo.;)
Vero, sólo vi prórroga y penaltis, del sufrimiento anterior me libre.
Viva la copa de las federaciones!!!!
Que Bonita es!!!
Lo que más me gustó de la tanda de penalties de anoche fue lo bien que fueron lanzados (excepto Bonucci, claro).
Eso viene a confirmar lo que siempre han mantenido aquellos que dicen saber de fútbol: que cuando un penalti está bien lanzado, es imparable, con independencia de quién sea el portero.
Anoche resultaba patético ver a Buffon y a Iker ir de un lado a otro, moviéndose sobre la línea de gol como pollos sin cabeza y sin oler ni una.
Una buena cura de humildad para ambos.
Buen fin de semana,
Si Tomae, pero no deja de ser algo artificial.
Si Brunetti, 14 penaltis y no se paró ni uno, pero aquí nadie habla de Ancelotti.
...perdona Modestino (Veronicia y Bruntetti os llamo al orden por no comentar nada sobre el tema del tal Ancelotti)
...Yo por comentar algo, es que siempre que oigo noticias del PSG, me acuerdo de una discoteca que había en Salou "Sant Germain", me sonaba a algo fantástico, (algo así como los chicos con las chicas)
...Nunca llegué a ir, por cuestiones de edad.
Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti, Brunetti ...
...perdona que te haya cambiado el nombre!!! (sirva el copia pega de enmienda)
...pero ya te podías llamar Paco!!!
Sant Germain, debía ser como la antesala de Flash Back o la Cash de Medrano :):)
Tomae, Tomae, Tomae, muy buena memoria la tuya: Sant Germain fue un icono de las noches de Salou en la década de los 70.
Yo fui un día porque "me llevaron" mis hermanos mayores, a modo de "carabina". Lo único que recuerdo (y no es poco, después de más de 30 años) es su decoración en color rojo (rojo pasión, supongo).
Modestino, me ha encantado saber que Ancelotti jugó en uno de mis equipos favoritos, la Roma. Solo por ese detalle, ya me cae bien ese hombre.
¡Ah! La Cage de Medrano (otro icono salouense), aún resiste, después de casi 40 años. Eso sí, la edad media de su clientela no creo que alcance los 18 años.
La vida, amigo mío, que nos pasa por encima, ya sabes....
Hubo un tiempo en que la "marcha" de Tarragona se limitaba prácticamente a Salou, Papillon, Cachito, Oh, Pacha, ... y los Slamers.
Algun dia amigo, dedicareun post a la Roma de uno de mis idolos: Falcao.
En cuanto a las apuestas como por ejemplo el blog de doradobet que siempre nos gustará y seguiremos aprendiendo de buenos tips.
Publicar un comentario