24 de agosto de 2011

El accidente mortal de Jochen Rindt



El 5 de septiembre de 1970 el piloto austriaco de Fórmula-1 Jochen Rindt falleció a consecuencia del accidente sufrido en el circuito italiano de Monza cuando pilotaba su Lotus en las rondas clasificatorias del Gran Premio de Italia. Rindt encabezaba con una notable ventaja el Campeonato Mundial de pilotos de ese año, tanta que nadie le pudo superar y acabó siendo el único piloto en la historia de la Fórmula-1 en ganar el mundial a título póstumo. Rindt, que había nacido en la localidad alemana de Maguncia en plena 2ª Guerra Mundial, aunque desde muy pequeño se trasladó a vivir a Austria -sus padres habían fallecido durante un bombardeo-, era un piloto fogoso, audaz, para algunos incluso temerario. Su carrera en la Fórmula-1 fue larga y accidentada, siendo incluso una especie de niño malo e incomprendido en los boxes de los circuitos. El año 1970 fue el de su consagración, y a partir de un inesperado triunfo en un accidentado Gran Premio de Mónaco, tuvo una trayectoria imparable que sólo pudo ser truncada por la muerte. Nuevamente un gran campeón de la Fórmula-1 dejaba su vida entre hierros, combustible y escombros, como antes lo habían hecho Ludovico Scarfiotti, Jim Clark, Lorenzo Bandini o Jo Schlesser, una realidad que por aquellos años se repetía con dramática frecuencia. Rindt era desde hacía años una de las grandes esperanzas entre la nueva ola del automovilismo mundial, su éxito se había retrasado por la ausencia de un vehículo adecuado, cierta dosis de mala suerte y su excesiva vehemencia al volante, pero parecía que la temporada de 1970 iba a ser el inicio del imperio de un nuevo dominador de los circuitos. En una curva del mítico trazado de Monza se cerraron muchas esperanzas y a Rindt solamente le quedó la gloria de un título que no llegó a disfrutar en vida. http://dieoffii.blogspot.com/2008/01/jochen-rindt.html.

Recuerdo que era entonces cuando comenzaba a seguir, sin excesiva pasión, la Fórmula-1; un reportaje publicado en "La Actualidad Española" sobre el Gran Premio de España que se iba a celebrar ese año en el circuito madrileño de "El Jarama" despertó mi interés y me guardé las páginas dedicadas a coches y pilotos. Hasta ese momento solamente sabía de la existencia de grandes campeones como Jim Clark -fallecido pocos años antes en otro accidente-, los también ex-campeones mundiales Graham Hill y Jack Brabham o el entonces vigente campeón, el escocés Jackie Stewart; en el artículo de la mencionada revista aparecían nuevos nombres, como el citado Rindt, el prometedor piloto sueco Ronnie Peterson -en la foto-, el belga Jacky Icks, que sufriría un espectacular accidente en el Jarama del que saldría milagrosamente ileso, los ex-campeones del mundo Dennis Hulme y John Surtees -el único piloto que ha sido capaz de ganar los mundiales de automóviles y motos- o el suizo Clay Regazzonni.

En aquella época las carreras de Fórmula-1 llevaban aparejada un enorme riesgo: los coches no eran seguros, no existían las restricciones y límites actuales, los espectadores estaban al borde de pista y las medidas de seguridad brillaban por su ausencia; así los accidentes estaban al orden del día y frecuentemente se producía el fallecimiento de algún piloto: ese mismo año, además de Rindt morían el neozalendés Bruce McLaren, creador de la famosa escudería, fallecido en el circuito británico de Goodwood y el inglés Piers Courage, muerto en el Gran Premio de Holanda, en el circuito de Zandvoort. De la lista de pilotos que aparecía en el mencionado reportaje, seis más fallecieron posteriormente en el transcurso de diferentes competiciones: el suizo Jo Siffert, el mejicano Pedro Rodríguez, el italiano Ignazio Giunti, el francés Francois Cevert -foto de la derecha-, el sueco Ronnie Peterson y el aleman Rolf Stommelen. La lista se siguió ampliando años después con los nombres de Roger Williamson (1973), Peter Revson (1974), Helmuth Koinigg (1974), Mark Donohue (1975), Tom Pryce (1977), Patrick Depailler (1980), Gilles Villeneuve (1982) -foto de la izquierda-, Ricardo Palletti (1982), Manfred Winkelhock (1985), Stephan Bellow (1985), Elio de Angelis (1986), Ronald Ratzenberger (1994) y Aytonn Senna (1994), sin olvidar accidentes como el que dejó permanentes y llamativas secuelas al tricampeón austriaco Niki Lauda. A partir de la muerte del mítico Senna, se ha cerrado la nómina de pilotos muertos, algo que se debe a las restricciones lógicas impuestas, una lista que esperamos no se reabra nunca más.

A pesar de que siempre he seguido los resultados y avatares de la Fórmula-1, he de reconocer que desconozco todo tipo de reglas y cuestiones técnicas, es más me suelo perder en las actuales pruebas con las entradas y salidas de boxes, las penalizaciones y demás; pero me parece interesante sacar conclusiones de lo que he contado: además de debates éticos acerca de los riesgos derivados de este deporte, reflexiono sobre esos años de bachiller en los que seguía las carreras y asumía las muertes de pilotos en cierta manera como cosa ordinaria: evidentemente, me impresionaban, pero, como ocurría con el boxeo, no me planteaba que el tema fuera más o menos nocivo. Los accidentes eran considerados como parte del juego y la muerte de una serie de hombres como gajes del oficio.


11 comentarios:

veronicia dijo...

Yo no sigo éste deporte...soy más de conducir moto.

De todos los nombres dos; Aiton Sena... la causa del accidente mortal fueron una serie encadenadas de acontecimientos los neumáticos especiales estaban diseñados para calenarse a velocidad expandirse y ganar aderencia y elevar el coche... pero hubo un problema y el coche de emergencia los obligó a ir a poca velocidad a todos los coches de la carrera con lo que los neumáticos se enfriaron perdiendo volumen, el coche perdió altura, y al llegar al punto del accidente la parte baja del coche rozó con el asfalto y perdió el control... Sena frenó a tope; pero se quedo sin pista.

Maireen dijo...

Muchos de los nombres de la lista de pilotos muertos me suenan, así que supongo que debemos ser de la misma quinta.

Nunca fui aficionada a la Fórmula 1. De hecho, los deportes en general me aburren, con la excepción del tenis, que no practico, pero me encanta ser espectadora.

A pesar de ese desinterés, cada vez siempre he sentido una gran tristeza al enterarme de la muerte de un piloto. Ya sé que nadie les obliga a jugarse la vida. Lo mismo podríamos decir de los toreros o de los alpinistas. De cualquier modo, la muerte de estas personas, no sé por qué, siempre me afectó más que las de otros deportistas.

Modestino dijo...

Bienvenida a esta tu casa, Maireen ... yo nací en 1958, no se si soy de tu quinta.

No sabía Veronicia que estuvieras tan al día de la mecánica de coches de carrera.

veronicia dijo...

El otro accidente mortal; el de Roger Wiliam... sale impactando contra el quitamiedos. Su compañero y amigo que ve el accidente porque corre en la misma carrera baja del vehículo corre hacia él y en un esfuerzo desesperado intenta sacar a su amigo del coche dandole la vuela, no puede mientras se incendia; va a su coche a por el extintor mientras su amigo (se sabe despues estaba vivo y le gritaba que lo sacara) su amigo era David Purley, nadie ayudó a Purley (mirad el video) se ve claramente como un heroe esta rodeado pero está solo.

A Purley le direon la medalla al valor por lo que hizo.

http://www.youtube.com/watch?v=3mz3ZzSXyWM

veronicia dijo...

De mecanica se un poco (aprendiz de todo maestra de nada)

Modestino dijo...

Del accidente de Williamson me acuerdo perfectamente, lo escuché en directo por la radio; al principio el locutor pensaba que el coche que ardia estaba vacío y que era el propio Williamson quién pedía ayuda para apagarlo, manifestando dicho locutor su sorpresa porque el piloto se jugara la vida por salvar su bólido, luego se dio cuenta de que era Purley y de que Williamson estaba dentro y de la sorpresa pasó al estremecimiento.

tomae dijo...

Yo aún digo y oigo "no corras tanto Fitipaldi!!!" y aún no se si es por una cuestión generacional, por campeonatos ganados o por un homenaje a ciertos conductores de F1...

Puede que sea una simple cuestión sonora.

Modestino dijo...

Emerson Fittipaldi fue un brasileño que al volante de un Logias dominó durante 2 o 3 años la Fórmula-1 en la primera mitad de los años 70, posiblemente por la sonoridad y originalidad de Su apellido se creo esa expresión, incluso creo recordar que hubo un anuncio de Cola-cao en el que a un niño que juega con un coche alguien le dice: "que aún tienes mucho Cola-cao que tomar. Fittipaldi!".

tomae para Driver Fittipaldi dijo...

...hoy estás lento hermano ¿te falta gasolina?

Nota para Veronicia: En realidad no es mi hermano, pero en la bloggosfera todo es posible :) Nos permitimos ese trato... todo por la herencia!!

Maireen dijo...

Bienhallado, Modestino. He llegado a tu blog por casualidad, saltando de un blogroll a otro. Me gusta mucho por alguna cosa que comentaré en su día, cuando proceda.

Y sí, tal como pensaba, somos de la misma quinta. Yo del 59.

Anónimo dijo...

Ayrton*