1 de julio de 2011

Una lectura serena













"Eldorado"
Laurent Gaudé
Salamandra. Barcelona (2007)
240 páginas


Resumen: Al mando de una fragata que patrulla las aguas sicilianas que delimitan la codiciada fortaleza europea, Salvatore Piracci cumple abnegadamente con su penosa misión, hasta que el sorpresivo reencuentro con una mujer que él ayudó a rescatar de un barco a la deriva lo lleva a emprender un viaje de enorme trascendencia. Paralelamente, en Sudán, el joven Soleimán ha conseguido reunir el dinero necesario para abandonar el país en busca de una vida mejor, pero los planes no tardarán en complicarse, y el ansiado periplo hacia el Norte se convertirá en una durísima prueba, cuyas etapas estarán sembradas de peligros y amenazas, pero también de incontables muestras de fraternidad y esperanza. Los viajes de Salvatore y Soleimán componen así una conmovedora odisea de destinos entrecruzados en ambas orillas del Mediterráneo, sobre un paisaje a la vez auténtico y mítico, contemporáneo e intemporal. Al igual que en sus novelas anteriores, Laurent Gaudé hace gala una vez más de un lenguaje vibrante para sumergirnos en un universo de dimensiones épicas, descubriendo las raíces del ser humano en toda su grandeza y miseria moral.

Hay editoriales que suelen ser garantía de buena literatura, es el caso de Salamandra, que suele escoger bastante bien a sus autores. Hace pocos años leí "El sol de los Scorta", de Laurent Gaudé y sabía que este escritor francés es de esos que busca la perfección del lenguaje, que cuida lo que dice y que, además, busca transmitir algo, dejar en el lector una inquietud, unas sensaciones. No se trata de literatura para quien busca acción y tensiones, sino una novela para leer despacio y disfrutar de algo elegante y con contenido; he titulado el post "Una lectura serena" porque me ha parecido que la frase puede dar una idea de las sensaciones que he sentido al leer "Eldorado", un libro que se lee sin altibajos, sin sobresaltos y sin perder el hilo.

El tema de fondo de la novela es duro, pues habla del problema de la inmigración, de esas miles de personas que desde distintos puntos del globo terráqueo -África, Este de Europa, ...- tratan de buscar su particular Dorado en Europa. La novela trata, por lo tanto, de un ambiente cruel y despiadado, donde existen personas que encarnan lo peor de la maldad humana y se aprovechan de la necesidad y desesperación de las personas. Pero Gaudé trata este hecho con cierta ternura, ofreciendo el contraste de los puntos de nobleza y amistad que siempre surgen en historias tan duras. Pienso que "Eldorado" no es una novela para sufrir, para llorar, sino para pensar, para recapacitar sobre nuestros egoísmos y nuestras miserias y sobre los contrastes del mundo actual, de las distintas civilizaciones que lo componen.

En la novela hay un personaje francamente excepcional, el comandante Salvatore Piracci, un policía de Catania que dirige una nave que se dedica a rescatar de una muerte segura a muchos emigrantes abandonados a su suerte en el mar; Piracci es un hombre arrebatadoramente honesto y Gaude nos describe con perfecta pluma sus cuitas, sus dramas personales. Piracci sufre porque encuentra inútil su trabajo, al rescatar a unas personas a las que luego entrega para, tras ser encerradas en un centro de internamiento de extranjeros, ser finalmente devueltas al lugar de donde inicialmente habían huido. No quiero destripar el libro pero ya adelanto que aquí surge el núcleo de la trama y de lo que el autor nos quiere decir.

Junto al italiano, el otro pilar sobre el que se sustenta el relato es el joven sudanés Soleiman, un hombre lleno de deseos de empezar una nueva vida en un lugar que le saque de la vida mísera a la que está condenado, afanes frente a los que solamente encontrará un obstáculo detrás de otro. Laurent Gaudé nos describe con serena crudeza las vicisitudes de este hombre y nos enfrenta con la otra cara de la historia de Piracci, la de quienes están dispuestos a todo para cambiar el destino de su existencia.

Ahora que llega el verano y que habitualmente tenemos más tiempo para dedicar a la lectura, no me cabe ninguna duda que esta novela, como las otras de Laurent Gaudé ("El sol de los Scrota", "El legado del rey Tsongor" y "La puerta de los infiernos") tienen lugar seguro en la lista de libros recomendables.



4 comentarios:

Driver dijo...

Tomo nota.
Este verano, preludio de un otoño caliente, habrá que aprovechar para lecturas pausadas que nos enriquezcan.
Conviene llegar a la ruina total con el depósito lleno, no sea que haya que salir disparados hacia no sé sabe dónde.

Modestino dijo...

Pienso que se trata de una novela que te gustará, amigo Driver, es humana y aporta cosas. Seguro que la aprovechas mejor que yo que tengo que estar permanentemente luchando contra la impaciencia que me mueve a correr con un libro para comenzar el siguiente.

Brunetti dijo...

Tiene muy buena pinta esta novela, Modestino, de las que hay que leer con tranquilidad, saboreando cada línea, como me sucedió con la lectura de El Sol de los Scorta, que me pareció buenísima.

Las prisas no son buenas consejeras.

Modestino dijo...

Creo que hacía tiempo no te daba una idea, amigo Brunetti. Hay lecturas para pasar el rato y lecturas de las que no se debe perder ripio.