29 de mayo de 2010

Chocar con un estóico



El estoicismo fue uno de los movimientos filosóficos que, adquirió mayor importancia y difusión en Atenas dentro del periodo helenístico. Lo fundó Zenón de Citio (301 a.C.) y adquirió gran difusión por todo el mundo greco-romano, gozando de especial popularidad entre las élites romanas. Su período de mayor vigor se extiende del siglo III a.C. hasta finales del siglo II d.C.; después comenzó a dar signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del Alto Imperio romano y el auge del cristianismo. Los estoicos proclamaron que se puede alcanzar la libertad y la tranquilidad siendo ajeno a las comodidades materiales, la fortuna externa, y dedicándose a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud, así consagraron la idea de la imperturbabilidad o ataraxia.

Pero no pretendo explorar ni desarrollar filosofías; el estoicismo, que tal como estudiabamos en nuestro añorado bachillerato, se opone al epicureismo, es una doctrina más que tendrá sus ventajas e inconvenientes, sus seguidores más o menos identificados y sus adversarios; yo me voy a limitar a tratar de efectuar un diagnóstico sobre algunos individuos que deambulan por el mundo portando como bandera un estoicismo militante donde uno cada vez ve más rigorismo y poca longitud de miras y menos virtud. Y es que a la larga, cuando la virtud no se muestra como algo amable intuyo que se debe a que va perdiendo, precisamente, su condición de virtud.

Admiro a las personas sobrias, que no van de "guays", que no necesitan estar al día del último modelo de vehículo, de colonia o de palo de golf, que no ejercen de triunfadores; admiro a quien come sin poner el punto de la carne o la marca del tinto como cuestión principal del momento, a quienes no se crean necesidades, ni ejercen de snob ni te pasan por la cara sus viajes a Amsterdam, Nueva York o la Isla de Bali; pero cada vez me cargan más los cenizos, aquellos que son incapaces de darle un toque plural y divertido, incluso, y dentro de unos límites, transgresor, a la vida.

El "estoico" tiende a poner caras circunspectas ante lo que no le cuadra, expresiones que pueden derivar en asco, enojo, indignación o sorpresa horrorizada, pero no precisamente por amor a la virtud, sino por la interpretación de la vida como una especie de pasillo recto, oscuro, sin curvas, adornos ni posibilidad de circular de modo distinto al suyo. ¡Dios nos libre de personajes así!, que no son sobrios sino estrechos, no ejercen de ahorradores sino de "ratas", ni de serios y moderados, sino que se muestran como palos secos y monodireccionales. Un "estoico" no se adapta al mundo y pretende que el mundo se adapte a él; tiene una tendencia incorregible a juzgar, a no aceptar lo que no le cuadra y a escandalizarse de cosas que no son más que pequeñeces.

No puede ser buena una austeridad de la que se hace bandera, porque lo templado, la moderación, la templanza adquieren valor en cuanto son discretos, cuando no hay alardes, cuando se predica con el ejemplo y no con la exhibición y el dedo acusador. Y es que cuando se ejerce de estoico no resulta difícil caer en la vida rancia, perder horizontes y encayarse en una visión del mundo y de la vida pequeña y de corto recurrido.

Siempre he admirado a los espléndidos, siempre que éstos lo sean con el resto del personal y no consigo mismos; no me parece ni sana ni imitable la actitud de aquéllos que no tienen vida social, que son incapaces de relacionarse con los demás y viven encerrados en un mundo exclusivo y monolítico que puede convertir su vida en un aburrimiento y les impide disfrutar de las bondades de la gente.

17 comentarios:

ana dijo...

"Un "estoico" no se adapta al mundo y pretende que el mundo se adapte a él; tiene una tendencia incorregible a juzgar, a no aceptar lo que no le cuadra y a escandalizarse de cosas que no son más que pequeñeces...

...Y es que cuando se ejerce de estoico no resulta difícil caer en la vida rancia, perder horizontes y encayarse en una visión del mundo y de la vida pequeña y de corto recurrido".

(...)

Y yo que creo que en parte todo esto es el resultado de la envidia y de la incapacidad de saber que la libertad del otro es muy amplia, y que esa libertad no le hace ni mejor ni peor que uno mismo, que sólo le hace diferente...

Esto me recuerda una realidad con la que hoy te das de narices; la incoherencia entre el fondo y la forma de las personas.

Hace poco conocí alguien que podrías definir como estoico, sencillo y amable. Y sin embargo tenía un elitismo impresionante, aquel que dejaba fuera de lugar a toda persona que no tenía una proyección social ni posibilidad de ella. Desprecian a quien no está metido en el ruido de la sonoridad "social" y por supuesto, desprecian su persona, quizá por eso, porque en el fondo se saben superados en mucho.

No son tiempos buenos para el verdadero estoico. Ese que vive y sonríe, y que deja vivir y sonreír. Para mí que el fondo de todo esto es la cuestión de la libertad...

... que hay cada estocio amargado y con necesidad de pedrigí social!!!! ... qué poco valor dentro!!!

Buen post.

tomae dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
tomae dijo...

Modestino, con los tiempos que corren, poco interesan los Estoicos-Ratas, ni tan siquiera creo que interesen los presupuestos Estoicos que ahora se estàn poniendo tanto de moda...
(pueden complicar más al ciclo ecnómico)


En casa teníamos un comercio en una ciudad muy conocida por tí, y siempre reocordaré los comentarios sobre si tal cliente "no gastaba", "es más rata" "con el dinero que tienen"...primero pensaba que eran comentarios interesados, luego he descubierto que ni la envidia se me acerca cuando veo este tipo de actitudes, pienso que debe ser tratarse de una enfermedad, debería incluírse en los manuales de psiquiatría y no de filosofía.

Saludos Modestino!

annemarie dijo...

Siempre me interesó mucho esa actitud de prescindir de cosas, para no prescindir de ideas, como recuerdas que pasaba con las elites greco-romanas: mirar la vida desde un sitio personal, inexpugnable, divertido, muy confortable, donde sólo entran los espléndidos, sus ideas y sus feelings. :))

Suso dijo...

Yo tardé en aprender, y lo hice gracias a gente que veía que siempre era el primero en sacar la cartera, en invitar, en que etuvieras a gusto. Es un aspecto de lo que hablas.

Hoy en mi casa, cualquiera que venga tendrá lo que quiera, estará a gusto.
La vida es una fiesta si tienes salud y un poco para vivir. Y la gente te trata de la misma forma, viene con su botella, o te llena la nevera de costillas, de embutidos del pueblo.

Los estoicos son egoístas que visten su defecto de virtud, pero se les ve el plumero deseguida.

Hoy he ido a dar una paseo largo po el campo,¡estaba magnífico!: despreocupación en la exibición de verdes del cereal creciendo, de florecillas silvestres aquí y allá, margaritas de un amarillo muy alegre, unos cardos azules casi eléctricos, las amapolas dando brochazos rojos en los sitios más inesperados...¡todo era generoso y abundante!

No hay que preocuparse,¡hombre!, que sólo se vive una vez.

Modestino dijo...

Están saliendo muchos aspectos del tema y habeis desarrollado incluso aspectos que no había tratado.

Me quedo, a modo de ejemplo, con lo que dice Suso del tío que enseguida saca la cartera: así es, porque hay gente que nunca la saca y otros que miden cuando la saca cada uno ... ni unos ni otros.

Insisto en que hablo de "estoicos" como un epíteto, un modo de llamar, reitero que admiro la sobriedad, los que se conforman con vivir con lo que tienen. Pero hay quienes convierten su vida en una calculadora ... o es una balanza. Y otros cuyo problema no es ese tipo de mezquindad, sino la incapacidad de deslindar la virtud de la amargura.

veronicia dijo...

Esos Modestino los cenizos, los roñosos, como bien dices no pertenecen a ninguna corriente filosófica mas bien pecan de soberbia.

Si realmente quisieran carecer de todo, yo les doy la direccion, allí donde los mando no encontrarán pega ninguna seran felices entre la nada material.

Pero repito su soberbia parte de sentirse superiores destacando por negación de lo material y recriminando la sana alegria de quienes les rodean, y ese comportamiento dista mucho de ser virtuoso.

(Modestino me gusta que desarroles ideas filosóficas, éticas)

Modestino dijo...

Más que desarrollar ideas filosóficas lo que he hecho es hablar del mundo que uno a veces se encuentra, en ocasiones demasiado cerca.

veronicia dijo...

Como dice una amiga mía a quien por su gusto duerme en el suelo no hay que tenerle duelo.

Ánimo, no te dejes influenciar por ellos, que no te quiten la paz, ni la alegría. Sobre todo en éste sábado tan luminoso...

Y yo como Suso intento ser generosa de corazón y de todo lo demás pero no es mérito mío.

Modestino dijo...

Tenemos muchas ocasiones de ejercer esa generosidad de corazón de la que hablas, muchos más en los tiempos que corren. Y para ello habrá que vencer el egoismo innato que todos llevamos dentro.

Esta mañana me ha invitado un amigo a almorzar en su oficina; algunos sábados prepara un almuerzo excelente -aunque poco conveniente para el colesterol;)-; las viandas suelen ser excelentes -pedazo de huevos con alcahofas fritas que me he tomado hoy- pero lo mejor es cómo disfruta ofreciendo a sus amigos lo mejor que tiene. ´No hay que medir los esparcimientos, solamente intentar hacer en cada momento lo que corresponde.

sunsi dijo...

Pues yo sí creo que has planteado una filosofía de vida, Modestino. La diferencia es que ahora no se llaman estoicos; si acaso agarraos, calculadores, ratas... Todo debe estar previsto sin que nada se salga de la "norma" impuesta o autoimpuesta. La consecuencia es la incapacidad para tener un arrebato de magnanimidad aunque se te vayan al carajo tus cálculos.

¿Dónde está la raíz de la actitud que te impide sacar la cartera el primero e invitar, aunque pasado mañana te tengas que apretar un poco el cinturón? Creo que se la causa se ubica en el corazón. Tal vez sean personas que no han degustado la felicidad que se experimenta al dar o compartir. ¿Para qué quieres X si no puedes disfrutarlo con nadie?

Y en estos temas los catalanes tenemos una mala fama...

Saludos desde Tarraco (Cataluña)

Modestino dijo...

Esa mala fama no es justa; en tods partes hay de todos y no son los catalanes los que más tardan en sacar la cartera, ni mucho menos.

sunsi dijo...

Gracias, Modestino. Una está acostumbrada a que la cantinela de los catalanes suene siempre igual...

Afortunadamente hay de todo. Y Tarraco es una ciudad que mira al mar... A sus ciudadanos se les nota que la brisa ayuda a abrir un poco más la mente y el bolsillo.

Un saludo desde el Mediterráneo.

tatanka dijo...

Dios mío. ¿Ninguno de ustedes sabe realmente lo que es un estoico, verdad?¿Ninguno leyó a Zenón, a Séneca, a Epicteto, verdad? ¿Como es que son capaces de hacer comentarios tan largos y fervorosos sobre un tema que a todas luces ignoran? Que gente tan graciosa.....imagino que responderan a esto con insultos, como se suele hacer.

Modestino dijo...

Aquí no se suele responder con insultos, todo mí respeto a los filósofos estóicos, sólo utilicé el término para referirme a un modo de ser, no era una crítica a la filosofía estóica en concreto: mis disculpas si se ha sentido ofendido.

Modestino dijo...

Ah, y lo poco que he leído de Séneca me parece excelente.

jose dijo...

me parece q demonizan a los estoicos xq hay gente q no puede sostener una vida tranquila, desprendida de tantas necesidades de aceptacion, participacion, consumo; gente muy necesitada de "un millon de amigos" para existir. el estoico no es un amargo por ser fuerte, ni un tacaño por valorar pocas cosas, ni una bestia antisocial por mantener distancia de las mayorias.