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12 de abril de 2016

El instante de esta mañana


Llegaba hoy al trabajo por la zona más próxima a la carretera de Sariñena del Barrio de "Los Olivos"; quien me acompañaba -al volante- me ha hecho notar lo espléndidos que aparecían, ubicados a ambos lados de la calle,  un par de filas de cerezos. He dirigido la mirada -mi atención- a esos cerezos y he comprobado que, efectivamente, ante mis ojos se mostraba, rauda, inmediata, sencilla, una estampa de notable belleza, que el color rosáceo de las flores dotaba al espacio de una grandiosidad imposible sin ellas.

Y una vez más ha venido a mi cabeza la bondad de la Providencia, de quien gratuitamente nos permite disfrutar de la belleza, de la grandiosidad de la naturaleza, de esa evolución gradual de las estaciones que da lugar a estampas como la que, en uno de esos "instantes que mueren", he presenciado esta mañana. Pero aunque el momento tenga vida efímera, la belleza se mantiene si eres capaz de valorar esos pequeños regalos de cada día.

6 comentarios:

  1. Son las cosas que valen la pena. Un beso.

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  2. ODA AL PRESENTE...


    Este
    presente
    liso
    como una tabla,
    fresco,
    esta hora,
    este día
    limpio
    como una copa nueva
    —del pasado
    no hay una
    telaraña—,
    tocamos
    con los dedos
    el presente,
    cortamos
    su medida,
    dirigimos
    su brote,
    está viviente,
    vivo,
    nada tiene
    de ayer irremediable,
    de pasado perdido,
    es nuestra
    criatura,
    está creciendo
    en este
    momento, está llevando
    arena, está comiendo
    en nuestras manos,
    cógelo,
    que no resbale,
    que no se pierda en sueños
    ni palabras,
    agárralo,
    sujétalo
    y ordénalo
    hasta que te obedezca,
    hazlo camino,
    campana,
    máquina,
    beso, libro,
    caricia,
    corta su deliciosa
    fragancia de madera
    y de ella
    hazte una silla,
    trenza
    su respaldo,
    pruébala,
    o bien
    escalera!

    Sí,
    escalera,
    sube
    en el presente,
    peldaño
    tras peldaño,
    firmes
    los pies en la madera
    del presente,
    hacia arriba,
    hacia arriba,
    no muy alto,
    tan sólo
    hasta que puedas
    reparar
    las goteras
    del techo,
    no muy alto,
    no te vayas al cielo,
    alcanza
    las manzanas,
    no las nubes,
    ésas
    déjalas
    ir por el cielo, irse
    hacia el pasado.

    eres
    tu presente,
    tu manzana:
    tómala
    de tu árbol,
    levántala
    en tu
    mano,
    brilla
    como una estrella,
    tócala,
    híncale el diente y ándate
    silbando en el camino.



    ~Pablo Neruda~

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  3. Como William Wordsworth... ;)

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  4. "Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolverme las horas de esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues siempre, la belleza subsiste en el recuerdo".

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  5. Totalmente de acuerdo.
    En ocasiones el problema que tenemos es que damos las cosas por merecidas, sin darnos cuenta (ni valorar) que todo es un regalo que se nos da.
    Esa es la actitud y la mentalidad a seguir.
    Enhorabuena. Y gracias por compartirlo.
    Un abrazo.

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