12 de diciembre de 2016

El rey de la prolongación


Creo que ando en deuda con Sergio Ramos. En otras ocasiones me he metido con él, he sido ácido con el jugador, pues que se trata de un futbolista con unas cualidades excepcionales al que determinadas actitudes le podían impedir llegar a ser el central de altura mundial que todos esperábamos. En algunas ocasiones me ha parecido verle andar de "sobrado", y hechos como empeñarse en tirar el penalty señalado frente a Croacia, cuya transformación hubiera podido ser importante para el devenir de la selección en el Torneo, son de los que me ponen de los nervios.

Pero como lo cortés no quita lo valiente, y para que Brunetti no me acuse de parecer culé, es de justicia que le dedique un homenaje por esos goles que es capaz de marcar a última hora, en esos momentos donde se acreditan los grandes jugadores, cuando no cabe volver la espalda y hay que saber dar el do de pecho. Ya en su día el sevillano salvó a última hora los muebles de su equipo en la final del lisboeta Estadio de la Luz  frente al Atlético del "Cholo" Simeone. No fue flor de un día, y sin ir más lejos, en el espacio que va de un sábado a otro dos goles suyos pasado el tiempo reglamentario han servido para sostener con holgura al Real Madrid en la cabeza de la clasificación cuando todo movía a pensar que su dominio se trastabillaba.

Sergio no marca los goles de cualquier manera, sino que los hace con poderío, mostrando unas cualidades físicas imponentes, superando a todo defensa que se le pone por delante, y eso que los hay fornidos, ágiles y agresivos, convirtiéndose en una especie de fuerza imparable de la naturaleza. El mozo, que ya ha cumplido 30 años, nació en Camas, como dos toreros de época: Curro Romero y Paco Camino. Ambos fueron artistas polémicos, provocaron discusiones y puntos de vista opuestos, pero nadie duda de que son dos auténticas figuras del toreo, hombres asentados en la gloria terrenal. Sergio ramos ya ha hecho practicamente todo lo necesario para serlo también.

1 comentario:

Brunetti dijo...

Lo que mucha gente ignora de Sergio Ramos es que, en sus inicios, no era defensa, sino un interior diestro con técnica depurada, al estilo de la escuela sevillana.

Quizá por eso conserva un excelente dominio del balón que le diferencia de la mayoría de los defensas centrales, generalmente altos y fornidos, pero rudos en el manejo de la pelota.

De hecho, si no fuera porque ha coincidido en el Madrid con el inefable Cristiano, Sergio Ramos lanzaría normalmente las faltas, una especialidad para la que solo están dotados algunos pocos privilegiados.

Dicho lo cual, y según parece, el hombre es algo lelo o inocente o bobo fuera de su trabajo, de ahí que se haya convertido en presa fácil para las siempre hambrientas redes sociales. Algo en lo que también habrá influido el hecho de ser el segundo jugador más odiado por los aficionados de los sempiternos rivales merengues (atléticos y culés). El primero, huelga decirlo, es Ronaldo.

Salud!