3 de febrero de 2015

Lo que de va de Cortizo a Cristiano

Joaquín Cortizo es un futbolista gallego que jugó en el Real Zaragoza entre 1958 y 1966; fue durante varios años el lateral derecho del mítico equipo de los "Magníficos", jugando de titular cuando los blanquillos ganaron la Copa de España de 1964 frente al Atlético de Madrid y la de Ferias del mismo año frente al Valencia. Era un defensa cumplidor, seguro y rápido y había llegado a La Romareda procedente del Celta de Vigo. La defensa formada por Cortizo, Santamaría y Reija era de aquellas que recitaban de memoria los aficionados de la época. El 27 de diciembre de 1964 el Zaragoza se enfrentaba en su campo al Atlético de Madrid, conjunto que luchaba con los maños en la cabeza de la clasificación y en el que destacaban jugadores como Calleja, Griffa, Mendonça y los entonces jóvenes Ufarte, Adelardo y Luis Aragonés. En uno de los lances del juego y en un balón dividido la pierna de Cortizo se encontró con  la del extremo zurdo rojiblanco Enrique Collar sufriendo éste la fractura de tibia y peroné. El árbitro ni siquiera consideró que hubiera habido falta, pero a la semana siguiente el Comite de Competición, cuyo vicepresidente, el Conde de Cheles, también lo era del Atlético de Madrid, decidió sancionar al lateral zaragocista con 24 partidos. El castigo supuso el final de la carrera zaragocista de Cortizo, que tras la sanción nunca volvió a ser el mismo, marchándose al Real Jaén, donde jugó dos años y consiguió el ascenso a la segunda división. Evidentemente, mis fuentes se encuentran en Zaragoza, pero a cualquiera que le he preguntado y viviera esa época me ha confirmado que ambos jugadores iban a por el balón y que la sanción impuesta no tenía sentido alguno. Eso sí, al cabo de los años De Felipe destrozó la carrera de Miguel Ángel Bustillo, Luis Figo hizo lo mismo con la de César Jiménez  y no pasó absolutamente nada.

Esta viejo y truculento suceso de la historia zaragocista ha regresado a mi cabeza con motivo de la ridícula sanción de dos partidos impuesta a Cristiano Ronaldo por dar una injustificable patada sin balón a un jugador del Córdoba. Llama la atención que en el fútbol español siga habiendo esa doble vara de medir, y cuando el sujeto activo de la acción discutida ha resultado ser el consentido e insoportable -a la vez que formidable, digamoslo todo- futbolista portugués del Real Madrid, las autoridades competentes  han optado por no complicarse la vida y ser blandos con el poderoso. La prensa de Madrid no ha sacado los cañones como suele hacer cuando el perjudicado viste de blanco o rayado, y como en tres semanas  se disputa el derby madrileño, no es posible evitar la tentación de plantearse que la gravedad de la pena se ha rebajado para que el semi-dios pueda enfrentarse a los rivales del Manzanares ... ¿qué sería un Real-Atlético sin las genialidades, los driblings y las fantasmadas del ídolo luso?. Eso sí, que nadie nos diga que no hay dos varas para medir, que no es lo mismo llamarse Cristiano o Leo que Mariano o Joaquín y haber nacido en un pueblo de Lugo, Almería o Badajoz. Recuerdo que cuando el bilbaíno Andoni Goicoechea lesionó al entonces barcelonista Diego Armando Maradona y fue sancionado con 18 partidos, ante mi afirmación de que no hubiera ocurrido lo mismo si el lesionado hubiera sido el interior zurdo del Racing de Santander o del Hércules de Alicante,  uno de esos triunfadores tan seguros de sí mismos no dudó en afirmar que efectivamente, porque éstos "no eran noticia" ... se ve que al cabo de más de 30 años no hemos avanzado nada. Al menos en esto del fútbol sigue habiendo Cortizos y Collares.


2 comentarios:

Brunetti dijo...

Cuánta razón tienes en tu 'entrada' de hoy, amigo Sancho.

El jugador del Córdoba al que el de Madeira propinó la patada sin balón se llama Edimar. Uno de tantos brasileños que pasan por aquí y que se marcharán sin pena ni gloria.

Pere debe de ser un buen chico, puesto que nada más acabar el encuentro perdonó o disculpó la acción del luso a través de las redes sociales.

Sin embargo, no me consta que Cristiano (¡vaya ojo tuvo su señora madre al imponerle ese nombre!) llamara al agredido para pedirle perdón.

Y aun así, sólo dos partidos de sanción.

Modestino dijo...

En honor a la verdad creo que Ronaldo lanzó algún mensaje de disculpa.

No se porqué su madre le llamaría Cristiano, pero sí leí en algún sitio que lo de Ronaldo viene de la devoción de la señora madre del crack por Ronald Reagan... fijate tú ...