13 de diciembre de 2011

Cuando todos fuimos seminaristas

El Real Zaragoza no ha sido siempre el equipo mediocre y huérfano de calidad que camina en la actualidad como alma en pena por la liga; hubo un tiempo en el que incluso se peleaba por algún jugador con clubs de la entidad del hoy incontestable F.C. Barcelona. Así, a finales de los años 50 el club de la entonces recién estrenada Romareda compitió con los azulgrana por el fichaje de Juan Seminario, delantero peruano del Municipal de Lima. El primer round por la contratación de Seminario acabó en tablas y el jugador terminó firmando por el Sporting de Lisboa, pero años después la perseverancia de la directiva aragonesa hizo posible que el club blanquillo se llevara el gato al agua y al inicio de la temporada 1961-62 el peruano se incorporara a la plantilla en la que ya despuntaban los dos primeros magníficos en llegar al Zaragoza, Marcelino Martínez Cao y Carlos Lapetra. El fichaje fue un acierto total, pues Seminario marcó ese curso futbolístico la friolera de 25 goles, consiguiendo ganar el Trofeo "Pichichi" al máximo goleador de la Liga española de 1ª División, logros ambos que conseguía por vez primera un jugador vistiendo la elástica blanquilla, algo que, por cierto, no se ha vuelto a repetir. Juan Seminario pasó así a formar parte de la historia más brillante del club que entonces tenía sus oficinas en el número 12 de la calle 5 de marzo –por aquella época Requeté Aragonés- y fue protagonista de las primeras luces de un equipo que muy pronto iba a maravillar a Europa.

El debut de Seminario fue triunfal, no me consta ni el rival ni el resultado, pero sí que el Zaragoza venció y Seminario fue el goleador y la figura del partido. "Zaragoza Deportiva" era un periódico que salía los lunes al mediodía y destacaba por la agilidad de sus crónicas y comentarios y la incisividad de sus titulares; aquel lunes siguiente al estreno triunfador del peruano el periódico, que tenía su redacción en la calle Marcial, destacaba en su portada la siguiente frase: "A partir de ayer, todos seminaristas", un titular ocurrente y simpático que, sin embargo, chocó con la puntillosidad de la época y provocó una carta de quien era entonces arzobispo de Zaragoza, D. Casimiro Morcillo, quejándose al periódico, que hubo de publicar una nota disculpatoria al lunes siguiente ... ya se ve que en este país pasamos de un extremo a otro.

El arrollador éxito de Juan Seminario puso al jugador en el punto de mira de los mejores equipos europeos y, como suele ocurrir en estas ocasiones, fue incluido en una llamativa subasta por la directiva aragonesa. Los que más pujaron por Seminario fueron los italianos de la Fiorentina, quienes tras acudir a La Romareda a ver el encuentro entre los locales y el Mallorca quedaron literalmente "epatados" por los cuatro tantos marcados por el peruano, cerrando su fichaje por 20 millones de pesetas, una cantidad espectacular en la época, máxime si tenemos en cuenta que el presupuesto del Zaragoza entonces era de 22.390.000 de pesetas. Seminario dio temporada y media de gloria al Zaragoza y sirvió para engordar las arcas del club. Corría el año 1963 y el Zaragoza no resultó perjudicado, ese mismo año la directiva compró a Canario y Santos, el ala derecha de la delantera de los magníficos y junto a Marcelino, Villa, Lapetra, País, Santamaría, Yarza, Reija, ... el club inició unos años de éxitos y fútbol de gran altura.

Seminario estuvo dos años en Florencia, marcando 15 goles en 47 partidos y fichando posteriormente por el F.C. Barcelona, que acabaría pudiendo incorporar una vieja aspiración. En la ciudad condal el jugador también dio la talla, formando una dupla letal con el ariete paraguayo Cayetano Re, ya que entre ambos marcaron 40 de los 59 goles que el Barça logró en la temporada 1964-65. Las lesiones le impidieron jugar regularmente las dos temporadas siguientes, fichando por el C.D. Sabadell, entonces en 1ª, tras 100 partidos y 48 goles con los culés. Tras dos años en el Sabadell -9 goles en 35 partidos- regresó a su país, donde colgó las botas tras jugar en el Atlético Grau y el Atlético Torino de Perú. Fue internacional absoluto con la selección de la raya roja en 19 ocasiones, en las que consiguió nueve goles e inició una breve aventura como entrenador tras su retirada en 1972, aunque desde los banquillos su carrera no brilló tanto como con calzón corto.

Juan Seminario, que estuvo poco tiempo en el Real Zaragoza, forma parte de ese grupo de jugadores sudamericanos de buena técnica que pisaron La Romareda en los inicios de los 60: "Cacho" Endériz, Sigi, Duca, Canario, Benítez, ... y dejaron un excelente recuerdo por su buen trato del balón, y aunque posiblemente su fama quedó en parte tapada por el brillo de los magníficos, su nombre está sólidamente grabado en el libro de oro zaragocista.



8 comentarios:

sunsi dijo...

Como de fútbol ni flores, paso a saludarte. Me pegas unos sustos con estos títulos, Modestino... Te iba a decir que yo no, que no he estado jamás en el Seminario jajajaja...

Un saludo, jurisconsulto.

Modestino dijo...

Es una frase ingeniosa, como solían ser casi todas las de Zaragoza-Deportiva, pero en aquellos tiempos había quien se escandalizaba por cualquier cosa.

Hoy hemos pasado al otro extremo.

Gracias por evitar que el post quede a cero.

Nati dijo...

No sólo jurisconsulto, Modestino, eres omniaconsulto. ¡Si tú no debías ni haber nacido para entonces! Por cierto, me acuerdo de ti cada fin de semana cuando el Zaragoza de tus amores pierde...! El último partido lo comentamos con un amigo común: No te lo mereces. Tendremos que pedirle a los Reyes Magos que esto cambie pronto. Un abrazo

Modestino dijo...

Lo del Zaragoza no tiene remedio, Nati. La única ventaja es que he aprendido a llevarlo con calma y a que no me afecte al sueño, que no es poco.

Yo nací con La Romareda, en 1958. A Seminario no le vi jugar, pero recuerdo haber escuchado su nombre.

Brunetti dijo...

Desde luego, ni aunque me hubieran torturado habría sabido que el bueno de Seminario llegó a ser jugador del equipo del otrora León Rampante (en la actualidad, León Durmiente).

Me he alegrado, puesto que creía que siempre fue jugador culé. Y éstos ya tienen bastante gloria, caray.

La queja del Arzobispo Casimiro Morcillo por el tirular tan original de "Zaragoza-Deportiva", sin comentarios: a estas alturas, no sabemos si aquel buen hombre "casimiraba" o bien "casiveía" la prensa.

Un abrazo, y mucho ánimo: los grandes siempre acaban por volver a la cúspide.

Modestino dijo...

El Zaragoza se encuentra al borde de la desaparición, puede que ni tenga ocasión de regresar a la élite.
En cuanto a Seminario, sin duda su mejor temporada en España fue con la camiseta blanquilla.

veronicia dijo...

De historia de futbol no tengo ni idea y lo más gracioso ya lo habéis comentado los demás!


Me he reído con el comentario de Sunsi porque aunque haya ido al seminario muchas veces también he pensado que yo nunca he sido seminarista. Con una entradas tan ilustrativas sobre el Zaragoza nunca más confundiré a los cinco magníficos con los siete magníficos.

Modestino dijo...

Pues Yul Brynner y Steve MacQueen hubieran formado una buena pareja de ataque...