27 de octubre de 2011

Ganas de llorar



He puesto en "Google" el término "ganas de llorar" y las imágenes que han aparecido eran casi en su totalidad de damas: se ve que sigue dominando ese prejuicio de que llorar es de mujeres. Pienso que soltar de vez en cuando una lágrima no tiene que equivaler necesariamente ni a actividad propiamente femenina ni a acción reprochable: si la vida te lleva al llanto no has de ser inexorablemente ni un débil ni un inmaduro. Al fin y al cabo, llorar no es más que una potencia más del cuerpo humano y descargar una lagrimilla una posibilidad que todos tenemos y hasta puede venir bien.

Yo recuerdo que fui un niño bastante llorón, algo que no digo con orgullo, pues entre otras cosas acabó siendo una costumbre que fue necesario desarraigar, pues me llevaba a un exceso de autocompasión y a no soportar las frustraciones. Tengo presente en mi memoria que a veces cuando me preguntaban la razón de mis lágrimas lo único que era capaz de responder era "porque tengo ganas" ... y de hecho así era: había ocasiones en las que determinadas reuniones familiares, algún suceso escolar o una simple y completamente injustificada sensación de desamparo me conducían imparablemente al llanto.

Y cuando somos mayores también puede aparecer la necesidad de llorar, y de la misma manera es posible que la única razón que lo justifique es ese "porque me dan ganas" ... el fallecimiento de un familiar, de un amigo son motivos razonables para soltar alguna lágrima. De la misma manera seguimos siendo unos cuantos los que tendemos a mojar disimuladamente la pestaña en alguna película triste o "pastelona". Pero hay veces en las que no se sabe si el stress, la soledad o las incertidumbres de la vida te llevan a llorar cual magdalena. Y ¿por qué avergonzarse?, no creo que llorar le haga a uno ni menos hombre ni menos providencialista, porque el llanto nos puede incluso hacer más humanos, y es que la fragilidad puede incluso llegar a ser beneficiosa para desahogar los agobios y angustias de nuestra vida.

18 comentarios:

Mariapi dijo...

Me emociono con lágrimas muy facilmente, entiendo el llanto, pero sigue impresionandome ver llorar a un hombre, deben ser sesgos culturales de otra época.

Gracias por la reflexión, Modestino.

Modestino dijo...

Allá en los añorados años 60 se oía una canción bastante cursilona que decía que "un hombre llorará por una mujer", creo que la cantaba Raphael.

Susana dijo...

Hace poco me reprochaban que esté triste teniendo Fe. Se supone que debería consolarme. Sin embargo, hay dolores que no pasan aunque creas en otra vida y tampoco creo que sea bueno negarlos. Un beso.

sunsi dijo...

Agradecidísima por el post de hoy, Modestino. Supongo que también lo estarán los de lágrima fácil... los que, como tú dices, "mojan la pestaña".

Lloro...
-Cuando veo fotos antiguas de mis hijos... Edades en las que la vida todavía no les había dado palos.
-Cuando entro en sus "aposentos" y los veo dormidos después de un día agitado.
-Cuando me reencuentro con alguien que hace tiempo que no veo... y afloran los recuerdos.
-En bautizos, comuniones, bodas y entierros.
-y cuando me entran ganas sin motivo... sobre todo en otoño y primavera.

Además, soy de las que piensa que llorar es como la lluvia que limpia la atmósfera del alma...

La llorona te saluda.

Hay en Tarraco una tormenta de lluvia y viento... que asusta.

Driver dijo...

Una de las vivencias más sentidas que he vivido son los funerales de albañiles.
Suelo ir por respeto al fallecido.
Allí me junto con albañiles humildes y sentidos, alrededor de un botellín de cerveza, en el bar de cualquier tanatorio, y recordadmos anécdotas de fulanito a zutanito.
He llorado mientras bebía un botellín de Mahou, en sentido homenaje al compañerp huído para siempre.
Y siempre he sentido su presencia en los "cascarrillos" que alrededor del improvisado homenaje se han producido.
Impresiona ver a un hombre de dos toneladas y con unos brazos como apisonadoras llorar.
Te ves reflejado en él.
Y cuando te das la vueltas lo oyes:
"Mira, ha venido el Sr. Diego. Se nota que lo apreciaba. Ha llorado."

Te vas sólo a casa, no sin antes despedirte del compañero, con un "hasta luego, chico; dentro de poco nos veremos, canalla".

Y es cuando sueltas lo de "canalla", cuando rompes a llorar de nuevo.

La viuda y los hijos se te acercan, te mirarn con respeto, y tú, que estás donde estás sólo aciertas a decir: "Lo que queráis".
Les das la tarjeta pues sabes que dentro de pocas semanas te llamarán para resolver algún papel.

Y cuando te llaman, lo dejas todo y les atiendes.

Con el corazón partío.

Modestino dijo...

Os agradezco estos comentarios tan sugerentes, y en concreto, Driver, me ha encantado lo que cuentas. Hay quien parece haber declarado la guerra a las sensiblerías, y me parece un error ... siempre que las sensiblerías sean sinceras y no teatro.

Sunsi: esas lágrimas nos hacen más humanos; la nostalgia nos viene bien, y no creo que las que se derraman por tal causa sean de tristeza, en el fondo no dejan de ser de satisfacción porque se comprueba que la vida vale para algo.

Susana: cada uno somos como somos, y uno puede tener fe y pasarlo mal a la vez: jesucristo lloró en el Monte de los Olivos, y cuando murió Lázaro ... que no, que me ponen malo quienes parecen obligados a ir de "profidén".

Nosoyaudreyhepburn dijo...

Quizá ver llorar a un hombre de cierta edad pueda llamar a alguien todavía la atención, por la sencilla razón de que piensas, si a este señor se le ha educado para que no llore y lo hace, que mal debe de estar.

Creo que cada uno debe hacer lo que quiera llorar, no llorar etc. Mi opinión personal, es que cuanto menos se llore mejor. Me refiero sino no hay un motivo objetivo y claro para hacerlo. Puede llevarnos a la tristeza, sin querer.

Modestino dijo...

Sí, es verdad que hay que llorar lo menos posible, pero si uno tiene ganas en algún momento le puede venir bien. Quiero decir, que tan absurdo puede ser ir de llorón, incluso alardear de ello como pensar que necesariamente has de dar una imagen imperturbable.

Suso dijo...

Hay una canción de Sabina, "la canción más hermosa del mundo", que canta " de las lágrimas para llorar cuando valga la pena", creo que hay lágrimas que valen "la pena".

Y hay lágrimas como la escena de la película "Al filo de la noticia" donde William Hurt manipula una entrevista con un corta y pega, y simula llorar por lo que le está contando la entrevistada. El tío se encierra a solas con el cámara y llora. Lágrimas afectadas.

Modestino dijo...

Sí, lágrimas de cocodrilo las vemos no pocas veces, en películas y en la vida real ... hasta en la vida política.

neoGurb dijo...

Mi última llorera data de la semana pasada, viendo "La voz dormida". María León está impresionante, no quedaba más remedio que acompañarla.

Pilar Lachén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pilar Lachén dijo...

Esta mañana he llorado, ayer también y anteayer lo mismo.
Qué fácil es llorar y qué difícil es.
Seré una llorona, pero en estos momentos de mi vida sólo tengo dos escapatorias: llorar y escribir.
Sencillamente genial, Modestino.
Por cierto, me has hecho llorar.

tomae dijo...

...yo soy de lágrima floja (bueno antes, mucho antes lo era más) y sé hacerlas venir (hoy lo he probado y aún funciona)

...los reportajes de Navidad donde los Futbolistas aparecen en los Hospitales con niños enfermos...pues eso ...

Buen post!!!

Modestino dijo...

Ahora recuerdo esa canción de Jeanette que decía eso de "Sólo quedan las ganas de llorar al ver que nuestro amor se aleja, lentamente bajamos la mirada, pues ya no queda nada de que hablar"... Se oía a todas horas.

Anónimo dijo...

Es más raro ver llorar a un hombre que a una mujer pero también, creo yo, que da más pena.
En casa ,por ejemplo, has visto más veces llorar a tu madre, porque se emociona por todo, que a tu padre, pero si alguna vez lo ves llorar es lo más triste del mundo.

Modestino dijo...

He hablado de las lágrimas de la nostalgia, de las del dolor, y no lo he hecho de las de la frustración: ante la injusticia, la humillación, .... esas efectivamente son muy duras.

mujer prevenida vale por dos dijo...

Tengo el dudoso título de ser la cara más hidratada del mundo... eso si; en la intimidad o en el abosluto anonimato.
Así solo me ven llorar "los de confianza"