26 de agosto de 2011

Unos minutos de tontódromo



El pasado miércoles estuve en Zaragoza, una serie de gestiones pendientes y la posibilidad de respirar aire maño pudieron más que el calor reinante y el cansancio acumulado por la mañana y tomé el bus de las 16.45 que me dejó cerca de una hora después en María Agustín, a la altura de la Plaza del Portillo. La tarde fue provechosa y una por una pude realizar las tareas pendientes y hasta pasar un momento por el Pilar, visita que en la medida que puedo procuro cumplir cada vez que acudo a mi ciudad de origen. Eso sí, el calor que caía inmisericorde sobre el asfalto zaragozano fue dejando su huella y acabé mi último recado, la adquisición de unos tirantes, con las piernas cargadas, la piel mojada de sudor y la boca seca.

Decidí entonces recurrir al refresco, uno es caprichoso y frecuentemente no tiene paciencia para esperar a llegar a casa y así entré en una cervecería de la calle Mefisto, una pequeña calleja situada entre el Paseo de la Constitución y la Plaza de los Sitios, es decir, en plena zona denominada "la milla de oro", lugar donde encuentras las tiendas más caras, las casas más lujosas y el ambiente más pijo de Zaragoza. Por allí se ubican diversos abres y cafeterías a las que acuden clientes con notables cuentas corrientes, vestimentas a la última y piel bronceada, aunque en ocasiones sean más lo aparente que lo consolidado.

Dicha cervecería no estaba precisamente hasta los topes de personal, y tan sólo había unas cuantas "niñas" bien en un par de mesas, tal vez a la espera de su príncipe azul y cuatro jóvenes en la barra con aspecto de haber bebido alguna copa de más y vestidos con los últimos modelos veraniegos: bermudas estilosas, naúticos de diseño, camisas coloridas y peinados super estudiados. No se porque razón los tipos me miraron al entrar, tal vez ofrecía un aspecto de personaje provinciano, de intruso en sede cerrada, la cuestión es que me sentí observado y valorado e incluso uno de los sujetos, dudo que ninguno llegara a los 20 años, se dirigió a mí y me espetó: "jefe, este sitio está muerto" ... no se que pretendía decir con tan imaginativa y pensada frase, tal vez desengañarme de vete a saber que intuida pretensión, la cuestión es que llegué a la conclusión de que eran unos niñatos y que encima, les faltaba imaginación y sobraba rudeza, pues eso de dirigirse a alguien con el apelativo de "jefe" me suena más a taller mecánico o bar de pueblo que a sede de niños bien con poco qué hacer.

Hay quien llama "pijo" a cualquiera: los he conocido que te colocan la etiqueta solamente por no comprarte la ropa en los chinos o ponerte algo de colonia, pero a la hora de la verdad no es tan fácil encontrarlos en su esencia, con denominación de origen y código de barras. Creo que ayer tuve contacto durecto cone stos seres que uno ya no sabe de qué planeta son ... o en qué planeta viven.


18 comentarios:

paterfamilias dijo...

Quizá te conocían y por eso se dirigieron a ti como "Jefe", si bien es cierto que faltaba una palabra que la precediera ;-)

Estoy de acuerdo contigo en que actualmente se etiqueta (etiquetamos) a la gente con una facilidad pasmosa. Como bien dices, hoy en día cualquiera es un pijo.

sunsi dijo...

Con el concepto "pijo" me pasa lo mismo que con el de "friqui", Modestino. Es complicado definirlo. De entrada, diría que el "pijo" verdadero se dedica al "continente" obviando el "contenido". Una vez posicionado en la "forma" ya se sabe que no sirve cualquiera. Acota hasta el más mínimo detalle este campo: ropa, peinado, gestos, andares... incluso el vocabulario que abarca un campo semántico muy restringido.

Tiene que ser muy agotador este asunto de la pijería... Siempre pendiente de no traspasar la línea para no ser confundido con el resto de los mortales...

Gracias por el post. Encantada de conocer tu vertiente socarrona.

Un saludo, jurisconsulto.

Modestino dijo...

Creo que el término "jefe" se usa en un sentido más bien genérico, como dirigiéndose a alguien que es mayor que tu, o manda más ... pero, al menos aquí en aragón, es utilizado más bien en ambientes de poca cultura, más bien de barrio, por eso mechocó que gente más bien pija lo usara.

Anónimo dijo...

Lo que dices es particularmente marcado entre los alumnos de instituto. Todo el que no vaya hecho un asco, o con look gótico o de cualquiera de esas "tribus urbanas" de procedencia del lumpen norteamericano, es un pijo.

Modestino dijo...

Lo que cuentas daría para mayopres profundidades. Y, en el fondo, si el pijo es el que anda excesivamente pendiente de su aspecto personal, si también lo estás de llevar el pelo revuelto, las zapatillas rotas unos cuantos pearcings no dejas de pecar de lo mismo.

Susana dijo...

No sé, tal vez sólo estaban bebidos y no sabían bien lo que decían. Un beso.

Modestino dijo...

No parecían bebidos, y que conste que tampoco su actitud era agresiva, ni molesta ... simplemente me hizo gracia la superficialidad del ambiente.

sunsi dijo...

Resulta que mis ciudadanos, que compaginan estudio y trabajo, pero van aseaditos son catalogados como "pijos". La que estudia ingeniería no da crédito. Compra en H&M y, como un extra, en Zara...con lo que gana dando clases. Eso sí, es limpia...su aspecto también, no combina rojo con verde, etc... La "pija" de la facul...Manda narices.

Afortunadamente, no es beligerante como su madre y paaaaasa.

Modestino dijo...

Tus ciudadanos no son pijos, son elegantes y dignos, pero es mejor no andar con explicaciones, que la gente no distingue el tocino de las témporas ... y ya sabes eso de que no se hizo la miel para boca de asno, ;)...

Consuelo dijo...

Sí, pijos de Francisco de Vitoria y alrededores, hace mucho que no paso por ahí; pero si quieres pijo total, vente a la zona de Serrano-Barrio de Salamanca, se podría hacer una tesis: pijos de 15-17, hasta de 50-60...; estos últimos son los que más me llaman la atención, mantienen la pijez y la aumentan: pantalones granate, zapatos con borlas, en verano incluso rojos, en invierno de pana...pelo gomina-melena rizos en el cuello... etc; al principio de llegar a Madrid no podía menos de hacer la horterada de volverme a mirar, ahora ya me he acostumbrado, pero aún así me da la risa. Son más soportables los jovencitos.
Bueno... saludos

Modestino dijo...

Un día de estos saldrá un post dedicado a los sesentones y setentones de gominilla, pantalones de colorines y melenilla. A mí me han llamado especialmente la atención en mis últimas visitas a Madrid.

veronicia dijo...

Tenía una amiga pija hasta las trancas... cuando yo la conocí su padre se había arruinado y adiós dinero adiós pijerio pero se le quedaron las maneras...(y algún quieroynopuedo)

Un día me contaba que cuando su padre ganaba mucho dinero ella tonta y superficial le pidió un abrigo que había visto, y de ésta petición presumía ante otra chica que de algún modo le abrió los ojos por un instante al decirle que ese abrigo costaba tanto como lo que ganaba su padre en un mes para su familia.

Años después mi amiga recordaba lo superficial que había sido; como cuando se fue el dinero se fueron los amigos, y creo que se le quedó grabada aquella escena en la que ella interpretaba la tontipiji.

Driver dijo...

Voy a intentarlo.

"¡Eh Jefe, que en esta cueva no hay nivel hasta la doce sesenta!"

"Modestino, creo que la situación fue tremendamenue simpática, te lo juro por Snnopy!"

"¿Sabeeeees Modesting, sabeeeees?"

"Mira Modesting, no sé si sabes lo que quiero decir cuando digo que el Masseratti de papá está caducón, ¿sabes lo que quiero decir?, más bien carrozón y out, ¿sabes lo que quiero decir?".

Fin del intenting, digo Nintendo, digo intento.

tomae dijo...

...yo siempre tenía un cocodrilo colgando de mi pecho, iba amenudo a esquiar, fui a buenos colegios y esas cosas. Ahora en vez de cocodrilo tengo una lagartija, esquío cuando puedo y bla bla bla... Siempre pienso que si FORTUNA no me reparte la suerte de una Lotería o una Primitiva, es porque si ocurriera, así me convertiría en un "Auténtico Gilipollas" sí,sí así... (perdonad las negritas y las comillas)
Desde entonces, le pido a mi mujer que sea ella la que juege...

Modestino dijo...

Buena historia, Veronicia.

No creo que te convirtieras en gilipollas, Tomae, nunca lo ha sido. Yo sigo teniendo cocodrilos y también es cierto que duran mucho.

Driver: mi post no pretendía ser una queja, solamente un retrato de un ambiente. Cuando me llamaron jefe tengo claro que no había retintín, yo creo que el tipo andaba tan aburrido que necesitaba soltar algo.

meloenvuelvepararegalo dijo...

Yo sólo he oído lo de "jefe" entre hombres y cuando se entra en un negocio: el camarero a un cliente, pero aquí dices que quien te lo dijo era un cliente más, no?, así que no entiendo muy bien el porqué se refirieron a ti así.
También creo que es difícil definir un pijo o lo que sea. Coincido con Sunsi en lo de las etiquetas son para el continente pero que al contenido, a veces ni siquiera llegamos a conocerlo...
Pero las necesitamos por comodidad, para saber manejarnos delante del resto del mundo.

Anónimo dijo...

Tienes razón, pero lo que la mayoría de los adolescentes asocian como pijo no es el tiempo que le dediques a tener un aspecto determinado, sino a usar determinadas marcas o, simplemente, y esto es lo más triste, a parecer limpio, recién duchado, peinado, con un corte de pelo normal. no hay que olvidar que pijo es algo peyorativo, lo que significa que ven la limpieza y la pulcritud como algo a lo que ridiculizar.

Luego te encuentras también a adultos, sobre todo mujeres, que llaman pijas a todas las que no visten de mercadillo, de chandal, aunque sean unas catetas.

Modestino dijo...

Pijo es, efectivamente, término peyorativo, pero es un error tanto llamar así indiscriminadamente como condenar sin piedad a quién lo es en alguna medida.