6 de abril de 2011

Varias horas con Bette

Nadie discute que Bette Davis es uno de los mitos más grandes del cine, posiblemente se dispute con Katherine Hepburn la condición de mejor actriz de la historia del mundo del celuloide; pero no es un mito de vida corta como James Dean, surgido a base de polémicas y trasgresión como Marlon Brando, creado por el glamour, los romances y el drama final como Marilyn Monroe ni elevado a la quinta esencia mucho más por el físico que por el arte, como Rock Hudson, Rodolfo Valentino o Brigitte Bardott. Bette Davis se ganó a pulso su condición de diva: más de cien películas, con once nominaciones para el Oscar y dos estatuillas en su poder, una personalidad arrasadora y una capacidad de hacer todo tipo de papeles, por más que caiga sobre ella la leyenda de ser una mala perpetua, algo que no es cierto por mucho que sea cierto que estuvo magistral en una serie de interpretaciones de mujer ruin y perversa. Bette Davis tuvo que luchar para hacerse un hueco en el olimpo de Hollywood, no siempre tuvo los papeles ni la películas que merecía, aunque su intervención en cualquier film suponía, ya de por sí, un espaldarazo para éste, era capaz de convertir en grande un guión´que no pasara de discreto. Recientemente he visto unas cuantas de las más célebres películas de la actriz nacida en Lowell, una ciudad del estado de Massachusetts.

Cuentan que William Wyler acabó hasta las narices de Bette, aunque es posible que la cuestión fuera recíproca; con la Davis Wyler dirigió tres películas: "Jezabel" (1938), "La carta" (1940) y "La loba" (1941) y sus trifulcas con la diva, en especial en esta última, fueron de tal calibre que decidió no trabajar con ella "ni un minuto más", algo que cumplió escrupulosamente. No he visto "La carta", pero tengo bien claro que es una asignatura pendiente que habré de terminar superando, pero tras visionar las otras dos y con las referencias de aquélla puedo asegurar que benditos conflictos entre Wyler y Davis y que con lo que hicieron juntos cubrieron buena parte de la gloria achacable a Hollywood. Tanto "Jezabel" como "La loba" son dramas sureños, y en ambos Bette Davis representa su papel de malvada, si bien son dos tipos de perversa bien distintos, porque mientras la Julie Marsden de la primera es altiva, dominante y caprichosa y al final se redime, Regina Hubbard es pérfida del todo, de una maldad intrínseca que no permite redención alguna. En "Jezabel" Bette Davis viste el traje rojo más célebre del blanco y negro, mientras que en "La loba" hay dos escenas que me causaron especial impresión: la frialdad con la que Regina ve impasible como su agonizante marido sube desesperadamente las escaleras buscando la medicina que ella le niega y la final, con esa mirada silenciosa a través de la ventana en la que, sin hablar, lo dice todo. En "La Loba" alterna con Herbert Marshall y Teresa Wright, mientras que en "Jezabel" comparte cartel con el mismísimo Henry Fonda.

Me la recomendó quien sabe de ésto y, efectivamente, "Amarga victoria" (1939) es una película de primer nivel; aquí Bette Davis no es una sureña perversa ni vanidosa, ni siquiera es sureña. Aquí representa el papel de Judith Traherne, una rica heredera de Long Island desahuciada por un tumor cerebral. No obstante, Bette vuelve a representar a una mujer de carácter, alguien que decide tirar por la calle del medio ante el drama personal que se le presenta. La actriz vuelve a estar magnífica, tanto que recibió la nominación para el Oscar a la mejor actriz, al igual que la película optó al suyo, si bien todos chocaron con "Lo que el viento se llevó", que ese año acaparó galardones. De nuevo las miradas, los desafíos -al resto de protagonistas y a la cámara-, las actitudes, el dominio de la escena, ... todo es magistral en la actuación de Bette, que oscurece a un galán maduro como George Brent, a un jovencísimo Humphrey Bogart y a un insulso Ronald Reagan. "Amarga victoria" es un auténtico espectáculo de cine serio y brillante, dramático y con valores, una historia creíble que plantea una cuestión tan importante como el enfrentamiento ante el dolor, la enfermedad y la muerte. En el film uno ve una Bette Davis distinta, demostrando su versatilidad y, sobre todo, que es una actriz enorme. Sin lugar a dudas Bette saca adelante la película, pues George Brent no es nada más que un galán correcto, Humphrey lo hace bien, pero no es protagonista y, en la línea de mi buen amigo Tommy, puedo asegurar que si Ronald Reagan llegó a presidente de los Estados Unidos no lo fue por su calidad como actor.

La última película que he visto de Bette Davis ha sido "Qué fue de Baby Jane?" (1962), la célebre historia de las dos hermanas actrices que viven juntas y enfrentadas cuando ya están en decadencia. La interpretación de Bette es inolvidable, en un papel de mujer alcoholizada y perversa en fase ya de enajenación, en un formidable enfrentamiento escénico con Joan Crawford, a quien al parecer también odiaba en la realidad. Es un film de Robert Aldrich que me pareció formidable, con toques de terror, intriga, humor negro y tensión permanente: me pareció muy adecuado el epíteto de "guiñolesco" con el que se le calificaba en una crítica que encontré en internet. La película, además, es de las que te hace pensar, con una crítica demoledora y evidente a la condición de "niños prodigio". También he visto recientemente "Su propia víctima" (1964), otra muestra de cine negro, dirigida por Paul Henreid y que recordaba haber visto por la tele hace muchísimos años. No es de las películas más importantes de la actriz, pero está bien hecha y cuenta una historia muy interesante de dos hermanas gemelas que han tenido distinta suerte en la vida, una se casó con un hombre riquísimo mientras que la otra malvive regentando un bar de medio pelo. Hay historias antiguas, crímenes, suplantación de la personalidad e intriga hasta el final; con la Davis destaca el buen papel de Karl Malden como inspector de policía y un Peter Lawford al que le venía como anillo al dedo el frívolo papel de amante.


Bette Davis me ha parecido una actriz capaz por sí sola de convertir en brillante una película; ocupa la escena y protagoniza cada momento con una maestría y una personalidad insuperable.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bien hacia de "mala".

Tommy dijo...

Hay una historia/leyenda sobre Bette y William Wyler que no has contado, Modestino. Aparte de hacer juntos tres pelis, vivieron un romance especialmente tormentoso de esos de pasión y broncas continuas. Cuentan que Wyler le envió a Bette una carta conteniendo una propuesta de matrimonio en la que le decía que él se casaría con otra mujer si ella no aceptaba la propuesta. Bette, quizás bajo los efectos de la última bronca, dejó pasar varios días hasta abrir la carta, y cuando lo hizo, como era de esperar, ya era demasiado tarde: Wyler se había casado con la otra. Modestino, se impone un post sobre lo que sucede cuando se deja pasar el tiempo sin abrir las cartas, y quien dice las cartas dice el e-mail. Digo esto porque yo mismo he estado varios días con la bandeja del correo electrónico colapsada y no sabes todo lo que ha llegado a salir...

Y qué decir del famoso anuncio que puso la Davis en el periódico diciendo aquello de "actriz con treinta años de experiencia y ganadora de dos Oscar busca trabajo". La verdad es que por lo menos dos veces resurgió de sus cenizas cual Ave Fénix: una con "Eva al desnudo" (hay quien dice que es la mejor película en la que intervino Bette) y otra con "Baby Jane", a la que siguió, también a las órdenes de Robert Aldrich, otra del mismo estilo, "Canción de cuna para un cadáver", en la que ya no era puteada por Joan Crawford pero sí por Olivia de Havilland y Joseph Cotten. En fin, toda una actriz y también todo un personaje.

P.D.: Discrepo respetuosamente de eso que dices de que Marlon Brando fue un mito surgido a base de polémicas y transgresión. Su carrera durante los años 50, encadenando una gran interpretación con otra y encarnando personajes ninguno de los cuales tenía absolutamente nada que ver con el otro (Zapata, Marco Antonio, Napoleón, macarra motorizado, estibador del puerto, el chinito de "La casa de té...", cantando y bailando en "Ellos y ellas"), no tiene parangón en la historia del cine. Ya me dirás cuando veas "Un tranvía...", que sé que en ello estás.

Modestino dijo...

Veo que entre las medallas de Marlon no citas "El Padrino".

Tommy dijo...

Me he limitado a sus trabajos en los años 50. Tambíén habría que añadir, para ser justos, que en los 60 tuvo su período de decadencia y que fue precisamente después de su resurrección con "El padrino" cuando empezaron las polémicas, las transgresiones, los diez añitos que se pegó sin aparecer en una peli (desde "La fórmula" -1980- a "Una árida estación blanca" -1990-), los escándalos familiares...

Modestino dijo...

Habrá que hacer un post sobre Marlon ... ya pensé hablar de él cuando falleció María Sccneider ... ;)

sunsi dijo...

Leer y aprender...

Gracias, Modestino y Tommy

tomae dijo...

Siempre me pregunto que le podía hacer feliz a este tipo de mujeres, Modestino, y lo pienso tanto con Bette como con Katherine, fueron geniales intérpretes, pero como si hubiera algo en sus miradas...¿hielo tal vez?

Modestino dijo...

Los artistas son muy especiales, y me parece que si son geniales posiblemente más; aunque vete a saber la realidad de todo.

En "la Loba" debuta como actor un tal dar Duryea, el cual desempeña el papel de joven vicioso y descentrado, algo que parece normal, pues tiene aspecto y mirada de eso; por lo visto siempre se le encasilló en papeles de ese tipo y en la vida real era un hombre familiar, prudente, fiel siempre a su mujer, con la que estuvo casado hasta su muerte en 1968.

Aunque tienes razón, a mi me darían miedo estas dos.

Mariapi dijo...

Me rechifla Bette Davis...es que siempre me parecen más interesantes "las malas"...y ella, hasta cuando hace de buena, dejaba un punto desconcertante en el personaje.
Como te lo curras, Modestino.

Modestino dijo...

Es un post que he ido elaborando conforme veía las películas, me lo he "currado" pasitoa pasito, no es tarea hecha "de golpe".

En "Amarga victoria" Bette hace un papel más virtuoso, de mujer de carácter, por supuesto, pero acabas admirado de ella.

veronicia dijo...

Me ha encantado la entrada! Se nota que has disfrutado con las películas.

La primera vez que vi "¿qué fue de Baby Jane?" la película estaba empezada y no lograba reconocerla; me sentía abrumada por ver a mí querida Bette interpretando ese papel... luego comprendí lo que supuso para ella en su carrera... y una curiosidad como hace Tommy, las peleas entre las protagonistas debían ser épicas; años antes Bette había dicho de Joan Crawford que se había acostado «con todas las estrellas de la Metro Goldwyn Mayer, salvo con la perra Lassie

que dificil la vida sin ti dijo...

¡Adoro a Bette Davis!...Oye Modestino, un recorrido fenomenal por su filmografía, muchas gracias.
Quién no la ha visto en Jezabel de jovencita, no sabe de cine para mi gusto.
Y luego esa decadencia magnífica, que no es decadencia sino madurez como actriz.
He disfrutado mucho y hoy me convenía.
Te quedo muy agradecida.
Para mí tanto trabajo qque te has tomado ha valido mucho la pena.
Un abrazo muy fuerte con toda gratitud
Asun

que dificil la vida sin ti dijo...

¡Ah! perdona, otra cosita...Tommy comenta que estás viendo "Un tranvía...", ya verás, Modestino, ya verás Vivien Leigh...está que no hay palabras.
Y para mi gusto uno de los mejores finales que ha interpretado una actriz y una frase preciosa para la Historia.
No digo más, perdona. Me tienes que decir qué tal.
Buenas noches.

Modestino dijo...

El tranvía está a la espera y no tardará en caer.